Luis de Jagellón - un jovencito en el trono checo

Luis de Jagellón

Los cincuenta y cinco años durante los cuales la dinastía de los Jagellones permaneció en el trono checo no correspondieron a las épocas más significativas de la historia del país. Hay que admitir, sin embargo, que durante su reinado prevalecieron en las tierras checas más las Musas que las armas. El primero de los Jagellón, Vladislao II, murió en 1516 dejando tras sí a su hija Ana, de trece años, y al heredero del trono de diez años, el futuro rey Luis. Las esperanzas depositadas en éste y al mismo tiempo último Jagellón en el trono checo se disiparon en 1526 en las ciénagas cerca de la ciudad húngara de Mohács.

Luis de Jagellón
En el año 1502 el rey Vladislao de Jagellón, un solterón de 45 años, por fin se casó. Contrajo matrimonio con Anne de Candal, condesa de Foix, emparentada con el rey francés, que no era muy guapa y era un poco mayor que él. Diez meses más tarde, en julio de 1503, la pareja real tuvo una hija, Ana. Y tres años después, en julio de 1506, vio la luz del mundo el sucesor del trono - el príncipe Luis.

Su llegada al mundo le costó a la madre la vida. La reina murió en el período de sobreparto probablemente a consecuencia de la fiebre pauperal. Vladislao, que amaba profundamente a su esposa, cayó en una larga y grave depresión. Al recuperarse un tanto pugnó por asegurar al pequeño Luis la hegemonía en Bohemia y Hungría.

Sobre todo en lo concerniente a Hungría no resultaba nada fácil. El obstáculo no residía en que el príncipe fuera menor de edad, sino en que la nobleza exigiera que el rey de Hungría fuera de origen húngaro. Intentando que se olvidara el pasado eslavo del heredero, Vladislao hizo que Luis fuera educado por tutores húngaros.

Hungría consintió al final coronar al niño de apenas dos años como rey húngaro. Ello sobre todo para adelantarse a los checos que estaban más atentos a los intereses dinásticos de Vladislao. Cuatro meses después de la coronación en Hungría, en octubre de 1508, Vladislao abandonó con sus dos hijos la Buda húngara, ciudad donde residía y donde hacía estragos la peste, y partió con su comitiva para Praga.

La coronación en Praga se celebró el 11 de marzo de 1509. A Luis le faltaban cuatro meses para cumplir los tres años, tenía la cara afectada por la viruela que acababa de pasar, y cuando le colocaron en la cabeza la diadema de oro de San Venceslao lloró a lágrima viva. A la ceremonia asistía su hermana, la princesa Ana. Se puso también a llorar y sólo pudo tranquilizarla su padre quien por un momento le prestó la corona real.

La visita de la familia real a Praga con motivo de la coronación fue la última de Vladislao. El rey muere el 13 de marzo de 1516, después de haber designado como tutores de su sucesor, Luis, que aún no había cumplido los diez años, a su hermano Seguismundo, rey de Polonia, y al emperador Maxmiliano.

¡Desgraciado el imperio en el que reina un niño!, suspiró un cronista de la época. Para los siguientes diez años - de 1516 a 1526 - se convirtió en soberano de Bohemia y Hungría un jovencito guapo, que en realidad no tenía muchas posibilidades de responder a las esperanzas depositadas en él.

Luis de Jagellón
Todo lo relacionado con Luis era prematuro. Se dice que nació prematuramente. Empezó a hablar muy temprano. Creció con demasiada rapidez. Se convirtió en rey siendo un niño pequeño. Asumió el gobierno sin poder ejecutarlo. Se casó pronto, le empezó a crecer la barba temprano, su cabello se puso prematuramente gris. Y falleció a una edad en la que los demás maduran, poco después de cumplir 20 años.

La realidad es que ya de joven Luis mostraba más energía y puede que más capacidades para gobernar que su padre. Por otra parte, en su carácter se reflejaron los modales de un niño mimado. Se sentía extraordinario y predestinado a la misión divina de gobernar un gran imperio. Desde muy pequeño podía hacer todo lo que deseaba y disponía de todo.

