Avi Arad, el hombre más odiado de Hollywood
El creador de la serie animada Kong: el rey de los monos es el responsable de la reciente invasión de superhéroes en el cine
Cualquier espectador que siga con interés las películas protagonizadas por superhéroes que llegan con regularidad y sin pausa a las salas de cine de todo el mundo debería conocer su nombre. Y agradecerle por los esfuerzos de haber hecho populares hasta a los menos conocidos personajes de los cómics de Marvel. Sin embargo, no son muchos los que saben que detrás de las primeras adaptaciones a la pantalla grande de historietas comoX-Men, El Hombre Araña y Hulk estuvo el productor Avi Arad. Tal vez la falta de reconocimiento del público tenga que ver con el enfrentamiento entre Arad y los más poderosos estudios de Hollywood, que lo transformaron en uno de los hombres más odiados de la industria del cine. Tanto que Arad salió a buscar nuevos horizontes, los que encontró en Netflix, donde volvió a las bases: el contenido para niños con la serie animada Kong: el rey de los monos, ya disponible en la plataforma de streaming.
"Avi está totalmente loco", decía uno de los ya infames mails de los estudios Sony que fueron hackeados, que revelaron el despiadado detrás de escena de la fábrica de sueños y películas.
Se trataba de un intercambio entre uno de los responsables de controlar la suerte de las nuevas películas de El Hombre Araña y Kevin Feige, mandamás de Marvel y antiguo empleado de Arad, dispuestos a sacar del medio al poderoso empresario que se negaba a ceder los derechos del personaje creado por Stan Lee.
Duro negociador y millonario desde que se hizo cargo de salvar Marvel Comics a mitad de los años 90, Arad se negaba a aflojar su control sobre cada uno de los aspectos de las películas que producía, y no sólo los jefes de los estudios empezaron a tildarlo de loco o a cuestionar sus decisiones creativas. También los fanáticos de las historietas y las películas derivadas de ellas pusieron en duda las intenciones del productor, convencidos de que no estaba preocupado por ser fiel a las historias y los personajes que ellos aman, sino por seguir ganando dinero a su costa.
Aunque parezca extraño cuando se está hablando de un negocio muchas veces millonario por donde se lo mire, además de los críticos y los fans, también quienes trabajaron en sus proyectos contribuyeron a crear la leyenda de Arad como el responsable de la "muerte" de la saga cinematográfica de El Hombre Araña. Así, el compositor James Horner, que había escrito la banda de sonido para El sorprendente Hombre Araña -el relanzamiento del personaje de 2012-, reveló en una entrevista que los productores (o sea Arad) no estaban interesados en las opiniones del director que habían contratado (Marc Webb) y que lo único que querían era acción y más acción, hasta el punto de desechar cualquier sugerencia de Webb o del propio Horner.
Lo cierto es que después del fracaso de taquilla y público de El sorprendente Hombre Araña 2, Arad fue relegado a ser una figura decorativa en el futuro del personaje que ahora quedó en manos de Feige y los suyos. Entonces, este viejo lobo de mar dio un paso al costado, luego de refutar todos los rumores de su salida de Marvel y de autodeclararse como el gran cerebro detrás de todas las películas del estudio desde Iron Man en adelante, y salió en busca de nuevos horizontes. Y, quizás, de una muy dulce venganza.
El rey de la selva
"Es para chicos de cinco años en adelante. Creo que está en esa franja porque hay mucha acción en la historia y como es Netflix los padres pueden controlarlo y poner las restricciones que les parezcan si no quieren que lo vean los más chicos. La idea del programa es usar a Kong como un embajador para la preservación del ambiente y de los animales salvajes. Y para acercar dos grupos: los naturalistas y los futuristas pueden coexistir. Se trata de entender que no debemos perder algo que nunca podremos recuperar. Para que yo me involucrara en el proyecto tenía que haber un mensaje, un contenido. Los chicos se van a divertir mucho con el relato de amistad entre un chico y el simio gigante." Así presentaba Arad a Kong: el rey de los monos, en su visita a Buenos Aires junto con toda la comitiva de estrellas de Netflix. Mientras fuera del hotel los fanáticos gritaban por Ashton Kutcher y adentro todos querían la selfie con Michael Kelly, de House of Cards, el productor de 67 años se acomodaba tranquilo en uno de los sillones del lobby sin que nadie lo molestara. A alguno tal vez le habrá llamado la atención su acento que aún conserva ciertos sonidos de su hebreo natal o su gorra negra con el logo de The Punisher, uno de los tantos personajes de Marvel que puso en pantalla y que Netflix acaba de relanzar en la segunda temporada de Daredevil.
"Netflix se dio cuenta de que es muy buena idea construir su negocio a partir del público infantil. Y la competencia también prestó atención a la estrategia. HBO compró los derechos para hacer Plaza Sésamo, que es una institución en el entretenimiento infantil, pero la señal premium no es el lugar más natural para el programa. Pensá en los chicos que busquen el ciclo en HBO y se crucen con el resto de la programación del canal que no es apta para ellos. En el caso de Netflix eso no sucede porque los padres setean la plataforma para sus hijos. Lo más importante es que los chicos quieren ver sus programas favoritos en el momento en que están disponibles y con Netflix ya no hay peleas porque están disponibles todo el tiempo", explica Arad con un tono amable pero firme. No deja lugar para cuestionamientos el veterano de la Guerra de los Seis Días que dejó su Israel natal para cursar la universidad en los Estados Unidos. Un hombre duro al que cuesta imaginar viendo una y otra vez Frozen, la más reciente obsesión de su nieta de cuatro años. "Cada vez que escucho esas canciones me dan ganas de vomitar", dice con una sonrisa, que intenta suavizar sin éxito sus declaraciones.
"Los estudios tradicionales deberían estar preocupados por Netflix. Los avances tecnológicos hicieron que podamos reproducir las condiciones de calidad y avances del cine en nuestros livings. Netflix es una organización muy decidida y vamos a ver cómo avanzan sobre la industria del cine."
¿Y usted será parte de ese avance sobre la industria del cine?
-Tal vez, si Netflix se porta bien.
Biografía de un superproductor
Avi Arad
Profesión: productor
Edad: 67 años
Origen: Israel
Primera etapa
En 1996 se hizo cargo de Marvel Comics y salvó al estudio de la ruina al vender los derechos cinematográficos de muchos de sus personajes.
Segunda etapa
Creó Kong para Netflix y ya está trabajando en una segunda serie animada para la plataforma.