Ubicado en el apacible valle del Oise, por el pueblo de Auvers-sur-Oise pasaron en el siglo XIX muchos artistas famosos. Cézanne, Corot, Daubigny y Daumier encontraron inspiración en este entorno campestre y pintoresco, pero Van Gogh fue sin duda quien dejó la huella más profunda.
Los paneles situados por todo el pueblo recuerdan la obra de los impresionistas que dejaron su huella en este lugar. Tres grandes circuitos se ofrecen a los visitantes, ya sean entendidos o profanos: el itinerario Van Gogh, el itinerario Daubigny y el itinerario de los Impresionistas.
En el itinerario Van Gogh puede acceder a la habitación del Auberge Ravoux, denominada ahora Casa de Van Gogh, en donde el artista pasó los dos últimos meses de su vida en 1890. Después de su muerte, no ha vuelto a ser alquilada, conservando su estado primigenio. También podrá recogerse en su tumba, en el cementerio situado en lo alto del pueblo, donde reposa junto a su hermano Theo, o contemplar en el parque que lleva su nombre la estatua esculpida por Ossip Zadkine en 1961. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción también fue inmortalizada en su famoso cuadro "La iglesia de Auvers".
En el itinerario Daubigny, pintor paisajista, descubrirá su Casa-Taller, con las paredes completamente pintadas. Etiquetada como "Casa de Ilustres", la casa, al igual que su jardín, está declarada Monumento Histórico.
En cuanto al recorrido de los Impresionistas, le conducirá a lugares inmortalizados por Van Gogh, Pissaro, Cézanne o el aduanero Rousseau. No deje de visitar la Casa del doctor Gachet, amigo de algunos de estos grandes nombres del arte pictórico, y pintor él mismo. En este sitio romántico a más no poder, Van Gogh pintó dos de sus obras principales: "El hombre con pipa" y "Retrato del doctor Gachet".
Durante su paseo, descubrirá el castillo de Auvers-sur-Oise, edificado en el siglo XVII, que le invita a deambular por las alamedas de su jardín francés y a perderse en su laberinto de emparrados. El interior del castillo está dedicado a la pintura y la historia del impresionismo. Tampoco se pierda "La casa del colgado", pintado por Paul Cézanne en 1873, uno de los tres lienzos que presentó en la primera exposición impresionista de 1874.
Si quiere prolongar su periplo en este lugar fascinante, existen varias rutas de senderismo para dar un bucólico paseo por campos y bosques, o a lo largo del río Oise.