Durante el 2019, bajo la conducción de Gustavo Alfaro, ahora entrenador de Costa Rica, el cuerpo técnico de Boca medía el rendimiento de su plantel con una herramienta de inteligencia artificial que estudiaba a sus jugadores bajo tres grandes parámetros que luego se unían en un análisis integral: táctica, técnica y físico. 

La herramienta, llamada K Sport, tenía una especie de semáforo que indicaba los valores de cada jugador en colores. Cuando indicaba el verde, quería decir que estaba por encima del promedio. En el plano de la técnica, por ejemplo, significaba que el jugador conseguía resolver una determinada situación de juego en menos tiempos que el resto. Cuando era amarillo, quería decir que tenía variantes buenas y otras no tanto. En el plano de la táctica, podía indicar que a veces conseguía buenos posicionamientos para recibir el balón con poca marca o en situaciones favorables. Pero a veces no. Y, si era roja, representaba que el jugador estaba por debajo. En el caso del físico, por ejemplo, podría ser que el jugador realizaba menos traslados a máxima intensidad que el resto.

En esa época, Brighton le pedía al cuerpo técnico de Boca los informes de un jugador que había comprado hacía poco por unos 9 millones de euros. En la planilla de Alexis Mac Allister, en ese momento de 21 años y a préstamo en el club argentino, solo se veía el color verde, métricas que representaban a un jugador top de Latinoamérica preparado para competir en cualquier otra liga del mundo. 

"El caso de Alexis fue muy llamativo en ese momento porque llegó a un contexto de Boca en un momento complicado, porque fue poco después de la derrota en la final de la Libertadores con River en 2018. Fue un año complejo desde un montón de cosas en el que un jugador no siendo del seno de Boca que tenga ese rendimiento te marca su calidad de profesional y como jugador integral. La planilla de Alexis era realmente toda verde", dice a FIFA Alejandro Manograsso, integrante del cuerpo técnico de Gustavo Alfaro en esa época de Boca y ahora en Costa Rica, donde la selección tica clasificó a la Copa América 2024 y se prepara para la segunda fase de las clasificatorias de la Concacaf rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 2026. 

Pero el tiempo pasó y la evolución del jugador que llamaba la atención de un cuerpo técnico de uno de los clubes más grandes de Sudamérica se convirtió en otra cosa. Después de salir campeón del mundo con la Selección argentina y ser comprado por el Liverpool, el argentino parece haberse convertido en un jugador total que, a diferencia de sus inicios en Argentinos y su breve paso por Boca -estuvo a préstamo durante un poco más de seis meses- puede hacer todo: iniciación y gestión, asociación y posesión, filtración de pases y control de partidos, recuperación de balones, asistencias y gol.

Todo un combo de variantes que lo convierten en uno de los mejores jugadores de la temporada en la Premier League y una individualidad que no tiene techo para la Selección argentina de Scaloni. 

"En ese momento no lo veíamos como nuestro volante central, sí como un posible interior o un media punta. No hay dudas de que pegó un salto de calidad en Europa. En Brighton jugaba con un doble contención con Moisés Caicedo pero luego incorporó más cosas a su juego", dice Manograsso, un estudioso de los datos y la tecnología aplicados al fútbol.

Pero, en esta temporada, un cambio táctico derivó en un territorio de oportunidad y provecho. Como volante central del Liverpool, Mac Allister se volvió dominante por su estilo de juego, en el que precisa de muy pocos toques de balón para dar pases hacia adelante y encontrar compañeros en buenas posiciones, mientras que su capacidad para controlar la posesión casi de cualquier manera lo vuelven una máquina de circular sin pérdidas y con enorme criterio. A eso se suma lo que ya traía; su intuición para atacar el arco rival, sea para asistencias (tiene 7 en la temporada) o goles (6 en 38 partidos). 

Así explicó el cambio de posición su entrenador Jurgen Klopp: "¿Es Mac Allister un 5 natural? No. ¿En los últimos años el fútbol se desarrolló de formas que antes no podríamos imaginar? Sí. ¿Significa eso que un jugador como Mac Allister puede jugar de 5? Definitivamente depende de cómo defienda el equipo completo. Tan simple como eso".

Y agregó: "Me gusta mucho tenerlo ahí y como equipo nos puede beneficiar de eso si nos aseguramos de tener una formación bien compacta. Si hacemos eso correctamente, tenemos un jugador increíble, en una posición central, que encuentra pases, que piensa como atacante y esas cosas. ¿Querés tener ahí a alguien que solo derriba jugadores y cuando tenemos la pelota dice 'ya hice mi trabajo, no es mi problema'? No es tan sencillo".

Manograsso explica con más detalle cómo las características de Alexis son ideales para la propuesta de un equipo como el Liverpool: "Es una conjunción con la idea de equipo que se tiene. Que Alexis lo tiene, porque sale a la banda a recuperar, tiene el paso como para aportar afuera si es necesario. Se pierde un poco de contención, pero cuánto te van a atacar siendo el Liverpool y con las condiciones que propone de partido. No se va a necesitar. Para esos equipos muchas veces es más importante la presión tras pérdida y los retrocesos que recuperar balones". 

Hasta ocho meses antes de la Copa Mundial de la FIFA 2022, no había jugado ni una vez en la Selección argentina. Lionel Scaloni tenía el mediocampo definido para el torneo (Rodrigo de Paul, Giovani Lo Celso y Leandro Paredes) en Catar, el mismo que un tiempo atrás había conquistado la Copa América 2021. Pero una lesión de Lo Celso cambió los planes. Para el primer partido, ante Arabia Saudita, el entrenador pensó en Alejandro Gómez. Pero el debut se convirtió en pesadilla y para el segundo encuentro, ante México, le tocaría el turno a Alexis Mac Allister (primero desde una posición más cercana a la banda, luego más de interior en el mediocampo que hoy es titular en la Selección argentina junto a Rodrigo de Paul y Enzo Fernández).

Desde ese momento, jamás saldría del equipo titular. Más de un año después, el argentino, de 25 años, pasó de ser un mediocampista de enorme técnica y potencial a un jugador total.

Después de la visión de Klopp, Scaloni replicó su posicionamiento y lo usó de esa manera en Argentina. Una decisión que le trajo enormes resultados, salvo en el partido de las Eliminatorias sudamericanas contra Uruguay, en el que se vio asfixiado por la presión y no pudo entregar a la albiceleste su habitual fluidez.

Más allá de eso, Mac Allister se ubica como un jugador de enorme jerarquía porque, pese a que tiene una enorme experiencia, todavía es joven. Es decir, en poco tiempo a su repertorio podría agregar otros valores más referidos al liderazgo, cierto manejo de tiempos y un posicionamiento diferente para sus compañeros y rivales.

Liverpool y Argentina tienen un jugador para muchos años.