Comentario película: «ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS» | 4 Camino BCN

Alicia inicia de nuevo un viaje al mundo inconsciente para encontrar respuestas a sus cuestiones de vida mecánica. Es un viaje que ya realizó, pero que no recuerda. Por un tiempo hay una separación de la virtualidad donde vivimos para adentrarnos en esa parte de la conciencia que normalmente se manifiesta mientras estamos en el estado de sueño en la cama. El inconsciente, libre del control de la mente formatoria nos envía mensajes y respuestas en nuestro camino de autodescubrimiento, en forma de símbolos, metáforas, como en esta historia la dualidad de las dos reinas, la locura contagiosa del sombrerero loco, la sabiduría de la oruga Absolem, la espada, el dragón, etc.

En este país mágico lleno de posibilidades incomprensibles para nuestra forma habitual de pensar viven nuestros miedos, temores ocultos, incertidumbres, pero también nuestro potencial sin descubrir, valores, virtudes, capacidades que desconocemos. Este país de maravillas vive dentro de nosotros, pero no lo visitamos de manera consciente, aparece de forma espontánea, porque no tenemos control en el nivel de ser que estamos ahora.

Cuando caminamos por la ciudad y vemos obras en el asfalto que dejan al descubierto tuberías, conductos, válvulas, cables, etc., que normalmente están ocultos y no vemos, es como otra ciudad invisible a nuestros sentidos, como el inconsciente de la ciudad, pero que ejerce influencia sobre la ciudad que es visible, en la que vivimos cotidianamente.

Para entrar en este mundo inconsciente y pasar por la puerta tenemos que dejar atrás las viejas vestiduras, la forma antigua de pensar y construir otra nueva que nos permita interpretar los nuevos significados. Un traje psicológico a medida para las nuevas experiencias.

Ser Alicia es volver a recordar ese ser más esencial, más despierto, encontrar el tamaño adecuado para cada momento, hasta tener el definitivo, el real como un yo permanente desde donde pensar, sentir o actuar. El conocimiento, la enseñanza, el maestro, en forma de espada, armadura, compañeros de viaje, todo está listo para que Alicia inicie este viaje de recordarse y enfrentarse al olvido, al sueño psicológico, ese Dragón o Galimatazo que tiene a todos bajo su poder. Como decía el autor de Cuarto Camino Claudio Alejandro Moragas, las condiciones en las que cada uno se encuentra en su vida son las mejores para iniciar este trabajo.

Uno de los personajes de este mundo de maravillas dice: “es la verdadera Alicia”, pero la sabía oruga Absolem, le dice: “no del todo”. Creo que viene a decir que la vida ordinaria la había sumergido en el sueño y había olvidado su parte esencial.