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Biografía de Bernie Sanders
Bernie Sanders, cuyo nombre original es Bernard Sanders, nació el 8 de septiembre de 1941 en Brooklyn, Nueva York. Es un político estadounidense quién fue elegido como representante de Vermont en el senado de Estados Unidos en el 2006, y tomó el puesto en el siguiente año. Previamente Sanders sirvió como alcalde de Burlington (1981-1989) y como miembro de la Cámara de Representantes desde 1991 hasta el 2007. Formalmente sin afiliación con los partidos políticos, él buscó la nominación por el partido demócrata a las elecciones presidenciales del 2016 y del 2020.
Sanders, hijo de padres judíos de ascendencia polaca, creció en el área de Flatbush de Brooklyn. La familia luchó financieramente, y la desigualdad de los ingresos se convertiría después en uno de sus temas políticos clave. Él asistió al colegio de Brooklyn antes de obtener un pregrado universitario en ciencias políticas de la Universidad de Chicago. Mientras estaba en Chicago, él se involucró en el movimiento de los derechos civiles, y en 1963 él participó en la Marcha sobre Washington. Después de terminar la universidad, Sanders vivió en un kibbutz en Israel.
Carrera política
Cuando regresó a Estados Unidos Sanders se trasladó a Vermont, participando en el movimiento comunal “Apoyo a la tierra” y trabajando como un carpintero sindicalista y periodista independiente. También se volvió muy activo en el movimiento contra la guerra de Vietnam, el cual hizo que atrajera la atención y se involucrara en la política electoral. Participando como independiente él hizo varios intentos fallidos para ganar la gobernación de Vermont (en 1972, 1976 y en 1986) y para el senado estadounidense en 1972 y en 1974. En 1981 el se presentó para las elecciones locales para la alcaldía de Burlington, donde él se había establecido. Él ganó la elección por unos cuantos votos. Poco después Sanders, quien era divorciado, conoció a Jane O’Meara Driscoll, quien tenía tres hijos de su anterior matrimonio; después de un noviazgo de siete años, la pareja se casó y después tuvieron un hijo.
En 1988 Sanders se presentó a las elecciones para la Cámara de Representantes pero perdió. Sin embargo, dos años después, él fue elegido como representante en el cuerpo legislativo. Después de tomar el puesto en 1991, Sanders se describió como socialista democrático, en alianza con los demócratas. Conocido por sus posturas liberales, en 1991 él fundó el Caucus Progresista para el Congreso. Como un oponente confiable a la administración del presidente George W. Bush y al partido republicano, votó en contra de la guerra de Iraq y se destacó particularmente por su oposición a los recortes de impuestos a los individuos y corporaciones adineradas, así como en oposición a los recortes en programas de beneficios sociales. En la cámara de representantes fue reelegido siete veces, usualmente por amplios márgenes.
En el 2006 Bernie Sanders se presentó como candidato al Senado de los Estados Unidos y ganó fácilmente. Tomó el puesto el año siguiente y de manera subsecuente continuó con su campaña contra los recortes de impuestos. En el 2010 él tuvo cautivo al auditorio en el Senado por casi nueve horas en una campaña contra la extensión de los recortes de impuestos de George Bush. Su discurso populista fue publicado como: El Discurso: Una histórica obstrucción a la Codicia Corporativa y al declive de nuestra clase media. Él también fue un oponente muy visible al cierre del gobierno federal en el 2013, el cual él atribuyó a la indebido influencia de los intereses del gran capital en el Partido Republicano. Aparte de los temas de bienestar social y de impuestos, Sanders ha apoyado proyectos de ley y enmiendas que mayormente conciernen al cambio climático, los temas de los veteranos y la energía renovable.
Carrera por la presidencia
En abril de 2015 Sanders anunció que iba a entrar en la carrera presidencial en las elecciones de 2016. Su candidatura fue inicialmente descartada por muchos expertos, ya que Hillary Clinton era percibida como la nominada inevitable del partido demócrata. Sin embargo, las propuestas populistas de Sanders – las cuales algunos criticaron como fantasiosas – le ganaron el apoyo entusiasta de numerosos votantes, especialmente de los demócratas más jóvenes. Gran parte de la campaña de Bernie Sanders se enfocó en temas internos del país. El apoya el sistema de salud universal, los incrementos de impuestos a los ricos, y la educación gratuita en las universidades y colegios públicos. Él también apoyo una campaña para la reforma financiera y propuso regulaciones más estrictas sobre Wall Street. Como la temporada electoral de las elecciones primarias empezó en febrero de 2016, la carrera entre Sanders y Clinton fue sorprendentemente apretada. Sin embargo, al mes siguiente él estaba detrás de Clinton en delegados, aunque él mantenía una fuerte – y altamente entusiasta- base de votantes. En julio Sanders oficialmente adhirió a la campaña presidencial de Hillary Clinton, quien había obtenido la nominación del partido durante el mes anterior.
