6. Los campos de trabajo forzados del Transahariano. El exilio republicano en el norte de África

6. Los campos de trabajo forzados del Transahariano

Autores: Juan Martínez Leal y Mercedes Guijarro Antón

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Fuente original: Comité International de la Croix Rouge, Archive Central, Genève (Suisse).

Procedencia de las copias digitales: Centro de Documentación de Cruz Roja Española, Portal de Archivo.

Título original: Renseignementes officieux concernant les espagnols des Groupementes de Travailleurs Etrangers (GTE) en Algérie (Colomb Béchar et Bou-Arfa).

Título español: Listado no oficial de los españoles adscritos a las Compañías de Trabajadores Extranjeros (GTE) en Argelia (campos de Colomb-Béchar y Bouarfa).

portada listado campo Colomb-Bechar2

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Nota

Para facilitar la consulta, se presenta un único listado de internados en ambos campos ordenado por apellidos y procedencia geográfica.

Actualizado el 22 de agosto de 2023.

El eje Bouarfa-Colomb Béchar y el ferrocarril transahariano

Ampliar mapa

Mapa ferrocarril transahariano

Fuente: Victoriano Barroso, Páginas de mi diario de guerra y exilio, p. 220.

Presentamos el listado de los campos de Bouarfa y Colomb-Béchar, centros neurálgicos de lo que fue el proyecto de construcción del ferrocarril Transahariano. Ambas poblaciones distaban unos 140 km a uno y otro lado de la frontera que separaba Argelia francesa del protectorado francés de Marruecos. Bouarfa en Marruecos a unos 60 km de la frontera y Colomb-Béchar a 80 km de la frontera en territorio argelino, a las puertas del desierto sahariano. Bouarfa era el centro técnico del proyecto ferrocarril Transahariano y Colomb-Béchar su centro administrativo. Entre ambos lugares se proyectó el primer tramo del ferrocarril Mediterráneo-Níger o Merniger. Era un territorio rico en minerales y materias primas, como las minas de hierro y de manganeso en Bouarfa y las de carbón de Colomb-Béchar, en Kenadsa a 20 km, al sur [1].

Desgraciadamente no disponemos aún de un listado de los trabajadores forzados en Kenadsa, que completaría la imagen de los campos de concentración de la zona. En el territorio delimitado por estos dos polos se concentraron finalmente las 12 Compañías de Trabajadores Extranjeros (GTE), en su inmensa mayoría integradas por españoles, en las que se dividió el 8º Regimiento de Trabajadores Extranjeros, unos 3.000 hombres en total, teniendo en cuenta que cada compañía estaba compuesta por 250 hombres.  Las compañías eran inestables, debido a la movilidad entre ellas y también por los traslados por castigos, enfermedades y evasiones, como muestran tantos testimonios entre ellos los de Victoriano Barroso y Antonio Gassó (Gaskin) y el propio listado que presentamos de Bouarfa [2].

Muchas de estas compañías de trabajadores o destacamentos de las mismas se establecieron en torno al trazado de la construcción de las vías en tramos de 15 a 20 km, campamentos de tiendas en pleno desierto que había que abastecer de alimentos y agua de forma diaria. El internamiento en estos dos campos y el resto de la zona era en régimen de trabajo forzoso, con una miserable paga, durísimas condiciones de trabajo, en su mayoría de pico y pala (picar la piedra, desmontes y trasladarla para colocar las traviesas) en condiciones climáticas insufribles de calor extremo y arenas ardientes, muy deficiente alimentación, maltratos, castigos y vejámenes de los vigilantes armados. Es muy importante señalar las diferencias entre el tono y los extremos de los informes oficiales aliados de visita en los campos y en los testimonios de los propios internos que expresan mucho mejor las terribles penalidades vividas día a día durante más de dos años, especialmente en los campos disciplinarios subordinados que proliferaron en este territorio, como Méridja, FoumDefla, Ain el Ourak, o el denominado “campo de la muerte”, Hajerat M´Guil.

Cuadro resumen internos españoles de los campos de Bouarfa y Colomb Béchar (junio 1942). 

Datos actualizados en agosto de 2023.

Total internos en los dos campos (en estancia, evadidos y extranjeros)

2.036

Total  Colomb-Béchar (idem)

  845

Total Bouarfa (idem)

1.191

Evadidos Bouarfa

  359

Extranjeros, suma dos campos.

