Cuando un intérprete que cosechó un éxito notable en sus mejores años desaparece del mapa sin dejar rastro, suelen surgir rumores en relación a los excesos de su vida privada, a su estado de salud o demás chismorreos que tratan de justificar su ausencia. A Bridget Fonda (Los Angeles, 1967) no le ha ocurrido lo mismo. Y lo que puede parecer una buena noticia, podría ser síntoma también de que el público no la echa excesivamente de menos. Es lo de siempre: es mejor que hablen siempre de ti, aunque sea mal.

En cualquier caso, la nieta de Henry Fonda, hija de Peter Fonda y sobrina de Jane Fonda no fue una actriz exenta de talento ni desmereció el prestigio de su apellido, imponiéndose a los prejuicios y las odiosas comparaciones. Debutó en el cine siendo una niña y de la mano de su padre en la mítica 'Easy Rider' (Dennis Hopper, 1969), aunque su estreno oficial, con 21 años, se produjo en la olvidable comedia romántica 'You Can't Hurry Love' (Richard Martini, 1988). Mucho más reseñable fue su papel en 'Escándalo' (Michael Caton-Jones, 1989) que le reportó su primera nominación a los Globos de Oro.

En los aproximadamente 15 años que se mantuvo en activo, trabajó a las órdenes de directores tan prestigiosos como Francis Ford Coppola ('El Padrino III'),Bernardo Bertolucci ('Pequeño Buda') o Paul Schrader ('Touch').

bridget fonda during the 31st afi life achievement award presented to robert deniro at kodak theatre in hollywood, california, united states photo by jon kopalofffilmmagic
Jon Kopaloff//Getty Images

No le hizo ascos a ningún tipo de género, lo que le permitió formar parte del reparto de auténticas obras de culto del cine fantástico como 'La resurrección de Frankenstein' (Roger Corman, 1990) o, sobre todo, 'El ejército de las tinieblas' (Sam Raimi, 1992). Aunque probablemente los dos films más relevantes de su carrera fueron el exitoso thriller dirigido por Barbet Schroeder 'Mujer blanca soltera busca...' (1992), donde lució un elegante corte de pelo muy de moda en la época, y 'Jackie Brown' (1997), en la que Quentin Tarantino intentó reivindicar un talento que cada vez recibía menos proyectos interesantes.

Tras ir desapareciendo poco a poco, limitando sus apariciones a algunas colaboraciones especiales en series de televisión, y rechazar el rol principal de 'Ally McBeal' que podría haber relanzado su carrera, Fonda tuvo en 2003 un grave accidente de coche en Los Angeles en el que sufrió una fractura de vértebras. Un mes después se casó con el compositor Danny Elfman (habitual colaborador de Tim Burton), y decidió no volver a pisar los escenarios. El nacimiento de su hijo Oliver en 2005 no hizo más que confirmarle que la vida como madre, esposa y ama de casa era más gratificante que las interminables jornadas de rodaje, las entrevistas y los photocalls. En los últimos años sólo se ha dejado ver en algún acto acompañando a su marido.

hollywood, ca   august 10 danny elfman and bridget fonda arrive at the los angeles premiere of inglourious basterds held at the graumans chinese theatre in hollywood, california on august 10, 2009  photo by gregg deguirefilmmagic
Gregg DeGuire//Getty Images