Así que también posteriormente, más que sus obligaciones del rey, le interesaban los entretenimientos y diversiones que ofrecía la vida palaciega. Borracheras, partidas de caza, despilfarros ... Y la corte vivía, como en los tiempos de su padre, a crédito.

Pasaron varios años hasta que Luis lograra imponer su deseo de visitar el reino checo - en la primavera de 1522. Su única estancia en Praga fue al mismo tiempo su viaje de bodas que realizó con su joven esposa María de Habsburgo.

¿Quién era María de Habsburgo? Nieta de los reyes católicos, hija de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, nació el 17 de septiembre de 1505 en Bruselas. Ddebido a que un año después de su nacimiento murió su padre y la madre se sumergió en la locura, fue educada en la corte de su tía Margarita que gobernaba en los Países Bajos.

Como esposa para el heredero del trono checo y húngaro, Luis de Jagellón, la escogió su abuelo, el emperador Maxmiliano I. El contrato entre el emperador y el rey Vladislao II sobre el matrimonio de sus descendientes fue firmado en julio de 1515. La boda de María, de diez años, y de Luis, un año menor, se celebró en la catedral de San Esteban de Viena. Los jóvenes empezaron a vivir juntos en 1521.

Un año más tarde partieron, pues, de Buda a la capital del reino de Bohemia - Praga. Allí el joven rey intentó renovar su autoridad real. Obligó a algunos acreedores a devolverle el patrimonio y los señoríos empeñados de la corona. Las cortes checas le asignaron un presupuesto generoso para que pudiera pagar los gastos de la corte real y las astronómicas deudas, pero también financiar la guerra contra el expansivo sultán turco Solimán.

Y ello pasó a ser fatal para Luis de Jagellón. Las tropas turcas se acercaban. Los condes húngaros no lo tomaron en serio, rechazando lanzarse a la lucha sin el rey. Y el rey prometió entrar en campaña, pero en el momento decisivo lo abandonó la mayoría de los aliados.

La batalla decisiva tuvo lugar el 29 de agosto de 1526 cerca de la ciudad húngara de Mohács. Al ejército turco que contaba con 55 mil hombres se opusieron unos veinte mil cristianos.

El joven rey, que no entendía mucho de arte militar, incitado por las opiniones de sus comandantes, dio la orden a un ataque frontal de la caballería. A los noventa minutos todo se acabó. Textualmente dicho, los turcos aplastaron al ejército checo. La lujosa armadura de Luis se convirtió en su ataúd. Bajo circunstancias no aclaradas lo hundió en las ciénagas de Mohács.

María de Habsburgo, enviudada, se refugió primero con la corte en Presburgo y en 1531 se trasladó a Bruselas donde desempeñó, como antes su tía Margarita, el cargo de gobernadora de los Países Bajos. Mostró un gran talento político. Transcurridos veinte años volvió a España, y allí murió el 18 de octubre de 1558, a sus 53 años y después de 32 años de ser viuda.

Pero volvamos todavía al año 1526. Dos meses y medio después de la trágica batalla de Mohács, los restos mortales de Luis de Jagellón fueron trasladados a la ciudad de Székesfehérvár y el 9 noviembre de 1526 sepultados.

"Sobre la infeliz batalla y la muerte del rey Luis en Mohács", así suena el título de una canción, que es al mismo tiempo considerado como el primer reportaje de guerra y cuya melodía quedó registrada en las más antiguas notas imprimidas en Bohemia, editadas por la imprenta praguense de Mikulás Konác de Hodiskov en 1526.

El rey Luis de Jagellón murió sin descendientes y el trono checo quedó vacío. Pero no por mucho tiempo. El 26 de octubre de 1526 fue elegido rey de Bohemia el esposo de la hermana del rey fallecido, Ana de Jagellón, y hermano de María de Habsburgo, Fernando I, de 23 años. La dinastía de los Habsburgos se instaló en el reino checo por los siguientes casi 400 años.