  188

Total españoles en estancia y sin contabilizar extranjeros ni evadidos

1.489

Total españoles Bouarfa en estancia y evadidos

1.068

Total españoles en Colomb-Béchar

  784

Total españoles censados (en estancia o evadidos) sin computar extranjeros

1.852

Internos de los que consta las procedencia geográfica, lugar de nacimiento

1.427

Una visión de conjunto de los listados que presentamos nos da una suma de 2.036 internos sumando los dos campos. Sobre esa suma total, 845 pertenecerían a Colomb-Béchar y 1.191 a Bouarfa incluidos en estos campos los que estaban en estancia, los evadidos y los extranjeros. A esa suma total de 2.036 habría que descontar 188 extranjeros de diferentes nacionalidades, con lo cual los españoles se reducirían a 1.848. Si descontamos también 359 evadidos que aparecen con sus nombres, nos daría un total de 1.489 españoles (físicamente) internados, presentes a la fecha del documento, a finales de junio del año 1942. De ellos, resultarían los siguientes en cada uno de los campos: 1.068 internos españoles residentes en Bouarfa y 784 en Colomb-Béchar. Aclaremos que todos los evadidos están citados exclusivamente en el listado de Bouarfa. Si esto lo tenemos en cuenta, en consecuencia, sabemos de la estancia física en Bouarfa de al menos 1.068 españoles, que tuvieron que ser más en otros momentos y también menos a partir de noviembre de 1942, como veremos. No conocemos datos de evadidos de Colomb-Béchar.

De los 1.852 españoles que estuvieron censados en un momento u otro en estos campos, consta el dato de la procedencia geográfica de 1.427 de ellos, cuya distribución por comunidades se expresan en el gráfico de procedencia de internos en los campos.

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Dado que la emigración hacia el exilio en el norte de África ocurrió fundamentalmente durante el mes de marzo de 1939, al final de la guerra civil, es natural la preponderancia de internos que proceden de la cornisa mediterránea de Levante y del Sur, especialmente de las tierras valencianas, murcianas y andaluzas, aunque habría que mencionar también el peso de las dos grandes capitales, Madrid y Barcelona.  Un gráfico más detallado por provincias nos permite aquilatar más la procedencia, destacando en especial la aportación de la provincia de Alicante, Valencia, Murcia y Málaga.

GRAF_ PROVINCIAS

Como puede observarse en el siguiente gráfico de distribución por profesiones, sobre un total de 1.379 censados, los mayores contingentes se encuentran en oficios mecánicos por un lado (todo tipo de mecánicos que aparecen en epígrafe como torneros, ajustadores, etc). Un caso especial, numéricamente el segundo después de los mecánicos, serían los agricultores, lo cual se corresponde con la España económica y sociológica de entonces y, por otro lado, a la naturaleza del trabajo de pico y pala al que estuvieron destinados la inmensa mayoría de los españoles en el Transahariano. Se trataba de mano de obra muy funcional, aunque encuadrada dentro de una categoría social demasiado genérica que agrupaba jornaleros, granjeros, cultivadores, etc. A estos habría que sumarle los que se ajustan en su declaración con el propósito de la gran empresa ferroviaria para la que trabajan forzadamente (ferroviarios, metalúrgicos, conductores, chóferes, etc). Estas categorías ya representaban prácticamente 52,4 % de las profesiones declaradas, aunque dudosamente ejercientes como tal en tiempo anterior. En “oficios varios” se han agrupado algunos oficios difíciles de agrupar en otras categorías, o mal definidos cuando las cifras bajaban de tres casos (torero, lechero, burrero, pastor, etc), aunque se ha respetado la inclusión cuando se trataba de oficios no manuales, como el caso de los periodistas, médicos, artistas, músicos, como se ve una exigua minoría. Pese a sus limitaciones, este cuadro nos ofrece una idea aproximada de ese micro universo económico y social (en masculino) que formaban los campos de concentración de trabajo forzado del Transahariano.

Graf_profesiones

Documento 1. Análisis del listado del campo de trabajo forzado de Bouarfa

portada listado campo Bouarfa
Página listado internos Cruz Roja Campo Bouarfa

Se ha manejado una copia digital procedente del CDMHS (Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca), una hoja de cuaderno apaisado que contiene la relación de internos en el campo de Bouarfa a fecha de 22 de junio de 1942/ 7 julio 1942, figurando ambas fechas en su primera página. Cada hoja contiene generalmente, en el caso de Bouarfa, doce apuntes. El listado aporta los siguientes datos básicos: Un número de orden (hipotéticamente el de registro en el campo), nombre y apellidos, nombres de los padres, lugar de procedencia (preferentemente la ciudad), fecha de nacimiento, nacionalidad, religión, oficio o profesión, procedencia (en este caso siempre prestataire, referido a la condición de prestatario  o prestador de mano de obra forzada de las Compañías de Trabajadores Extranjeros), en su inmensa mayoría encuadrados en el Regimiento nº 8 (GTE), sin detallar compañías, que eran 12) y un apartado de observaciones, generalmente vacío, pero con alguna anotación referidas a estancias en la cárcel, en el hospital o en permisos y en algún caso apuntando el deseo del prestatario de regresar voluntariamente a España. 

