Siempre que tiene ocasi�n, Alexander Isak (Solna, 1999) coge un avi�n rumbo a Eritrea, en la orilla del Mar Rojo. Hace m�s de dos d�cadas, sus padres cambiaron �frica por Europa y desembarcaron en Suecia, a m�s 5.000 kil�metros. Concretamente en el barrio con el porcentaje de inmigraci�n m�s elevado de la ciudad de Solna. Se trataba de encontrar un lugar donde sus hijos pudieran tener acceso a un futuro mejor. Pero Alexander no olvida sus ra�ces. Al contrario. A pesar de que s�lo tiene 21 a�os, colabora en proyectos futbol�sticos para ni�os en Asmara, la capital del pa�s africano. Ellos le ven como a un Mes�as. Sangre eritrea y coraz�n sueco. Por eso, tras firmar en la Real Sociedad la mejor temporada de su carrera, esta noche (21.00 horas) ser� una de las amenazas de Espa�a sobre el verde de La Cartuja.
Isak ha encontrado su sitio San Sebasti�n. En su estreno en Espa�a sum� 16 dianas (nueve en Liga y siete en Copa) en 45 partidos. Esta temporada ha jugado 44 y ha anotado 17 goles, todos en la Liga. Un registro que ning�n delantero alcanzaba desde que Nihat (23) y Kovacevic (20) dejasen a la Real a un palmo de levantar la Liga en 2003. La marcha de Willian Jos� en enero le hizo despegar. �l, adem�s, levant� en abril una hist�rica Copa del Rey frente al Athletic (Unai Sim�n de portero), precisamente entre los muros donde hoy arranca su primera Eurocopa. Por el camino, en esa edici�n aplazada por la pandemia, silenci� el Bernab�u en cuartos con un doblete. Si la salud le acompa�a, y Suecia responde, lo normal es que, con s�lo 21 a�os, sea la primera de unas cuantas.
Vestido de amarillo, con los colores de la selecci�n n�rdica, cumpli� hace menos de tres meses uno de sus sue�os. Uno de esos deseos de ni�ez que la l�gica invitaba a pensar que no ser�a posible. Su �dolo, su espejo, el tipo al que debe el apodo con el que despeg� en Suecia, el 'Ibrahimovic negro'. A sus 39 a�os, Zlatan (118 partidos y 62 goles) anunciaba su regreso, tras renunciar en 2016, tras la Eurocopa de Francia. Isak debutar�a al a�o siguiente con s�lo 17 a�os y marcar�a su primer gol frente a Eslovaquia, en su segunda oportunidad, pulverizando el r�cord de precocidad del combinado.
Ambos, profesor y alumno, a los que separan 18 a�os, compartieron delantera frente a Georgia y Kosovo, en dos partidos de clasificaci�n para el Mundial. Ibra regal� dos asistencias e Isak marcaba su sexto gol con Suecia (suma ya 22 partidos) y lo celebr� con un inolvidable abrazo con Zlatan sobre el verde. Por supuesto, el delantero de la Real no tuvo problema alguno en devolverle a Ibrahimovic el dorsal 11: "Es para ti, pero lo quiero de vuelta en seis o siete a�os, cuando renuncies". Una inoportuna lesi�n de rodilla ha impedido verles juntos en esta Eurocopa.
Aquel 'no' al Real Madrid
Esta noche (21.00 horas), Isak ser� la gran amenaza de Espa�a. Un tipo de 1,92 que lleva m�s de un lustro despertando el inter�s de media Europa. Con s�lo 17 a�itos dej� plantado al Real Madrid, cuando Florentino P�rez cre�a tenerlo atado (2017). Aquel espigado chaval visit� las instalaciones de Valdebebas y presenci� un partido en el palco del Bernab�u, pero acab� aceptando la oferta del Borussia Dortmund (cerca de nueve millones) para sorpresa general. Alegr� las arcas del AIK Solna y permaneci� tres a�os en el conjunto alem�n, unos meses cedido en el Willem II holand�s, hasta que apareci� la Real Sociedad, hace ya dos a�os. El contrato de Isak cuenta con una cl�usula por la que el Borussia podr�a repescarle este verano a cambio de 30 millones. Ser�a el comod�n por si Haaland decidiera cambiar de aires.
Los idiomas no le asustan. Al contrario. Habla el tigri�a, lengua oficial de Eritrea que hablan sus padres. Tambi�n el sueco, el ingl�s, algo de alem�n y progresa con el espa�ol, que ha ido puliendo en estas dos temporadas en San Sebasti�n. En Zubieta acude a clases particulares y en su primer a�o coincidi� con Martin Odegaard, un a�o mayor que �l, con el que entabl� una gran amistad.
Isak agita en el �rea su cuerpo larguirucho y es capaz de enroscarse en busca de cualquier remate. Pero no lo hace s�lo cuando hay un bal�n por medio. "La m�sica es vida para m�", suele repetir el ariete. En su caso, la vida es un baile al ritmo de una el�ctrica melod�a.
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