Florentino Pérez tiene sin duda una carrera profesional exitosa, pero su sucesión se ve cerca, dado que este año cumplió los 75 años. Como hemos sostenido desde Hispanidad, no parece que ninguno de sus tres hijos vaya a tomar el timón de sus empresas, y menos hacerse cargo del difícil negocio de la construcción, por lo que el plan sería dejarles una concesionaria, un negocio menos arriesgado y más llevadero. Así, ACS y sus filiales se irían enfocando en el negocio concesionario, la propiedad quedaría en manos de los hijos de Florentino y la gestión a cargo de un CEO. Es decir, sus hijos se quedarán, no como gestores, sino como rentistas.

El año pasado Florentino fulminó al que estaba llamado a ser su sucesor, Marcelino Fernández Verdes, quien tuvo que ratificar su renuncia en vivo y en directo: también está fuera de Hochtief , y solo le queda la presidencia de Abertis, renovación que está en el aire puesto que está desterrado por completo del Corporativo. Su sustituto como delfín es Juan Santamaría, actual presidente de la australiana Cimic, y que lleva ligado al grupo ACS desde hace 20 años en distintos puestos de dirección. Santamaría fue nombrado en mayo consejero ejecutivo de ACS. 

Santamaría gusta más en ACS que Fernández Verdes, sabe dónde tiene que actuar, dónde demostrar su mando en plaza y para qué asuntos se le requiere. Fernández Verdes intentó ponerse por encima del verdadero triumbirato de ACS: Florentino Pérez, Jose Luis del Valle y Ángel García Altozano, y eso no gustó a los tres pesos pesados que son el real núcleo duro. Es decir, son los que mandan en ACS y eso Santamaría lo tiene claro. 

Una vez solucionado lo del CEO, Florentino debe continuar transformando su negocio en una concesionaria, si en España se deshizo de Urbaser: ahora hará lo propio en Australia y venderá su participación de su filial australiana de servicios Ventia Services, en la que ACS tiene, a través de Cimic, una participación del 32,8% del capital, valorado en 460 millones de euros. Ventia es proveedor de servicios de infraestructuras esenciales.