El listado total, incluidos evadidos y desertores, es de 1095, de los cuales 121 son extranjeros y 359 evadidos y desertores según consta al final de la lista alfabética. Españoles serían en un primer cálculo 974, sumados los que aparecen en estancia y los evadidos a la fecha de recuento del listado. Los extranjeros están incluidos en el listado original de una manera un tanto aleatoria. Todos los evadidos en el listado original, consignados también a veces como desertores, están ubicados correlativamente al final del listado alfabético. Se trata de una relación alfabética escrita a máquina, pero muy irregular con frecuentes saltos alfabéticos, incluso dentro de la propia letra del alfabeto. En cuanto a los extranjeros, los había de al menos 18 nacionalidades distintas, predominando alemanes austriacos y polacos, en torno al 60 por 100 de los 74 que tenemos su procedencia, porque 47 extranjeros del total de 121 en Bouarfa aparecen sin más datos.

De los que se conoce su religión, los 74 citados, al menos 24 eran judíos, fundamentalmente polacos, austriacos y alemanes. Resulta interesante observar, en lo referente a la religión, en el caso de los españoles, constan en su gran mayoría como católicos, solo 132 se declaran sin religión de los 703 que aparecen con datos en el listado, lo cual parece casar muy poco con la ideología de los internados en su mayoría socialistas, comunistas y anarquistas. O bien se cumplimentaba como un simple trámite burocrático por su condición a buen seguro de bautizados, o los propios internos lo declaraban profesar el catolicismo para evitar otros posibles problemas y represalias.

A falta de un vaciado más extenso, en lo que se refiere a profesiones, como se ha expuesto ya, resulta un predominio absoluto de trabajadores manuales del campo (en su mayoría eran trabajos de pico y pala) y sobre todo de la industria, artesanía y servicios: albañiles, mecánicos, carpinteros, panaderos, camareros, conductores y muchos que indican como profesión ferroviarios, seguramente buscando el mejor acomodo en el proyecto del ferrocarril. Son muy escasos las profesiones liberales o intelectuales: médicos, abogados, profesores, etc. Muy pocos como profesión constan como militares, marinos o aviadores. 

El listado está mecanografiado con muy frecuentes errores, tipográficos y de trasposición de los apellidos y nombres españoles por el funcionario francés de turno, especialmente también en los topónimos geográficos. Los contenidos son prácticamente idénticos a Colomb-Béchar, aunque aquí en Bouarfa en la procedencia se añade la integración de las compañías en el 8º Regimiento de Trabajadores Extranjeros (GTE), en las que siempre fueron mayoritarios los republicanos españoles. En las primeras páginas está detallado el personal a cargo del campo, guardianes y administrativos, 25 en total, de los cuales 13 franceses, 7 alemanes, 2 belgas, 1 argelino, 1 italiano y 1 checo. El capitán Lucien Ronget, de Dijon, 43 años, era el jefe del campo, el resto eran suboficiales de la reserva o profesionales de servicios armados. No se detallan los guardianes marroquíes o senegaleses de los que hablan los testimonios, tampoco los destinos concretos y oficios que desempañaban los internos dentro del campo.

recorte listado Bouarfa

El documento consta de un total de CV (105) páginas numeradas a lápiz con caracteres romanos.

En relación a la literalidad del documento original, indicaremos las siguientes alteraciones realizadas para facilitar la consulta:

  • Los datos se han ido introduciendo en una hoja Excel prácticamente en el mismo orden que aparecen, pero realizando un esfuerzo por dilucidar los errores de todo tipo. Cuando no se ha encontrado posibles alternativas verosímiles quedan los signos de interrogación.
  • Al contenido de lugar de origen, generalmente pueblos y ciudades, se ha añadido la provincia para facilitar la consulta y los comentarios estadísticos o gráficos.
  • Se ha excluido publicar los datos referentes a los extranjeros, puesto que la página se centra temáticamente en el exilio de los españoles republicanos. No obstante, la referencia del documento original permitirá abiertamente su consulta a petición de investigadores o descendientes.
  • El listado en pdf de los internados en ambos de ambos campos se ha confeccionado previa ordenación alfabética por lugares de nacimiento (provincias españolas y, ocasionalmente, por países para los españoles nacidos en el Protectorado de Marruecos o en el extranjero); dentro de cada provincia, se sigue una ordenación es alfabética por apellidos. No obstante, es posible realizar búsquedas por cualquier contenido del pdf.
  • En cuanto a los evadidos y desertores no aparecen más que los datos que se consignan: nombre y apellidos y en algunos casos, fecha de le evasión o deserción.
  • Finalmente, cuando no aparece el dato en cualquiera de los campos de contenido (que en el documento original aparece consignado de distinta forma) simplemente se ha dejado vacío por mantener un criterio homogéneo y cuando se trata de un posible error tipográfico en los nombres o topónimos se añade un signo de interrogación. De la misma forma, todas las observaciones que aparecen pertenecen al documento original.