Después de las elecciones presidenciales, que Clinton perdió frente al republicano Donald Trump- Sandders publicó el libro: Nuestra Revolución: Un futuro en el cual creer (2016). Sanders ha permanecido como una fuerza influyente dentro de las política progresista, y también es considerado por tener un rol clave el movimiento hacia la izquierda en el Partido Demócrata. En medio de la especulación de que él podría lanzarse a la presidencia de nuevo, salieron a la luz reportes sobre sexismo y disparidad entre los pagos en la campaña de 2016 de Sanders a la presidencia. En enero de 2019 él se disculpó y prometió “hacerlo mejor” en el caso de una nueva candidatura. Al mes siguiente Sanders anunció que se lanzaría de nuevo a la presidencia.
Propuestas económicas de Bernie Sanders
Las propuestas económicas de Bernie Sanders han generado polémica entre los expertos debido a su viabilidad, ya que hay quienes consideran que tales programas no podrían aplicarse debido a razones políticas o debido a los fundamentales de la economía norteamericana.
Algunos especialistas creen que el plan de Sanders estimularía la economía en un 5.3% anual, se elevaría el ingreso medio de los americanos en más de 22.000 dólares y haría descender la tasa de desempleo en un 3.8%. Esta perspectiva es la que presenta en profesor de economía de la Universidad de Massachusetts Amherst Gerald Friedman, quien comparte la misma visión política y económica del candidato, pero quien no fue pagado por la campaña.
Sin embargo esta visión tan optimista no es compartida por otros economistas como Alan Krueger, Austan Goolsbee, Christina Romer y Laura D’Andrea Tyson, quienes presidieron el Consejo de Asesores económicos de la Casa Blanca durante los mandatos de Barack Obama y Bill Clinton. Estos economistas dijeron: “Estamos preocupados de ver que la campaña de Sanders cita afirmaciones extremas de Gerald Friedman acerca del efecto del plan económico del senador; afirmaciones que no pueden ser respaldadas por datos económicos. Por mucho que nos gustaría que fuera así, ninguna investigación económica creíble sustenta impactos económicos de esas magnitudes”.
Por otra parte otros grupos como El Committee for a Responsible Federal Budget han dicho que el plan universal de salud de Bernie Sanders se quedaría corto en al menos 3 billones de dólares.
Mientras tanto Friedman defendió su informe en una entrevista con la cadena CNN, diciendo que utiliza la metodología económica estándar. Además, dijo que ninguno de los cuatro economistas habló con él sobre su enfoque, y que ni siquiera sabe si leyeron su análisis completo de 53 páginas.
La campaña de Sanders respondió a los economistas críticos diciendo que estos han apoyado de manera irrestricta los tratados de libre comercio que han perjudicado a los trabajadores locales y a la economía nacional.
“Considerando el declive de 40 años en la clase media y la aguda alza de la desigualdad en riqueza e ingresos, ya es demasiado tarde para la economía de las clases dirigentes y para las políticas de las clases dirigentes”, escribió Warren Gunnels, subdirector de campaña de Bernie Sanders en un correo electrónico en respuesta a un requerimiento de la cadena CNN.
“En lugar de atacar a un compañero economista por dar sus propias estimaciones sobre los beneficios de la agenda económica del senador Sanders, deberían unirse a nosotros en la lucha por un salario digno, por la reconstrucción de nuestra infraestructura, por la prestación de una atención médica universal, y por hacer la universidad más asequible”, sentenció Gunnels.
Concretamente, dentro del espectro político de izquierda y el llamado socialismo democrático, estas propuestas que han sido objeto de críticas y discusiones por parte de los economistas son las siguientes:
Aumento de impuesto a las grandes empresas para reducir el déficit fiscal y aumentar la capacidad de gasto del gobierno.
Aumentar el salario mínimo a 15 dólares la hora.
Expandir el papel de los sindicatos, aumentar su afiliación y su poder de negociación para obtener condiciones laborales más signas para los trabajadores.
Gravar las transacciones financieras especulativas de Wall Street con impuestos.
Mejorar el gasto en infraestructura para reparar carreteras, puentes y servicios públicos, dando espacio para que el comercio y los negocios tengan una mejor estructura de movilización de mercancías.
Reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres.
Dividir los bancos comerciales de los bancos de inversión para evitar la especulación financiera con recursos de los ciudadanos comunes.
Aprobar un sistema de atención sanitaria de pago único, similar al de Cánada.
Proporcionar educación gratuita y universal en las universidades.
Expandir las prestaciones de la seguridad social.
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La defensa de la economía mixta
En resumen, la apuesta económica de Bernie Sanders pasa por el fortalecimiento de una economía mixta que brinde garantías sociales y corrija los errores de mercado. El triunfo de Donald Trump en las elecciones de 2016 demostró que existe un gran sector de la sociedad insatisfecho con el liberalismo económico que fue promovido desde Ronald Reagan hasta Barack Obama. Queda ver si Sanders podrá salir con una alternativa viable a estas políticas y si podrá defender a las clases trabajadoras de forma efectiva frente a la lógica de la economía de goteo que ha sido continuada con la administración de Trump.
Con información de La Enciclopedia Británica.
