No están en París, pero estas catedrales francesas son una delicia

Oh mon dieu!

Las otras catedrales más bonitas de Francia

Muchas de las catedrales más espectaculares de Francia están lejos de las grandes urbes, de ahí que esta selección de Viajes National Geographic te lleve a ciudades sorprendentes.

Reims
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En la Edad Media, el camino creado para unir la Tierra y el cielo –el hombre con Dios– eran las catedrales. Si hoy en día sobrecoge entrar en estos imponentes monumentos, ¡qué no sentirían las gentes de entonces cuando veían erigir de la nada estos hitos arquitectónico repletos de tesoros artísticos! Entre los siglos XII y XV, Europa entera se llenó de espléndidas catedrales. Junto a las españolas o alemanas destacan las de Francia, donde se preservan algunos de los ejemplos más impresionantes, muchos de ellos Patrimonio de la Humanidad.

 

Muchos de aquellos burgos han perdido relevancia en la actualidad. O, mejor dicho, no han sucumbido al progreso más masificador. Sin embargo, conservan como una joya aquellas catedrales que les dieron poder y que ahora sobresalen en su skyline y en el imaginario colectivo. Desde Viajes National Geographic proponemos un viaje por aquellos templos sobresalientes que, pese a no estar en París, Marsella o Lyon, pueden presumir de una monumentalidad soberbia. 

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beauvais
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catedral de Beauvais: bella e inconclusa

El templo originario de Saint-Pierre de Beauvais se remonta a su fundación en el año 1225, aunque no fue consagrada como catedral hasta 1840. Declarada Monumento Histórico de Francia, se localiza en el valle de Thérain de Picardie, en el norte de Francia. Destaca por ser de alguna forma uno de los logros más audaces de la arquitectura gótica. El templo es imponente, a pesar de que no alcanzó sus pretensiones y quedó inconcluso, y con defectos de estructura debido a que la altura con la que fue proyectado era excesiva.

 

La arquitectura gótica de Francia se caracteriza por la esbeltez de sus monumentos, pero entre todos, esta catedral de San Pedro de Beauvais es uno de los máximos exponentes, con casi 70 metros, elevada muy por encima de las casas que la rodean. Erigida sobre vestigios de un templo anterior carolingio del siglo IX, solo se concluyeron el crucero, el coro y el ábside que cuenta con siete capillas. Falta la nave que debía completar la obra, cuyo solar ocupa una iglesia anterior, la Basse Oeuvre, que ya estaba allí al inicio de la construcción de la catedral. El interior es de una esbeltez sorprendente e iluminado por vidrieras también muy estilizadas.

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Chartres
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catedral de Chartres: un laberinto de vidrieras

Notre-Dame de Chartres está considerada por muchos especialistas como uno de los mejores ejemplos de catedral gótica clásica en todo su esplendor. Fue erigida entre 1145 y 1220 y está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1997. El estado de conservación de este monumento de la región de Centro-Valle del Loira es admirable. Incluye añadidos singulares como la aguja que corona el templo o el Clocher Neuf, el campanario alzado en el lado izquierdo de su fachada.

 

Merece la pena destacarse los conjuntos escultóricos que recubren tanto su exterior como el interior, así como el triple Pórtico Real que evoca la vida de Jesús. Su cripta, que data del siglo XI, es la mayor de las iglesias de Francia. Pero la catedral de Chartres es famosa por sus vidrieras, consideradas en conjunto las más bellas de Francia; las más antiguas, del siglo XII, se reconocen por su color azul de Chartres, sobresaliendo el rosetón principal dedicado al Juicio Final, así como las que decoran el deambulatorio, un muro de piedra renacentista cubierto con relieves y 40 escenas elaboradas en vidrio. 

 

Otra de sus de sus múltiples curiosidades es la circunferencia de su Laberinto, que simboliza «la búsqueda interior que nos llevará al mismo centro, lugar donde se encuentra la esencia divina».

 

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Bourges

catedral de BOURGES: la perfección gótica

El aspecto imponente de la catedral de Saint-Étienne de Bourges se corresponde con la importancia que ya en el pasado tenía esta ciudad de la región de Centro-Valle del Loira, declarada «Real» desde el año 1100. El templo inicial se alzó en un periodo muy breve, entre 1195 y 1260, siendo consagrado como catedral en 1324. Fue de hecho la primera catedral erigida al sur de las tierras del Loira, con tal envergadura que pudiera competir con Notre-Dame de París. Su tamaño propició precisamente que se erigiese fuera de las viejas murallas que abrazaban la antigua Bourges. 

 

Está considerada como una de las más perfectas entre las construidas en estilo gótico francés, siendo una de las iglesias episcopales más imponentes. La fachada, de dimensiones impresionantes, está dividida por robustas pilastras y torres. Y el exterior del templo exhibe una decoración de líneas góticas puras. Destacan sus portadas, todas distintas y profusamente decoradas con esculturas y relieves. En su majestuoso interior de cinco naves destacan las vidrieras, constituyendo uno de los conjuntos más ricos de su género en el país. Esta catedral fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1992.