Notas históricas sobre el campo de trabajos forzados de Bouarfa

Bouarfa- Familia Pozo

Foto: Herederos Juan del Pozo Santiago. Cedida por Eliane Ortega Bernabeu. 

Bouarfa (o Bou Arfa) se encuentra en el noreste de Marruecos, entonces protectorado francés, a 296 kilómetros al sureste de Oujda, muy cerca de la frontera con Argelia. El descubrimiento de manganeso y otros minerales en sus cercanías lo convirtió en un importante centro de asentamiento e industria minera de Francia. La administración colonial inició la explotación de los recursos naturales de Bouarfa en 1913 en Ain Beida. El gobierno francés también desarrolló una red de ferrocarriles que conectaba la región con los puertos del Mediterráneo. En 1941, el gobierno de Vichy construyó un conjunto de campamentos de tiendas de campaña y cuarteles alrededor de Bouarfa; estos campos satélites eran Aïn al-Ouraq, Foum-Defla y Tamlelt. El campo de Bouarfa y sus satélites sirvieron como campos de trabajos forzados y de disciplina para prisioneros políticos y judíos, los más grandes diseñados principalmente para fines de internamiento en el África francesa.

Bouarfa se construyó en donde un desfiladero se abría a la llanura y se extendía a lo largo de las orillas de un arroyo seco, a una altitud de 1.300 metros sobre el nivel del mar. Estaba compuesto por siete grandes edificios hechos de tejas y vigas de madera. La Chemins de Fer de la Méditerranée au Niger, abreviado Merniger desempeñó un papel clave en su establecimiento. Bouarfa se abrió primero como un campo de internamiento para refugiados españoles tras el final de la guerra civil en 1939. Las autoridades coloniales francesas decidieron utilizar a los refugiados confinados en Bouarfa-Tamlelt como trabajos forzados, cuando se retomó el proyecto de construcción del ferrocarril Transahariano.

En enero de 1941, los republicanos españoles fueron asignados a la construcción del ferrocarril que conectaba Bouarfa con Kenadsa, que sería el primer tramo de un ambicioso proyecto de más de 3.000 km, que pretendía unir el Mediterráneo desde Argel con el océano Atlántico en Dakar, cruzando las profundidades del desierto del Sáhara. 

El 30 de julio de 1942, el Dr. Wyss-Dunant, representante del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), registró las siguientes estadísticas sobre los trabajadores forzados en Bouarfa: españoles (694), alemanes (21), italianos (11), austriacos (19), belgas (5), argelinos (2), apátridas (2), húngaros (1), holandeses (2), rumano (1), yugoslavo (4), griego (1), portugués (2), francés (2), ruso (4), brasileño (1) y cubano (1). Son cifras que se aproximan mucho (771 en total) a las que se presentan en nuestro listado si prescindimos de los datos de los fugados, que seguramente no se computan en el informe del doctor Wyss-Dunant.

Mapa trazado ferrocarril Transahariano

Mapa del proyecto de trazado del ferrocarril Transahariano.

Fuente: Biblioteca de la Universidad de Burdeos

Los presos dormían en camas con resortes, un colchón y una manta fabricados por la Cía. Mediterranean Niger Company. La comida incluía un promedio de 600 gramos (1,3 libras) de pan por día y de 600 a 700 gramos de carne por semana. Había una cantina donde se podían comprar suministros, así como una sala donde se realizaban actividades y se permitía la recreación por la noche, incluida la escucha de una radio. Aunque había escasez de libros y periódicos en español, los trabajadores tenían acceso a una pequeña biblioteca. Después de un año de trabajo, a los internos se les permitía una licencia de 12 días, pero prohibiéndoles viajar a los grandes centros urbanos. Se construyó un pequeño hospital no lejos del campo, que proporcionaba servicios de salud para los internados y un sacerdote llegaba al campo para celebrar la Misa todos los domingos.

El primer subcampo de Bouarfa fue Aïn al Ouraq, un campo disciplinario a unos 60 kilómetros (poco más de 37 millas) al oeste de Bouarfa por la carretera que lleva a Colomb-Béchar. Sirvió como el principal campo de castigo para los trabajadores forzados de Bouarfa. Establecido cerca de una mina, los presos dormían y trabajaban al aire libre mientras construían los barracones.

