Críticas de Ariane (1957) - FilmAffinity
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Ariane

Comedia. Romance La inocente Ariane Chavasse (Audrey Hepburn) es seducida por un playboy millonario norteamericano llamado Frank Flannagan (Gary Cooper). Pero éste ignora que el padre de la chica es el detective privado Claude Chavasse (Chevalier). (FILMAFFINITY)
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Críticas 57
Críticas ordenadas por utilidad
6 de diciembre de 2006
70 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entrenida y, a ratos, bastante divertida comedia romántica de Billy Wilder, aunque en mi opinión en absoluto comparable a sus obras maestras. Esta película presenta ciertamente un emotivo romance combinado con momentos muy divertidos (especialmente los relacionados con el cuarteto de cíngaros), asi como un encantador retrato de la ciudad del amor, París.
El guión, primera colaboración Wilder-Diamond, es digno de sus autores, la fotografía excelente y en cuanto a los actores todos muy bien, menos uno. Y es que Gary Cooper queda muy mayor para el personaje que interpreta, y provoca que en ningún momento resulte creible su romance con Audrey Hepburn. Este es un fallo importante, que sin duda Cary Grant hubiera resuelto, ya que para creerte las locuras provocadas por el amor primero tienes que creerte que haya amor. Y yo no me lo creo. En definitiva, película aceptable y, en cierto modo, injustamente olvidada y desconocida, aunque, no dire fracasada, si por debajo de sus posibilidades.
José_Arcadio_Buendía
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17 de junio de 2008
50 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta comedia romántica de ambiente parisino y ritmo pausado, iluminada por el encanto singular de Audrey Hepburn, es la primera de las fecundas colaboraciones entre Wilder y el guionista Diamond.

Ariane, una cándida estudiante de música, queda subyugada por la figura de un maduro playboy, Frank Flanagan, multimillonario americano que, mientras recorre el mundo atendiendo negocios, seduce a mujeres de toda edad y condición, sin preocuparse por los eventuales escándalos. Sus costumbres dan tarea a detectives privados allí por donde va. Uno de ellos, en París, es el padre de la estudiante (Chevalier).
En sus dossieres profesionales, repletos de informes sobre Mr. Flanagan, curiosea ella.
El amor romántico-soñador intenta triunfar contra corriente, en un contexto dominado por el estilo hedonista, hecho de relaciones efímeras y aisladas, coleccionables. Tan adverso medio obliga a Ariane a un complejo despliegue estratégico.
Se resistirá a ser convertida en conquista fácil y desechable, un trofeo en la pared del cazador.
Haciéndose valer, empieza por no revelar su nombre, que se quedará en la inicial. Para seguir, da rienda suelta a una ágil fantasía: inventa una identidad nebulosa y ficticia, capaz de competir en seducción con el galán a cautivar.
Creciéndose en la dificultad, alivia un miedo del espectador: que todo consistiera en un caso de inocencia arrollada por un casanova sin escrúpulos.

Las edades de los personajes, tan diversas, desequilibran un tanto el argumento.
Por otra parte, que Audrey Hepburn parezca más joven de lo que es (27), y que Gary Cooper (55) parezca más viejo, lo desequilibra un poco más (Cooper fue la segunda opción, tras la de Cary Grant, fallida).
Por momentos, el intérprete aparece demasiado mayor para encarnar a un seductor tan irresistible a los ojos de una jovencita virginal.
Ese inconveniente explica la frecuencia con que el rostro del actor sale en sombra.
Y probablemente el que, siendo “Ariane” un gran film, el público no lo respaldase.

Un cuarteto zíngaro que aparece con gran asiduidad ambienta los galanteos de Mr. Flanagan en el Ritz. Que interpreten casi exclusivamente la pieza “Fascinación” (los otros personajes la tararean a menudo, además), llega a volverlos monótonos.
Pero no sólo intervienen como músicos; también como bebedores, en la antológica escena de la mesita rodante, una de las varias escenas memorables que “Ariane” ofrece, como todas las buenas películas de Wilder.
Archilupo
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24 de septiembre de 2006
41 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Justo en el mismo año de la realización de su obra maestra "Testigo de Cargo", Wilder estrenó también esta deliciosa cinta sobre la sempiterna historia del amor...

De hecho Wilder, como bien se encarga de introducirnos en el prólogo de la cinta, nos presenta distintas formas de amor..., y precisamente en la ciudad del amor, París...

Con una más que brillante fotografía en blanco y negro a cargo de William C. Mellor ("Gigante" y/o "La historia más grande jamás contada" entre otras muchas), en escenarios bastante focalizados de París como el hotel Ritz en la plaza Vendome, explanada octogonal de esquinas truncadas en cuyo centro se alza la columna Vendome inspirada en la columna Trajana de Roma y como homenaje a las victorias de Napoleón en terreno alemán..., y donde en la suite número 14 se hospedaba uno de los protagonistas...

...O la Rue Mallenbranche, en la margen izquierda del Sena donde habitan los otros dos protagonistas de esta estupenda historia de amor...infravalorada pero realmente estupenda y deliciosa, y a la altura de las grandes comedias de Wilder y de siempre...

