Amarildo le permitió a Brasil ganar su segunda Copa del Mundo

Historias de las Copas del Mundo: Amarildo, el reemplazo del irremplazable

Amarildo, delantero de la selección de Brasil en el Mundial de 1962. / @fifaworldcup
Amarildo, delantero de la selección de Brasil en el Mundial de 1962. / @fifaworldcup
La principal motivación que impulsó al delantero brasileño para brillar en tierras chilenas, fue saber que tenía que suceder a nada más y nada menos que a Pelé. 
Historias de las Copas del Mundo: Amarildo, el reemplazo del irremplazable

Brasil llegaba al Mundial de Chile 1962 con la vitola de máximo favorito, para revalidar el título conseguido cuatro años antes. Vicente Feola ya no estaba como seleccionador, por consiguiente se esfumaba la posibilidad de que el entrenador igualara la gesta de Vittorio Pozzo, como el segundo entrenador en ganar sucesivamente el campeonato organizado por la FIFA tal y como lo hizo el italiano en 1934 y 1935. Sin embargo su sustituto, Aymoré Moreira contaba con la base ganadora que se impuso en Suecia, con Pelé y Garrincha a la cabeza, bien respaldados por el veterano Didí, el goleador Vavá y el puntero izquierdo Mario Zagallo. 

El plan de Moreira no tenía muchas variaciones, porque estaba prácticamente toda la plantilla campeona del mundo, pero en un país con tanto talento, es imposible que a la selección no se le sume alguna novedad, entre las que destacan dos prometedores futbolistas: Jair da Costa del Portuguesa y una de las estrellas en ciernes del Botafogo,  el joven Amarildo.  

No se esperaba mucho de ninguno de los dos, porque llegaban como suplentes de Garrincha y Pelé respectivamente, pero por cosas de la vida, O Rei recayó de una lesión muscular durante el encuentro frente a Checoslovaquia, en la fase de grupos en el Estadio Sausalito de Viña del Mar. ¿Cuál fue el resultado? El mejor jugador del mundo se quedaba en el dique seco por el resto del campeonato. 

El endemoniado Amarildo aparece contra la España de Helenio Herrera

Con apenas tres puntos en dos encuentros a los sudamericanos le tocaba enfrentarse a la experimentada España, que aunque no contaba con Alfredo Di Stéfano, que se quedó sin disputar ni un solo minuto por lesión, aún tenía un arsenal de jugadores que eran capaces de poner en serios aprietos al vigente campeón del mundo, gracias a los talentos de Francisco Gento, Joaquín Peiró, Ferenc Puskas y de Luis Suárez.

El colchonero Adelardo puso adelante a los ibéricos en el minuto 35 pero cuando todo parecía indicar la victoria de los europeos, Amarildo puso de cabeza al partido con dos goles que clasificaron a Brasil en el primer lugar del grupo 3, que también lo conformaban México y la ya citada Checoslovaquia.

Garrincha toma la batuta

Durante años en Brasil se preguntaban quién era el mejor futbolista de la gigantesca nación sudamericana. El mundo apostaba por Pelé pero el país se dividía entre partidarios del jugador del Santos y otros por Garrincha, el ángel de las piernas chuecas o Mané (diminutivo de Manoel)  que hacía de las suyas con el Botafogo. La lesión del atacante privó al torneo de presenciar a esa dupla hacer de las suyas, entre Amarildo y el habilidoso extremo oriundo del estado de Río de Janeiro, se hicieron cargo de la canarinha.

Garrincha no tuvo un inicio prometedor, pero a partir de la segunda fase se desató. Tras el triunfo sobre España, llegó el turno de Inglaterra. Zagallo desde un tiro de esquina puso el balón en la cabeza del siete brasileño para poner el 1-0. En la segunda parte con el partido empatado 1-1, un tiro libre de Mané no fue controlado por el guardameta inglés y acto seguido Vavá colocó el 2-1. 

El 3-1 definitivo fue obra de Garrincha gracias a un certero disparo de larga distancia, que puso de vuelta a casa a los europeos. Tres días después le tocaba el turno a los dueños de casa. Chile con Leonel Sánchez en el Estadio Nacional de Santiago, recibían al gran favorito, que no tardó mucho para poner tierra de por medio frente a sus rivales. El único lunar de la victoria de los visitantes fue la expulsión de Garrincha, sin embargo una petición del presidente chileno, Jorge Alessandri y aupada por la propia afición de ese país, le permitió al mejor puntero derecho del planeta, jugar el choque decisivo, como lo informó la FIFA en un artículo informativo años atrás. 

A los nueve minutos comenzó la fiesta canarinha y como no podía ser de otra forma, Garrincha abrió la lata, para decepción de las 76.594 personas que colmaron el coso de la capital del país andino.  Zagallo colgó el esférico en el área y después de una chilena fallida de Amarildo, el siete visitante no perdonó un rebote de Eladio Rojas, con un auténtico metrallazo. 

Después el propio goleador del cotejo asistió a su compañero Vavá para el 3-1 y aunque los australes descontaron por intermedio de Leonel Sánchez, la chapa de campeón mundial se terminó imponiendo para dejar el partido 4-2.

De nuevo Amarildo

No crean que el habilidoso delantero tuvo malas actuaciones después de su fantástica aparición ante España. No, nada que ver. Lo que ocurrió es que las actuaciones de Garrincha fueron tan buenas, que muchas veces las increíbles maniobras de Amarildo quedaban en un segundo plano y de paso, tampoco anotó más goles, hasta que marcó en el mismísimo partido definitorio contra los checoslovacos.

Amarildo celebrando su gol junto con Garrincha, Vavá y Zagallo. / @fifaworldcup
Amarildo celebrando su gol junto con Garrincha, Vavá y Zagallo. / @fifaworldcup

Los europeos se pusieron adelante con un tanto de Josef Masopust, pero en el minuto 17, gracias a una internada veloz por la banda izquierda de Amarildo terminó con el balón en el fondo de la red, engañando al portero Viliam Schrojf con un disparo que inicialmente parecía un centro con la zurda, tras una escapada en la que dejó atrás a sus marcadores. 

Esa diana sirvió para empatar las acciones y también para que los brasileños tomaran el control de las acciones. Posteriormente llegaron las dianas de Zito y Vavá, para que la Copa Jules Rimet se quedara nuevamente en manos de los sudamericanos por cuatro años más. Sin Pelé y sin Garrincha en la final, pero con Amarildo

¿Qué dijo Amarildo sobre su meteórica aparición en Chile?

Pelé y Amarildo abrazándose después de conseguir la Copa del Mundo de 1962. / @fifaworldcup
Pelé y Amarildo abrazándose después de conseguir la Copa del Mundo de 1962. / @fifaworldcup

Después de la grata impresión que dejó en tierras chilenas un año después. El atacante salió de Brasil para incorporarse al fútbol italiano, en una larga carrera en el país de la bota, que comenzó con el AC Milan y que continuó con la Fiorentina y la Roma hasta 1972. 

Una vez fue entrevistado sobre su actuación en el Mundial de 1962 y al ser consultado sobre su participación en la selección brasileña dijo lo siguiente: "Yo era el reemplazo para el irremplazable, que era Pelé” y además recordó, que gracias a Aymoré Moreira fue que anotó el primer gol de los suyos en la final, que muchos pensaban que fue por casualidad.  “Mirá, Amarildo (dijo Moreira), este portero siempre sale antes que crucen el balón”. Sabias palabras que le sirvieron para allanar el camino hacia el bicampeonato. @mundiario 

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