Bajo el capitán Abala, los detenidos padecieron tres tipos de castigos severos. En el primer tipo, el prisionero era atado y golpeado repetidamente con la culata de un rifle. En el segundo tipo de castigo, conocido como “la tumba (le tombeau)”, se obligaba a un preso a dormir en un hoyo durante 25 a 30 días bajo la vigilancia de un soldado senegalés. El movimiento fuera de la “tumba” acarreaba que el preso fuera golpeado con una piedra, con la culata de un rifle o disparado. Finalmente, la “jaula del león”, también conocido como “el cuadrilátero” era un cubo de 1,80 metros rodeado de hilos de hierro con púas. Los prisioneros solo podían ponerse de pie o acostarse. Los presos castigados solo recibían 100 gramos (3,5 onzas) de pan y agua al día. Estos castigos o torturas se repitieron en muchos otros campos disciplinarios.

El segundo subcampo de Bouarfa fue Foum-Defla. En mayo de 1942, las autoridades francesas vendieron el terreno del campo de Aïn al-Ouraq a un árabe notable por la cantidad de 100.000 francos y en su lugar abrieron el campo de Foum-Defla. Este campo estaba ubicado a 15 kilómetros (9,3 millas) al este de Bouarfa, junto a un riachuelo seco del mismo nombre. Aproximadamente 50 reclusos trabajaban principalmente en el ferrocarril, 10 horas diarias por las que cobraban 8 francos.

Como campamento temporal, la mayoría de sus estructuras eran tiendas de campaña; los trabajadores dormían sobre esteras de paja y se les proporcionaba una sola manta. La comida era inadecuada (y menos que la proporcionada en el campo de Bouarfa). El agua tuvo que ser transportada desde fuera del campamento. Los trabajadores fueron sometidos a algunos de los peores tratos, incluido el castigo de la tumba y la jaula del león. Un médico visitaba el campo una vez por semana; el campo de Bouarfa abastecía a la enfermería de medicinas y suministros

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Procedencia: Archivo Richard Rodríguez

Emilio Díaz Reverte en BouArfa

Republicanos españoles en Bouarfa. El tercero de pie por la izquierda: Emilio Díaz Reverte "Sandalier". Procedencia: Archivo familiar de Miki Comellas.

Campo Bou Arfa

Archivo de la Democracia. Fondo ADAR, Archivo Miguel Diego Carrera

Marabouts en Bou-Arfa

Procedencia: Archivo Richard Rodríguez

Tortura tumba en el Campo de Bou Arfa

Tumba de castigo en Bouarfa

El tercer subcampo de Bouarfa fue Tamlelt, un pequeño recinto construido inicialmente para instalar a los republicanos españoles, ubicado cerca de la mina de manganeso de Tamlelt. Las autoridades coloniales francesas utilizaron refugiados extranjeros como trabajadores forzados. Más tarde, durante la guerra, Tamlelt albergó principalmente a disidentes alemanes de la Alemania nazi. Los registros del American Friends Service Committee (AFSC) contienen muchos expedientes individuales de prisioneros que pasaron un tiempo en Bouarfa y sus subcampos. Un caso ilustrativo es el expediente de Ernest Sello, interno que intentó huir del campamento de Bouarfa en septiembre de 1941. Como castigo tras su apresamiento, fue enviado a Aïn al-Ouraq. Después de experimentar una serie de duros castigos en Aïn al-Ouraq, incluido pasar un tiempo en la tumba, regresó al campo de Bouarfa, donde fue nuevamente encarcelado. El capitán Avelin y el comandante Janin intentaron deportarlo a la Alemania nazi, pero el médico del campo de Bouarfa intercedió a su favor. Debido a su mala salud, fue enviado al hospital de Oujda en enero de 1942, donde le amputaron ambos pies como resultado de las torturas.

En el listado de Bouarfa se reflejan en el apartado de observaciones aquellos internos que fueron enviados a la prisión de Oujda como castigo a los movimientos de protesta de mediados de  mayo 1941 y de junio de 1942, promovidos por los presos españoles contras la mala alimentación, el trabajo agotador y el denigrante trato de los vigilantes y de la dirección de algunos de estos subcampos. Al parecer las protestas estallaron cuando en el campo de Méridja se castigó a los internos sin agua varios días como represalia por la fuga de seis internos. Desesperados, trataron de asaltar las cisternas y los guardias dispararon y hubo heridos de bala. Llegaron refuerzos de otros campos y se redobló el castigo de alimentos y torturas, todo lo cual desató una huelga de solidaridad en los otros campos. (3)