 

 

Reims
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LA CATEDRAL DE REIMS: MÁS REAL, IMPOSIBLE

El pomposo templo gótico de Nuestra Señora de Reims domina el centro neurálgico de esta ciudad de la región de Champaña-Ardenas. Iniciada el año 1211, casi al mismo tiempo que las catedrales de Estrasburgo, Amiens o Beauvais, fue concluida un siglo después. Por su arquitectura y armonía de estilo está considerada uno de los edificios góticos de mayor importancia de Francia, pero sobretodo destaca por su excepcional estatuaria, especialmente la que exhiben sus tres portadas, siendo el edificio religioso con el mayor número de estatuas del mundo.

 

Una de ellas es especialmente apreciada. Se trata del «Ángel de la sonrisa», hoy emblema de la ciudad de Reims. A lo largo de  más de mil años, en esta catedral erguida sobre una planta de cruz latina tuvieron lugar las coronaciones de hasta 33 reyes de Francia; por ejemplo la de Carlos VII «el victorioso», en 1429, con Juana de Arco a su lado, hoy con su estatua con armadura en el interior del templo. Asimismo destacan sus valiosas vidrieras, como el exquisito rosetón de 12 pétalos, o las que en 1974 aportó Chagall. El templo incluye otro famoso laberinto catedralicio, hoy usado como logo de los monumentos históricos de Francia. El templo forma parte de la Unesco desde el año 2011.

 

 

Burdeos
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LA COMPOSTELANA CATEDRAL DE BURDEOS

Burdeos, la capital de la región de Nueva Aquitania, en el sudoeste de Francia, tiene en la catedral consagrada al apóstol San Andrés su monumento más soberbio. La vasta mole de localiza en la céntrica plaza de Rohan, frente al Ayuntamiento, este ubicado en la antigua sede arzobispal de la ciudad. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1998 como uno de los hitos de los Caminos de Santiago de Compostela en Francia, tiene un origen románico y un estilo gótico. Comenzó a construirse a finales del siglo XI: el año 1096 fue clave ya que fue consagrada por el Papa Urbano II. 

 

En origen, su objetivo era albergar nada más y nada menos que cuatro campanarios, aunque solo se construyeron dos. En su exterior, del que despuntan en su fachada principal dos torres afiladas impresionantes, sobresale la decoración de la Puerta Real, una obra maestra del siglo XIII, con un rosetón pétreo frontal y las esculturas de los Apóstoles en las jambas, la corte celestial en las arquivoltas, y el Juicio Final en el tímpano. De menor tamaño, recuerda a la compostelana. Su grandioso interior se articula en una única nave de origen románico. Contiene un imponente órgano en unos de sus laterales.

 

Rouen
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LA ALTÍSIMA CATEDRAL DE ROUEN

Notre-Dame de Rouen, clasificado como Monumento Histórico en 1862, es la catedral gótica más alta de Francia (151 metros de altura), pero también la menos homogénea al haber sido construida a lo largo de casi quinientos años (fundación en 1030 y construcción entre los siglos XIII y XV). Se trata del principal monumento de la ciudad de Ruan, localizada en la región de Normandía cerca del río Sena. El templo, originario de la Alta Edad Media, tiene la peculiaridad de conservar su Palacio Arzobispal, gótico, donde tuvo lugar uno de los juicios contra Juana de Arco. Se trata de una catedral asimétrica, la más alta de Francia desde que en 1876 se reconstruyera su aguja de hierro fundido, con la que alcanzó 151 metros de altura.

 

Su fachada, en forma de «H» como Notre-Dame de París, es como un manual de arte, con capítulos que abarcan desde el siglo XIII al XVI, conservando en su estructura elementos desde el románico al gótico-flamígero. Las dos torres que la presiden también muestran distintas época de construcción: la de St. Roman (izquierda) es románica en la base, luego gótica y con remate flamígero; la Tour du Beurre fue alzada entre 1485 y 1506. Su interior de tres naves, imponente y ligero a la vez, incluye capillas y tumbas como la de varios cardenales de Amboise o la que guarda el corazón de Ricardo «Corazón de León». En el siglo XIX, este templo fue fuente de inspiración de artistas como el impresionista Claude Monet, que pintó una treintena de cuadros con diversas perspectivas.

 

 

 

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AMIENS, LA CATEDRAL PORTICADA

En la región histórica de Picardía se levanta Notre-Dame de Amiens, la mayor catedral gótica de Francia. Fue construida en el emplazamiento de varios templos sucesivos de los años 1220 y 1288, en un espacio de tiempo relativamente breve que propició su estilo homogéneo. Declarada Patrimonio Mundial de la Unesco en 1981, el monumento es famoso por sus pórticos esculpidos, entre los que sobresalen la Galería de los Reyes y los del Juicio Final, la Virgen o el de San Fermín; por este último se accede a la capilla que guarda los restos del que fuera el primer obispo de la ciudad, aunque había nacido en Pamplona.

