Cuando el sol se aprestaba ocultarse, un episodio de sangre se presentó en la zona comercial del municipio de Maicao. Todo comenzó al llegar una motocicleta de color negro con tres ocupantes, quienes pretendían realizar un atraco en un establecimiento comercial de la localidad fronteriza.
Inicialmente, se tropiezan con el vigilante, quien no permite que estos entre al mismo y se apoderen de lo que efectivamente a él le corresponde resguardar. Uno de los jóvenes lo encañona, intimidándolo para que entre al establecimiento y así tener ellos el control para cometer el hurto.
Ante la negación del ciudadano Manuel Alfonso Blanco, vigilante informal del establecimiento de razón social El Papá de los Celulares, se origina un forcejeo en donde uno de los jóvenes acciona un arma de fuego y la hace percutir en tres oportunidades, dirigiendo el cañón contra la humanidad el guardián, quien fallece.
En el procedimiento los policiales logran conocer que los capturados son presuntos afamados delincuentes quienes son reconocidos en su mundo como responsables del delito de hurto en diferentes modalidades.