Los datos posteriores que se poseen de Bouarfa son ya los informes que realizaron los miembros de la Joint Comissión de las Fuerzas Interaliadas para solucionar la situación de los internos de los campos de concentración del norte de África después del desembarco de noviembre de 1942. Se aprecia desde los primeros informes de enero-febrero de 1943 un descenso del número de internos forzosos, aunque las cifras son a veces confusas. El informe del 18 de marzo de 1943, contabilizaba 592 españoles internos y el del 11 de abril se reduce a 441 españoles. Un informe de marzo de 1943, la Comisión evaluaba en 5.600 los antifascistas refugiados en el norte de África en todos los campos, de los cuales 3.200 era republicanos españoles. El 27 abril de 1943, por una orden del general Giraud, fueron clausurados todos los campos y suprimidas las Compañías de Trabajadores Extranjeros. Sin embargo, en lo que se refiere a los campos del Transahariano, ante la falta de otras opciones más satisfactorias, muchos quedaron trabajando para el Merniger, ahora con contratos que mejoraban las condiciones salariales y laborales, hasta que finalmente se suspendieron las actividades de este descomunal proyecto que tantos sufrimientos comportó. 

Documentos 2 y 3. Análisis de los listados del campo de trabajo de Colomb-Béchar

portada listado campo Colomb-Bechar2

Portada del expediente del GTE nº 21 (Archivo del CICR, Signatura C G2 IBB 021).

caratula CB 22

Portada del expediente del GTE nº 22 (Archivo del CICR, Signatura C G2 IBB 022).

Los listados de internos de este campo disponibles en el Archivo del Comité Internacional de Cruz Roja (CIRC) están contenidos en dos expedientes diferenciados, correspondientes a los Grupos de Trabajadores Extranjeros número 21 y número 22, que suman un total de 845 internos, de los cuales 784 eran españoles y 61 extranjeros.

El primero y más extenso de los expedientes, con signatura C G2 IBB 021 y fechado el 30 de junio de 1942, contiene una lista de 685 españoles y forma parte del expediente conjunto del GTI número 21, que incluye también los datos del campo de Bouarfa previamente analizados. En agosto de 2023 el Archivo de la Democracia ha incorporado al listado conjunto de los campos del Transahariano las referencias de 99 internos españoles en el campo de Colomb-Bechar, pertenecientes al GTE número 22, localizado también en el Archivo del CIRC (Signatura C G2 IBB 022) y fechado el 1 de julio de 1942.

El listado conjunto completo, así como los datos y gráficas publicadas en esta web, ha sido actualizados teniendo en cuenta esta ampliación.

Ambos listados del campo de Colomb-Bechar presentan una estructura de datos idéntica y un formato de hojas pautadas que contienen la relación de internos españoles y extranjeros, en cuyas primeras páginas se recogen las referencias de los jefe de  unidad y del personal de vigilancia. Las anotaciones con los datos de los internos ocupan una línea en cada caso siguiendo en general un orden alfabético de apellidos. 

La primera página del expediente del GTE número 21 cuenta con una portadilla con el encabezamiento “Groupement de Travailleur C. Espagnol et Etranger. Groupe nº 21” y el título: “Etat nominatif des T.C.E. comptant à l’effectif à la date du 30 Juin 1942. Colomb Béchar”. Consta también la firma del Jefe de Grupo nº 21 y el número de efectivos, incluidos los extranjeros, que asciende a 747. En las primeras líneas se referencia el personal directivo y vigilantes del campo, que asciende a un total de 13. El Jefe de Grupo era Jules Pipet, nacido el 25 de marzo de 1894 en La Gaude, en los Alpes Marítimos franceses, por lo que contaba con 50 años en aquel momento. A continuación, en la jerarquía había 2 adjuntos, el primero de ellos ruso apátrida; dos subjefes (nacidos en Hungría y Alemania respectivamente) y 8 vigilantes, uno de los cuales era un valenciano, Eduardo Buil.

Del total de 747 hombres censados, apenas un 7% corresponde al contingente no español de trabajadores forzados, con un total de 15 nacionalidades representadas: alemanes (21), italianos (8), austriacos (3, de los cuales uno hace constar su condición de ex austriaco), rumanos (3), belgas (3), eslovacos (2), albanés (1), argelino (1) argentino (1), holandés (1), húngaro (1), norteamericano (1), polaco (1), ruso (1) y yugoslavo (1).

La portadilla del expediente del GTE número 22 presenta el título "Etat nominatif à la date du 30 juin 1942, 1º Des cadres, 2º des travailleurs", en cuyo pie consta la fecha de 1 de julio de 1942 y la firma y sello del Jefe del Grupo nº 22, François Dewez, lugarteniente francés nacido en Paris en 1896. El cuadro de mando consta de 7 personas, cinco de ellas de nacionalidad francesa, un suizo y un alemán. El número de prestatarios registrados asciende a 112, de los cuales 99 son españoles (82%) y los 13 internos restantes corresponden a diversas nacionalidades europeas: 3 polacos, 2 alemanes y un interno de cada uno de los siguientes países: Letonia, Checoslovaquia, Austria, Portugal, Luxemburgo, Rusia, Italia y Bélgica.

