Adiós a Barron Hilton, el magnate que revolucionó el negocio de los hoteles

Adiós a Barron Hilton, el magnate que revolucionó el negocio de los hoteles

De su fortuna, valorada en 2.300 millones de dólares, el 97% lo destinará a la fundación familiar

Paris y Barron Hilton ABC
David Alandete

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Puede que su padre, Conrad , fundara el primer hotel de la marca familiar y que su nieta, Paris, acabara convirtiéndose en el miembro más famoso del clan, pero hoy el apellido Hilton no significaría nada sin las tres décadas de gestión de la empresa Hilton por parte de Barron Hilton , fallecido el jueves en su residencia de Los Ángeles. Fue él quien hizo crecer la compañía para incluir míticos casinos de Las Vegas, quien expandió sus hoteles en miles de aeropuertos y quien ideó innovadores programas de puntos para ganarse la lealtad de los huéspedes. El resultado: en 2007 vendió la empresa a un fondo de inversión por la exorbitante cifra de 26.000 millones de dólares (23.000 millones de euros).

Conrad Hilton, padre del fallecido, abrió su primer hotel en 1919 en un pueblecito de Tejas. Tuvo cuatro hijos, y cuando el segundo, nacido William Barron Hilton (Dallas, 1927), acabó el servicio militar en la II Guerra Mundial ya tenía todo un imperio en Estados Unidos, con hoteles de norte a sur y de costa a costa. Barron siempre quiso ingresar en la empresa pero su padre, que tenía fama de duro, no era amigo de nepotismos y le dijo que mejor se buscara la vida fuera. Barron Hilton aceptó el reto e hizo una fortuna primero vendiendo zumo de naranja, luego extrayendo petróleo y finalmente alquilando avionetas. Convencido finalmente del valor del hijo, el padre le contrató en 1954.

La condición era que empezaría desde abajo, y se haría camino él sólo. Al fin y al cabo la suya era una empresa cotizada desde 1946. La primera gran operación de Barron fue un sonado fracaso: lanzó una de las primeras tarjetas de crédito de la historia, llamada ‘Carte Blanche’, y perdió con ella dos millones en apenas seis años. El fracaso le obligó a venderla a Citibank. Fueron aquellos los años más erráticos de Barron Hilton, quien entonces creó la AFL (American Football League) una liga de fútbol americano paralela a la NFL (National Football League) y compró un equipo de Los Ángeles que luego trasladó a San Diego. En 1965 llegó a un acuerdo para unificar su liga, la AFL, con la NFL, algo que dio lugar a la creación de la afamada Super Bowl, el partido final del campeonato anual.

En 1966 el patriarca le llamó al orden, le obligó a desprenderse de propiedades y cargos que no tuvieran que ver con la empresa familiar y le nombró sucesor. El primogénito de la familia, Nicky , había optado por una vida de playboy y murió a los 42 años por una enfermedad relacionada con el alcoholismo. El liderazgo de Barron Hilton, nombrado consejero delegado, duró 30 exitosos años. Lo primero que hizo fue aligerar la empresa vendiendo varios hoteles en el extranjero. Y lo segundo fue comprar dos gigantescos casinos en Las Vegas cuando ninguna empresa hotelera respetable se había atrevido a hacerlo. En unos años los ingresos del juego eran el 40% de la empresa, uno de los mayores éxitos empresariales de la historia de EE.UU.

«Leyenda y visionario»

Barron Hilton fue también pionero en un modelo de negocio conocido como ‘lease-back’ : en 1975, necesitado de liquidez, vendió las participaciones de la empresa en seis de sus mayores hoteles, pero firmó un contrato para alquilarlos y mantener el nombre Hilton, que ya era un símbolo de confort y calidad. Con esa operación Hilton disparó sus beneficios y acabó comprando de nuevo sus participaciones. Donald Trump imitó estas operaciones varias veces y no es una coincidencia que a su hijo menor el presidente le pusiera de nombre Barron.

Cuando en 2007 Barron Hilton vendió la empresa al fondo Blackstone, esta tenía 2.800 hoteles en 76 países. El magnate quedó con una fortuna de 2.500 millones de dólares, de los que donó un 97% a obras de caridad. Su descendiente más famosa, Paris Hilton , que ha preferido el mundo del cuché al de los hoteles, le despidió como «una leyenda y un visionario» . A ella, y al resto de sus herederos, Barron les ha dejado un 3% de su fortuna.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación