CD Tenerife, dos maneras de empezar

Cualquier etapa de diez jornadas de la temporada 23/24 parecerá poca cosa si se compara con la que aprovechó el Tenerife en el inicio del curso para ponerse líder de Segunda División. De los 30 puntos por los que compitió en el arranque de la Liga, el equipo blanquiazul sumó 21, más que ningún otro participante. Ese comienzo contrasta con el que ha tenido el representativo en la segunda rueda del calendario. Ya se ha consumido una decena de fechas de esta mitad y el saldo es de 10 puntos.

El Tenerife de finales de agosto, septiembre y parte de octubre, fue capaz de ganar siete partidos. Por contra, perdió tres. En esa fase no empató ni una vez. Empezó pisando fuerte, superando al Oviedo en casa y al Huesca fuera, pinchó en el Rodríguez López con el Real Zaragoza, se recuperó con un pleno ante el Andorra y el Albacete –visitante y local–, cayó en El Molinón, venció al Espanyol en el Rodríguez López, encajó un 3-0 en Eibar y coronó ese esprint con dos victorias seguidas en la Isla, frente al Racing de Santander y Burgos.

En el camino al liderato, marcó doce goles –cuatro de Gallego y Roberto López, dos de Ángel y uno de Waldo y Luismi– y recibió siete –tres en un mismo partido–.

La segunda vuelta –con calendario asimétrico– llegó para el Tenerife como una oportunidad para salir del bache en el que había entrado en noviembre y diciembre. ¿Qué mejor que tres encuentros de cuatro en el Rodríguez López para recuperar algo de terreno? Pero la reactivación no se produjo. En medio de la hipnótica Copa del Rey –eliminatorias ante Las Palmas y Mallorca–, los de Asier Garitano encadenaron dos derrotas, con el Elche (0-1) y el Sporting (1-2), y otros tantos empates a cero, frente al Levante en Valencia y con el Andorra. La mala racha se alargó en La Cerámica (1-0) y se cortó con el ajustado triunfo casero frente al Eldense. A continuación, lo más reciente:1-1 en Alcorcón, 2-1 al Mirandés, el 4-2 en El Sardinero y el 0-0 con el Huesca.

De la vigésima segunda fecha a la trigésima primera, el Tenerife avanzó al ritmo de un punto por semana para acumular diez. La producción ofensiva bajó respecto al tramo inicial de la primera vuelta: quedó en siete tantos anotados, en este orden, por Corredera, José León, Sergio, Gallego, Luismi Cruz (1), Roberto López y Nacho, uno cada uno. El número de goles en contra pasó de siete –al principio– a diez.

El Tenerife es el peor parado en el cotejo de las dos fases del calendario formada por las diez primeras jornadas de cada vuelta (-11), seguido del Zaragoza (-10), Albacete (-8) y Villarreal B (-7). En cambio, los que han experimentado un mayor crecimiento reflejado en puntos son el Cartagena (+15), Elche (+11), Huesca y Oviedo (+8).

En lo que queda, si el Tenerife repite los mismos números entre la duodécima jornada y la vigésima primera, resumidos en 10 puntos, terminará el curso con 51 para amarrar la permanencia, sin más.

De momento, ya se ha alejado del objetivo que planteó Asier Garitano cuando fue presentado como entrenador del Tenerife, aquello de «llegar a Semana Santa cerca de los mejores», o lo que es lo mismo, a las diez últimas jornadas. En el supuesto más favorable, los blanquiazules se asomarán a esa recta final –cuando, como suelen decir los actores principales, se decide todo– a seis puntos del sexto clasificado. Para ello tendrá que ganar en el campo del Espanyol y que se produzca un apagón colectivo de los aspirantes a ocupar la sexta plaza, algo poco probable dada la alta competencia existentes entre los que tienen su objetivo en colarse en la promoción.