Ambas listas están manuscritas, con una caligrafía bastante legible, si bien contiene faltas de ortografía y diversos errores en los nombres de los lugares de nacimiento, lo cual ha dificultado en algunos casos identificar correctamente el topónimo y, por lo tanto, la asignación de la provincia correspondiente.

Los campos recogidos en las listas de Colomb-Bèchar son los mismos que para el campo de Bouarfa. No obstante, se detectan algunas diferencias de criterio a la hora de cumplimentar algunos de ellos. Por ejemplo, llama atención que en los listados de Colomb-Bèchar conste en el 100% del censo de españoles su condición de católicos, por lo que pensamos que el funcionario que cumplimentó los datos quizá asignara la religión católica por defecto a la totalidad del contingente español. 

En general, ambos listados apenas cuentan con observaciones que aporten datos adicionales sobre las circunstancias de los internos. En el documento 1 se han hecho anotaciones en 9 fichas, en 5 ocasiones para hacer constar su procedencia de Marruecos, en 3 casos el traslado a hospitales (Bouarfa, Colomb-Bechar y Argel) y solo en la ficha de un estudiante gallego se ha anotado su solicitud de repatriación. En el documento 2 se anotan 5 traslados a hospitales, un caso de deserción y otro de solicitud de repatriación.

Lista internos campo Colomb-Bechar

En el apartado relativo a las profesiones declaradas por los internos, también en el campo de Colomb-Béchar hay preeminencia de trabajadores no cualificados o de baja cualificación. No obstante, en este campo cabe señalar la existencia de personal sanitario entre los internos, en concreto 1 enfermero y 3 médicos, entre los que se encontraba el médico valenciano Ángel Esquembre Carrera, considerado un ángel benefactor según testimonios de exiliados, que el 17 de junio de 1942 fue trasladado desde el campo al Hospital de Argel, en el que murió poco tiempo después. Entre los internos españoles también es relevante la presencia de 7 profesores, 2 abogados, 1 periodista y 10 militares.

Notas históricas sobre el campo de trabajo forzado de Colomb-Bechar

La ciudad argelina de Colomb-Béchar, hoy denominada simplemente Béchar, está situada al pie del monte Béchar, en el borde del desierto del Sáhara, a 748 kilómetros al suroeste de Argel y aproximadamente 58 kilómetros al sur de la frontera con Marruecos. Fue creada en 1903 por la Administración francesa con finalidad militar y estratégica, tras la ocupación de la región por las tropas bajo el mando del General francés Hubert Lyatey, a partir de un conglomerado de pueblos ya existentes en las orillas del Oued Bechar.

Según se recoge en la Encyclopedia de Camps and Ghettos, la ciudad albergaba a principios de los años cuarenta del siglo XX el centro de mando del territorio del sur de Argelia, en donde residía la administración de múltiples centros existentes a lo largo de la frontera marroquí-argelina y donde se ubicaron muchas estaciones de la línea férrea de la Mediteranean Niger Company (o Mer-Niger).

Colomb-Bechar-Vista aerea

El campo Colomb-Béchar fue abierto en 1939 como centro de detención y campo de trabajo para varios grupos de trabajadores extranjeros, con un fuerte predominio de “spaniards”, dedicados principalmente a la construcción de las vías del ferrocarril Transahariano y contaba con campamentos satélite a lo largo del trazado de la vía.

El 2 de agosto de 1942, unos meses después del censo de “efectivos” internados en este campo, el informe para la Cruz Roja Internacional realizado con motivo de la visita del Dr. Wyas-Dunant,) aporta datos sobre las condiciones de vida observadas en este campo:

- Campo: consiste en barracones construidos en piedra en cada una de los cuales se alojan 50 hombres. Las camas no disponen de colchón y cada interno cuenta con dos mantas.

- Comida: 500 gm. de pan por día, carne 4 días a la semana, medio litro de vino por comida, postre jueves y domingo.

- Ropa: pantalones cortos, dos camisas y sandalias para el verano y un traje de trabajo para el invierno.

- Trabajo: desde las 6 a.m. hasta 11 a.m. y desde las 4 p.m. hasta las 6:30 p.m.

- Salarios: 1.400-1.500 francos al mes para trabajadores especializados; 5,25 francos más pago de bonificación por día a los no especializados.

- Enfermería: pueden disponer de dos médicos de la empresa Mer-Niger en el Hospital de Béchar. Las enfermedades menores son atendidas por un enfermero en la enfermería del campo.

- Biblioteca: ninguna. Se necesitan libros en español. En cambio, cuentan con programas recreativos y musicales, juegos de fútbol y ajedrez.

