El éxito sindical en las negociaciones con una empresa se fundamenta en el juego en equipo. Así lo defiende
Alfredo Morales Vidarte, recientemente reelegido presidente del comité de
Volkswagen Navarra tras la victoria electoral de
UGT. “La multinacional te hace ver cada día la responsabilidad que recae sobre tus hombros, porque cualquier decisión que tomes puede
afectar a la vida de 5.000 personas. Lo que pretende muchas veces es intentar desestabilizarte para conseguir sus objetivos”, explica.
Le habrá tocado gestionar muchas situaciones difíciles estos años, ¿no?
Muy difíciles. Afecta mucho a nivel personal. Necesitas contar con un alto nivel de energía y esa energía tiene que ser tan constante en el tiempo que muchas veces incide en tu propia salud.
¿Cómo lo lleva?
Hay que permanecer siempre alerta y estar al tanto de las situaciones externas y la negociación interna con la dirección. De lo que hagamos no solo dependen las 5.000 personas que estamos dentro de Volkswagen Navarra, sino otras 12.000 más de fuera.
Y aún así afronta otros cuatro años al frente del comité. ¿No se le agotan las baterías?
Debes estar muy fuerte psicológicamente y eso es algo que no se puede soportar para siempre. Es un nivel de exigencia que solo puede durar un tiempo. En mi caso, he anunciado que, tras este reto tan importante en los cuatro años que vienen por delante, hay que dar paso a una renovación. Tendrá que tomar el relevo gente que pueda seguir manteniendo ese nivel de energía y exigencia en la sección sindical y el comité.
¿Existe una fórmula para aguantar la presión de unas negociaciones en la que se ponen en juego inversiones millonarias y miles de empleos?
Tienes que estar muy preparado y no solo eso. Hay que contar con un buen equipo a tu alrededor. Nuestro éxito se basa en esconder la debilidad y ampararnos en las fortalezas de cada uno de nosotros para complementarnos. Cuando alguien que está sentado enfrente te dice que estás bajo un barril de pólvora, créeme que eso asusta.
Ha tenido que relacionarse con distintos gobiernos estos años. ¿Cuál es su experiencia?
Siempre hemos sido bien atendidos. No tenemos predilección por nadie, pero en cada momento decimos lo que pensamos. En alguna situación eso les favorecerá y en otras no. Nuestro único interés es simplemente defender los intereses de la plantilla de Volkswagen Navarra, a todo nuestro entorno y, por supuesto, a nuestra comunidad.
DNI
Alfredo Morales Vidarte nació en Pamplona el 25 de diciembre de 1971, aunque pasó toda su infancia y juventud en Larraga, donde estudió en el colegio público San Miguel, aunque cursó 7º de EGB en Jesuitas de Javier. Hijo de María Julia Vidarte Argaña, ama de casa, y de José Morales Rada, trabajador de Luzuriaga en Tafalla y agricultor, tiene dos hermanas y un hermano mayores que él: Pili, Nieves y José. Está casado con Estíbaliz Piudo Echávarri, que trabaja como pescatera en Lerín, y tiene un hijo de 16 años (Anai). Tras acabar el colegio, Morales comenzó a estudiar automoción en Peralta, pero lo dejó para empezar a trabajar en el campo como peón. Posteriormente retomó su formación, algo que compaginó con un empleo en la construcción y, a partir de 1996, consiguió que le contrataran en Volkswagen Navarra. Tras seis meses como eventual, pasó a fijo en el taller de motores, donde permaneció diez años hasta que pidió el traslado a chapistería, área a la que sigue asignado en la actualidad. Al poco de entrar en la fábrica, se afilió a UGT porque se sintió arropado por sus delegados cuando tuvo que afrontar algún problema. Poco a poco comenzó a colaborar más activamente con la sección sindical y desde 2006 se encargó de mantener el contacto entre los delegados como responsable de acción sindical. En 2014 pasó a encabezar la candidatura de las elecciones sindicales por UGT y, desde entonces, ha sido el presidente del comité de la mayor empresa industrial de Navarra.