El tira y afloja de Luis Pérez con la afición del Real Valladolid: "Soy de mecha muy corta, pero no es agradable recibir insultos constantemente"

Está siendo una temporada extraña en el Real Valladolid. Pese a los altibajos vividos durante la campaña, el equipo se sitúa colíder a falta de cinco jornadas, en puestos de ascenso directo a LaLiga EA Sports. No obstante, y aunque ha mejorado algo con los buenos resultados, la afición y el club no tienen la unión que ambas partes desearían. Es lo que ocurre con Ronaldo Nazário, si miramos al palco —aunque no suele estar—; con Paulo Pezzolano, si miramos al banquillo; o con algunos jugadores, como Luis Pérez, si miramos al campo.

Más allá del rendimiento deportivo de Luis Pérez, cuestionado en varias ocasiones, se suma la entendible impotencia de una afición que ha visto descender a su equipo dos veces en las últimas tres temporadas. Desde que el utrerano llegó en 2020, el club ha vivido una gran inestabilidad institucional, social y deportiva. Y el lateral, que como él mismo dijo en una entrevista, es "de mecha muy corta", en varias ocasiones ha tenido algún roce con algunos aficionados que también se encargan de buscarle las cosquillas.

Esta misma temporada, el futbolista andaluz se ha visto envuelto en discusiones con gente en la grada que han generado, a su vez, mucho revuelo y más críticas en redes sociales. El pasado septiembre, cuando el rendimiento deportivo del equipo lo llegó a situar en puestos de descenso a 1ª RFEF, Luis Pérez se acercó a un aficionado mientras se dirigía al túnel de vestuarios del José Zorrilla tras finalizar la primera parte del encuentro ante el Cartagena. Hasta que varios compañeros y cuerpo técnico le acompañaron al vestuario, el jugador mantuvo una acalorada discusión con un hombre que, según el futbolista, le insultó mencionando a su madre.

Los dos protagonistas, horas después, se manifestaron en redes sociales acerca de lo sucedido. Luis pidió perdón a la afición por encararse a un aficionado y aseguró que "la gente tiene que entender que somos personas y no es agradable constantemente escuchar insultos". "A veces nosotros vivimos situaciones duras y estas cosas no ayudan", terminó aquel mensaje. Por su parte, el aficionado se pronunció pidiendo perdón al futbolista y al resto de la afición. "Reconozco mis fallos y pido perdón. No he actuado como debe actuar una persona con principios", admitió el joven que, eso sí, quiso puntualizar que en ningún momento mencionó a la madre del jugador.

La temporada continuó y, pese a la mejora en la clasificación, la afición fue muy crítica en muchos episodios con el equipo y sobre todo con el entrenador y la directiva. En una entrevista concedida en febrero en Onda Cero, Luis Pérez criticó esta actitud: "A raíz de cambios en el club que no nos competen a los jugadores, la gente está quemada y lo paga con nosotros. Me jode cuando vengo a hacer mi trabajo y me están jodiendo a mí", afirmó el jugador, que admitió que es en esos momentos cuando entiende que la afición se ponga en su contra por su manera de reaccionar. "Deberían apoyar y pitar al final, porque no es agradable que en el minuto seis te estén pitando o gritándole a nuestro entrenador", terminó diciendo.

Luis Pérez no dejó de ser diana de críticas e insultos, a las que él ha hecho algún guiño en redes sociales y en el campo con algún gesto. En este culebrón, el último capítulo llegó en el último partido, jugado en casa frente al Huesca. Tras la victoria del Pucela y mientras el equipo lo celebraba en el césped, Luis Pérez se acercó a una banda para hablar con la seguridad del estadio. Visiblemente molesto con el comportamiento de algunos aficionados, el lateral señaló e indicó a los trabajadores la zona de la que había recibido insultos.

Incluso su compañero Anuar Tuhami se acercó a hablar con él y trató de calmar su enfado. Tras esto, la seguridad se movió a la zona señalada por el jugador e identificó a algún aficionado. Aun con el pasar de los meses y el ascenso del Real Valladolid más cerca que nunca, el lateral derecho titular, con contrato hasta 2025, no se aleja de las polémicas con una afición que, todo sea dicho, tampoco le da tregua.