 

La parte más antigua que se conserva es la nave central, con dos nuevas laterales que dan cobijo a una docena de capillas. Tiene un tejado en doble pendiente que se encaja entre un mar de gárgolas y arbotantes. Conserva un pavimento originario del siglo XIII repleto de simbolismos. Incluye un laberinto octogonal de 234 metros de longitud. En la Edad Media, los peregrinos llegados para venerar la reliquia de San Juan Bautista (una supuesta astilla de su cráneo) debían seguir de rodillas su línea negra para obtener la indulgencia.

 

En el centro tiene una gran pieza de cobre (1288) que es un resumen narrativo de la fundación de la catedral. Sobresale también el Zodiaco de la catedral de Amiens. Y en el siglo XVI se llevó a cabo la creación de la magnífica sillería del coro: su número original era de 120 asientos que finalmente quedaron en 110. En 1528, la torre de la catedral fue destruida por un rayo y se procedió a construir una nueva: su altura actual es de 112,70 metros sobre el suelo.

 

 

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albi, la catedral de ladrillo más grande del mundo

La catedral de Santa Cecilia de Albi se yergue en una amplia plaza abierta en el punto más alto de una colina desde la que se domina el curso del río TarnSe trata de un poderoso monumento de ladrillo rojo construido entre 1282 y 1480 con aspecto fortificado, protegido por contrafuertes semicirculares y torrecillas cilíndricas que ejercían de arma disuasoria. Está considerada la mayor catedral del mundo de ladrillo, con 113 metros de longitud y 35 metros de ancho. Hasta dos siglos fueron necesarios para su construcción, de 1282 a 1480.

 

La austera fachada está desprovista de ornamentación, aunque exhibe la presencia de un poderoso campanario de 78 metros de altura que data del siglo XV. El interior de este templo de la región de Occitania está considerado una joya del gótico medieval francés, con una única nave de grandiosas dimensiones (113.50 m de longitud, 30 m de ancho y 40 m de alto). Acoge en los laterales 28 capillas encastradas en los muros que destacan por los frescos que las decoran, con escenas bíblicas y motivos florales. 

 

Destacan las pinturas del Juicio Final, debajo del órgano de 1736, otro de los tesoros del templo por su tamaño y la calidad de su sonido. El conjunto de estos frescos están dispuestos en espejo con los de la Creación del Mundo y Resurrección (siglo XV). A la derecha de la entrada destaca el bellísimo coro de finales del siglo XV. Santa Cecilia de Albi fue incluida en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2010.

 

 

Estrasburgo
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LA ROJIZA CATEDRAL DE ESTRASBURGO

La imponente Notre-Dame de Estrasburgo preside con su imponente belleza y monumentalidad la plaza de la Catedral, el corazón de la capital de Alsacia, rodeada por edificios históricos y un centro histórico con casas medievales que conservan sus vigas de madera. La larga historia de este Monumento Histórico de Francia (1862) y Patrimonio de la Unesco (1988) se remonta a 1015 cuando comenzó la construcción de un pequeño oratorio que fue su semilla.

 

La parte más antigua que se conserva son los antiguos cimientos bajo la capilla románica de San Lorenzo. A partir de 1176, y a lo largo de cuatro siglos, el templo fue creciendo en dimensiones y maravillas artísticas, dando como resultado algo como un compendio de todas las grandes catedrales góticas de Francia. Impresiona contemplar su famoso y estilizado frontispicio de arenisca roja de los Vosgos, con tres portadas revestidas en su totalidad por esculturas y frisos esculpidos, que son los elementos más ornamentados del templo.

 

Fue el arquitecto Ulrich von Ensingen quien modificó la estructura del edificio para que solo tuviera una torre. Eso sí, una de 142 metros de alto rematada en 1439, que hizo que durante mucho tiempo fuera considerado el edificio más alto del mundo. El interior, con una joya tras otra, combina piedra, vidrieras, rosetones y tapices del siglo XVII, tejidos al mismo tiempo que los que decoran Notre-Dame de París. 

 

 

 

Orléans
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ORLÉANS, CATEDRAL MÁS «MODERNA»

La catedral de Sainte-Croix de Orléans domina con su imponente mole el centro de la capital de la región francesa Centro-Valle del Loira. Se trata de un vasto monumento gótico que fue iniciado en 1287, aunque en parte sucumbió a un incendio de 1568. Su reconstrucción finalizó en 1829, otorgándole en ese espacio de tiempo gran variedad de estilos. Tiene una fachada en forma de «H», como Notre-Dame de París, a pesar de que su construcción comenzó posteriormente en el siglo XVII. 

 

Destacan los diversos estilos que expone su exterior en diferentes elementos, entre los que sobresalen los tres bellísimos rosetones labrados en piedra en la fachada principal. En su interior pueden admirarse 10 grandes conjuntos de vidrieras, como las que narran la vida de Juana de Arco, y un refinado coro con revestimiento de madera del siglo XVIII. Su cripta preserva vestigios de oratorios previos de los siglos IV a X.