Con música de Franz Waxman ("Sospecha" y/o "Rebecca" entre otras)...son las canciones tocadas por el inolvidable cuarteto zíngaro entre copas de Champagne, y de 9 p.m a 10 p.m en la suite nº 14 del hotel Ritz durante una o dos semanas en París, las que quedarán grabadas a fuego en la mente del espectador...

Para abrir repertorio "La ardiente Paprika"...para continuar con algo de Franz Liszt..., una o dos czardas... y sobre la diez menos cinco de la noche terminar con el viejo vals vienés de "Fascinación"...

En definitiva una de las grandes obras del maestro absoluto de origen vienés y semita, brillantemente narrada, con una deliciosa puesta en escena y unas actuaciones espléndidas, a pesar de la edad de un Gary Cooper en franca decadencia física...

...Y es que París se diferencia de las otras grandes ciudades del mundo como Londres o NY básicamente por dos cosas; la comida y el amor...un amor de distintos tipos, aunque el narrado aquí se catalogue como un amor ilícito pero resulte igualmente delicioso...

I M P R E S C I N D I B L E.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
burton
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22 de julio de 2007
36 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Audrey Hepburn, gracias por esa sonrisa brillante y llena de ángel que traspasa la pantalla y hace guiños a almas sensibles y soñadoras como la mía. Decir que Ariane es una película para dejar soñar a la imaginación más romántica del mundo es quizá una manera sencilla de definir el momento para ver esta deliciosa película. Escenas que quizá alguna vez entre sueños te pareció protagonizar con aquel imposible amor surgen en esta película ante ti, dejando escapar suspiros, sonrisas y todo aquello que conmueve a los sentimientos de quien los posea. La recomiendo para todos aquellos que se dejaron fascinar por Audrey y de vez en cuando le devuelven la sonrisa a través de sus películas, la recomiendo a quienes no la conocen y sienten hambre de dulce, de sueños y de sensibilidad. La recomiendo a todos aquellos y aquellas que simplemente han tropezado con estas líneas y a los que no dieron el traspié sino que fueron caminando directamente hacia ellas. Simplemente, al igual que el nombre del famoso vals, Ariane es pura "Fascinación".
pilar
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24 de mayo de 2009
28 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por si yo creía que ya Wilder no podía maravillarme más de lo que lo había hecho, pues resulta que nunca es tarde para llevarse nuevas sorpresas.
Un amigo y yo decidimos sacar del baúl de los recuerdos y desempolvar esta obra poco conocida del genio. Pensábamos dedicarle un ciclo a Audrey, nuestra admirada, delgaducha y bella actriz belga y reina de la elegancia y de la dulzura en el celuloide.
Yo, que siento debilidad por las comedias románticas, sobre todo si me llegan a las fibras del corazón, hasta ahora no sabía lo que me había perdido al no haber tenido conocimiento de que existía esta preciosidad.
Pero, como mi amigo me comentó antes de que yo la viera, "tienes mucha suerte de no haberla visto aún, porque tras la primera vez desearías que hubiera otra primera vez para ella".
Y es cierto. Yo, como todos, desearía que hubiera otra primera vez para tantas películas, y para tantas cosas... Por eso, la primera vez en la que uno recibirá un hermoso regalo será tan especial y tan única que querremos guardarla en el cofre de los tesoros, y que fuese como cuando rebobinamos un vídeo para regresar a una parte que nos gusta volver a ver, pero que también pudiésemos rebobinar nuestra memoria, borrar el trozo grabado en ella y experimentar de nuevo todo ese torrente de emociones.
Otra primera vez.
Quisiera regresar atrás y que mi mente olvidara el atrevimiento de esa chica que osa enamorarse de un galán maduro y donjuán y, pese a su juventud e inocencia, entrar como una digna contrincante en el juego del amor sin figurar como una simple muesca más en un cinturón repleto de muescas. Tocar ante las narices del seductor impenitente la arriesgada melodía que él ya ha tocado tantas veces, pero mejorándola considerablemente porque ella la toca con todo su amor y su sentimiento, y procurando que él no advierta que esa música es puro amor, para proteger su corazón de mujer enamorada y que no sea arrojado como si fuese una cáscara vacía. Se adelantará, con audacia, a esos pasos mecánicos y calculados, intentando cazar al cazador en sus propias redes...
Un alarde de cine prodigioso alimentado por la imagen de un París de ensueño, la Ciudad del Amor, sin apenas salir de una modesta casa y de una suite del Ritz. Por la extraordinaria interpretación de Maurice Chevalier, el veterano actor que ofrece el complemento perfecto como padre amoroso, divertido y adorable. Por la inextinguible magia de Audrey, que con ese rostro de ángel, esa silueta menuda y breve y con esa capacidad para transmitirlo todo con una mirada, con esos ojos que son el mundo entero, basta para llenar cada rincón.
Por Gary Cooper, por esa ternura que provoca la confusión en un hombre que es perro viejo y que creía sabérselas todas, y que pasa por la vida huyendo, para encontrarse por fin con alguien que romperá todos sus esquemas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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