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Llegar a tiempo
Nunca es tarde si la dicha es buena. Desde luego el caso de Belén Rueda no es el de una actriz que triunfa de niña o jovencita. Pero el caso es que esta mujer trabajadora, para la Academia de Cine “actriz revelación” con 40 años, se han convertido en una de las grandes del cine español.
María Belén Rueda García-Porrero, más conocida como Belén Rueda, nació en Madrid el 16 de marzo de 1965. La segunda de tres hermanas, siendo una niña la familia se trasladó a Alicante por los problemas de asma de la más pequeña. Como su madre era profesora de ballet, le inculcaría algunos principios de danza. Al alcanzar la mayoría de edad, decide estudiar arquitectura en su ciudad natal, y para allá marcha, aunque a la vez trata de ganar algún dinerillo como modelo, e incluso vendiendo pisos. Su fotogenia sería clave para que Tele 5 la fichara en 1990 como azafata en el programa “VIP Noche” de José Luis Moreno. Algo tenía la chica que llegó a ser copresentadora del programa, todo un éxito con un Emilio Aragón que era tremendamente popular. Aunque seguramente el programa con el que más la asocia el público es el exitoso concurso “La ruleta de la fortuna”, de Antena 3.
Belén Rueda se confiesa muy tímida, y que aunque había pensado en actuar siempre había desechado la idea. No obstante, su faceta de actriz la desarrollaría de vuelta a Tele 5, en múltiples series televisivas. En primer lugar, en 1997, con su viejo conocido Emilio Aragón en Médico de familia, pero luego, repitiendo el mismo personaje, Clara, en Periodistas, y sobre todo, el top de su popularidad en la pequeña pantalla, Los Serrano, que le ocupó hasta 2007. La actriz nunca se arrepentiría de haber hecho tanta tele, ni parece haber temido nunca el encasillamiento que acompaña a otros compañeros de profesión. Según me comentó en una entrevista “a los actores le da muchas posibilidades para poder desarrollar los personajes a lo largo del tiempo y en situaciones diferentes, cosa que una película no puede ofrecer”.
Pero claro, apetecía probar cine, y la gran oportunidad se la dio Alejandro Amenábar en Mar adentro, un film pro eutanasia donde la actriz daba vida a una mujer que se interesaba por el caso del tetrapléjico Ramón Sampedro, que deseaba morir. Si Javier Bardem brillaba con luz propioa, lo cierto es que Belén Rueda no le iba a la zaga, lo que valió el Goya a la mejor actriz revelación en 2004. No dejaba de ser irónico que se considerara actriz revelación a alguien con casi 40 años, y con tanta experiencia televisiva.
Enseguida Rueda se va a convertir en actriz asociada al cine fantástico y de terror, y también resulta irónico que no fuera Amenábar quien la llevara por estos terrenos. Fue en cambio Juan Antonio Bayona, con la producción de Guillermo del Toro, el que le colocó de huérfana y madre sufriente en El orfanato (2007). La actriz sabía lo que es ser madre y sufrir, pues estuvo casada con Daniel Écija, con quien tuvo tres hijas, pero la segunda murió siendo un bebé por problemas cardíacos. Antes había pasado por un matrimonio con un tal Massimo en Italia. Sobre la maternidad, la actriz ha comentado: “Hacer el trabajo que te gusta da unas satisfacciones increíbles, pero las alegrías que te dan los hijos, son también incomparables. Sería un error perdérselo.”
Continuando con el cine de elementos fantásticos, Rueda hizo El mal ajeno, que la ha unido con Eduardo Noriega, con la producción de Amenábar, y sobre todo Los ojos de Julia (2010), con el respaldo ‘again’ de Del Toro, donde con su papel de ciega emula a la Audrey Hepburn de Terror ciego. En inglés ha rodado la muy minoritaria Savage Grace (2007), donde quizá lo más estimulante para ella sea el haber coincidido con Julianne Moore.
Da la impresión de que la actriz mide mucho cada proyecto en el que se involucra. No dudó en intervenir en uno de los segmentos de 8 citas (2008), que se compone de historias de encuentros amorosos. Y se ha arriesgado en 2010 con una trama histórica en la miniserie televisiva La princesa de Éboli, donde sale bien librada del envite de dar vida a la célebre mujer tuerta (curiosamente, el mismo año la actriz ha encarnado a una ciega y a una tuerta). También ha probado el teatro, por ejemplo con la obra “Closer”, donde le dirigió Mariano Barroso.
Parece claro que Belén Rueda medita bien los proyectos en que se involucra. Lo último que le ocupa es No tengas miedo, que estrenará en 2011 a las órdenes de Montxo Armendáriz.