- Culto: en la iglesia de Colomb-Béchar.

- Entrevistas (sin testigos): la mayoría se quejan de la baja calidad de la comida. Preguntado el jefe del campo al respecto, responde que la suma de 13,25 francos por hombre al día no es suficiente y que debería aumentarse a 15 francos.

El informe también recoge que muchos internos podían enviar dinero a sus familias, señal de que los trabajadores estaban bien pagados según el criterio del informador de Cruz Roja Internacional.

En contraste con este informe aséptico y poco crítico, los testimonios en primera persona recogidos en diarios y memorias de republicanos españoles que estuvieron internados en el campo de Colomb-Béchar proporcionan una versión más realista de las inhumanas condiciones a la que estaban sometidos.

Dr Edouard Wyas-Dunant

Dr. Edouard Wyas-Dunant

Campo Colom-Bechar

Miguel Jiménez Aguilera y otros compañeros en Colomb-Béchar

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Cartilla de Antonio Gassó Fuentes "Gaskin". Archivo de la Democracia, Fondo ADAR.

Entre los libros de memorias destacamos el Diario de Gaskin, publicado por Laura Gassó, hija del piloto republicano Antonio Gassó a partir del diario (incompleto por faltar las primeras hojas) que se inicia a principios de 1941 en el campo de Colomb-Béchar, en el que relata día a día una larga lista de penurias referidas a la falta de ropa y calzado, el intenso frío y el calor asfixiante, los fuertes vientos (siroco) que tiraban las tiendas en mitad de la noche, el hambre, la comida insuficiente y vomitiva, las enfermedades (diarreas, fiebres, bronquitis…) y la ausencia de medicinas, el trabajo extenuante, el maltrato y castigos por parte de jefes y vigilantes, el poco dinero ganado que debía gastar en obtener algo de comida para compensar la deficiente alimentación, las riadas que se llevaban el campamento debido a las fuertes lluvias, etc. En medio de tanta miseria y humillación, le salva la solidaridad entre amigos y compañeros, las fiestas de Navidad organizadas por los internos, la correspondencia con su familia y la esperanza de una vida libre.

Tras el desembarco aliado, los informes de la Joint Comission, tras la visita a los campos entre marzo abril de 1943, estimaban en 372 españoles los recluidos en el campo de Colomb-Bechard, 251 en Kenadsa y 300 españoles en Bouarfa, ya mejoradas sus condiciones de vida. La pesadilla de los campos del Transahariano llegaba a su fin.

Notas

[1] En Kenadsa, la compañía de Trabajadores Extranjeros nº 8 estaba formada por refugiados españoles. Cuando el Dr. Wyss-Dunant, representante del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) visitó el campo, el 3 de agosto de 1942, informó que había 600 detenidos: 300 judíos alemanes y austríacos, 280 españoles y polacos y las 20 personas restantes en representación de otras nacionalidades.

[2] Laura Gassó: Diario de Gaskin. Un piloto de la República en los campos de concentración africanos (1939-1943). L´Eixam edicions, Valencia 2013. Ángel Freire Freire (ed). En nombre de la libertad. Victoriano Barroso: páginas de guerra y exilio (1936-1945). Silex ediciones. Madrid 2104.

[3] Como resultado, se desviaron al campo de Méridja. También en el campo había 47 prisioneros españoles que se rebelaron en junio de 1941 contra el duro trato de los guardias. Los guardias les dispararon, hiriendo a dos internos. Cuando seis internos intentaron escapar del campo de Méridja, los guardias castigaron colectivamente a los prisioneros privándolos de agua durante días a pesar del calor del verano. Después de algunos meses, las autoridades francesas decidieron trasladar a los internados al subcampo de Bouarfa en Marruecos en Aïn el-Ourak. Unos 18 internos murieron de malaria y desnutrición antes de que el grupo llegara a Aïn el-Ourak.

Fuentes

Comité International de la Croix Rouge, Archive Central, Genève (Suisse)./ Comité Internacional de la Cruz Roja. Archivo General Ginebra (Suiza)./ Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca (CDMHS).PARES./Sign. ACICR, G2_IB_B,21I. /Informes de la Joint Commission for Political Prisoners and Refugées. Leo Baeck Institute (LBI). New York-Berlin. / The United States Holocaust Memorial Museum ENCYCLOPEDIA OF CAMPS AND GHETTOS, 1933–1945 General Editor Geoffrey P. Megargee, Volume Editor Joseph R. White Contributing Editor Mel Hecke. Indiana University Press. Indianapolis (USA). / Peter Gaida, Les camps de Vichy en Africa française du Nord. Ed. P. Gaida,2014./ Web The documentation Center of North African Jews, https://northafricanjews-ww2.org.il/en