Águila Negra

Es mala con avaricia, aburrida, anodina, soporífera y un largo sinfín de sinónimos de BODRIO. Parte con un argumento simplón, en plena guerra fría se pierde un aparatejo importante para los U.S.A., y el ejército americano no puede permitirse que sus archienemigos los soviéticos lo posean. Es muy lenta, la trama no da para mucho y se empeñan en torturarnos más de hora y media. Sinceramente, tuve que hacer dos asaltos para verla y ¡no sé cómo tuve valor de pulsar "play" por segunda vez!.

Durante su desarrollo no aparecen muchos diálogos, y los que surgen son ridículos y provocan la risa, en parte porque la mitad del reparto habla inglés con acento (japonés o ruso), excepto Van Damme, que encarna a Andrei, un malote soviético con cara de chulo y pelo engominado, que habla inglés más o menos tradicional en las cuatro frases contadas que dice. Las escenas de lucha entre Andrei y Black Eagle son harto patéticas, sin efecticismo ninguno. Lo peor es ver a Van Damme de traje y haciendo su apertura de piernas inhumana tan típica, creo que tendré pesadillas unas cuantas noches.

La música también es espantosa, no creo que haya nada bueno en ella por más que pienso.. ah sí, escenas turísticas de la isla de Malta.

Como todos sabemos las primeras películas de Van Damme fuerón todo un éxito, es decir Contacto Sangriento, Libertad para Morir, Lionheart, Doble Van Damme Doble Impacto, Blanco Humano, etc. sin embargo esta me parece un bodrio total, ya que el film aunque indudablemente es de Van Damme además de las primeras en las que actuó, es lo peor que se pude encontrar de este actor, junto con la de Street Fighter La Última Batalla. Y es que aunque parece que tiene toda la pinta de ser una peli guay por el genial nombre que tiene, después de llevar un buen rato viendola te das cuenta de que por desgracia no es así, ni mucho menos.

De hecho yo estuvé más de 10 años sin verla, y no hace ni uno que la he vuelto a ver, y me ha decepcionado como ninguna otra de este fenomenal actor experto en karate, tanto que no voy a volver a verla más, yo diría que es peor incluso que la mencionada Street Fighter de 1994, que aunque es nefasta hasta decir basta al menos te diviertes, pero en esta ni eso, vaya, que por muy fan que seas del actor belga peleón te decepcionará como ninguna otra.
Lo dicho, si eres fan de Van Damme y no la has visto mejor, pues como yo ya he dicho antes es la peor de todas en las que ha participado, pero si no eres fan de este actor, olvidate por completo de ella.

Las películas de Van Damme suelen ser malas, pero también muy entretenidas. Por alguna razón Jean-Claude se ha ganado el cariño y respeto de muchos de sus fan a lo largo de su carrera y básicamente sus películas se sostienen por el hecho de que sale él. Pues bien, esta película es mala, muy mala; Van Damme no es más que el antagonista y está relegado a un papel secundario con ningún carisma y sin apenas diálogo. Le podremos ver abrirse de piernas mientras lanza cuchillos y pelear en dos flojas y cortas batallas finales. Pero el problema de este film no es solo que apenas salga Van Damme. La película es aburridísima, la acción además de escasa es muy pobre, el guión no aporta nada y técnicamente cumple a duras penas. No da ni para risas. El único atractivo es el recorrido turístico que te hacen por todo Malta. Si has estado allí te traerá recuerdos. Todo lo demas es MUY MALO.

Algunas de las portadas que aparecen imágenes como la de Van Damme con el Águila tatuada son puro clickbait.

He sido un poco engañada: el protagonista de «Águila negra» no es Jean-Claude Van Damme, aunque la propia ficha de la película lo ponga primero en el reparto y en el cartel venga una foto suya mucho más grande que la de su protagonista real, el japonés Sho Kosugi. Así son las cosas.

Debo decir que Van Damme resulta imponente en todos los sentidos. Lo mejor de la película es él, eso está claro. Van Damme hace de villano soviético, Andrei, pero, ojo, que no creo que sea tan villano como parece y de hecho su historia, o lo que se ve o se intuye de ella, es la más interesante, con romance incluido donde demuestra que un hombre de verdad, por duro que sea, es siempre blando con su enamorada. Querida Natasha, tú ya has ganado en la vida.

Por lo demás, los buenos no consiguen ni de lejos la simpatía que se esperaría despertar en el espectador. De hecho, no les perdono que ataquen a Andrei de esa manera, no, no y no. Los soviéticos son unos incompententes de cuidado (menos Andrei), y de hecho toda la trama existe porque son unos inútiles totales que prometo que no sé qué leches hacen todo el día en el mar buscando no sé qué mientras los norteamericanos les pasan por encima. Respecto a la acción, la motivación es nula y se nota demasiado que el protagonista puede con todos porque, repito, estos esbirros son unos incompetentes (menos Andrei, claro).

Todo esto acompañado de situaciones, interpretaciones, diálogos y demás mediocres y mal planteados.

¡Ay, Andrei!

A pesar de contar con la presencia del maestro de las artes marciales Shô Kosugi, la película es mala con avaricia. Es tan cutre que se rodó sin presupuesto y por aficionados. El director Eric Karson responsable de algunas de las peores películas del cine como Duelo final con Chuck Norris, se supera así mismo con este bodriete de retrete. Qué dura es la vida de un actor cuando quiere triunfar como Jean Claude Van Damme que tuvo que coprotagonizar este engendro para sobrevivir.