La historia detrás del éxito de Cuarón, Iñárritu y Del Toro en Hollywood

La historia detrás del éxito de Cuarón, Iñárritu y Del Toro en Hollywood

Estos cineastas mexicanos con diferentes historias, pero hermanados por el universo del cine, llegaron a posicionarse en las recientes décadas en todo un referente —y fenómeno— de la cinematografía mundial. Ellos han conquistado los máximos galardones y reconocimientos de la industria cinematográfica mediante su talento, esfuerzo y una manera muy particular de ver la vida a través de la lente. Actualmente, su trabajo no sólo se enfoca en la dirección, sino que desde hace un tiempo han puesto su experiencia y recursos a disposición de las nuevas generaciones de cineastas, que, como ellos dicen, “vienen pegando fuerte”. En estas páginas un breve homenaje a su trayectoria y a su aportación de estos tres grandes de la cultura contemporánea.

Cuarón, Iñárritu y Del Toro: Los tres amigos que conquistaron Hollywood con su cine (Muy Interesante)

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"Siempre hay movimientos a los que se les quiere poner una etiqueta, pero nosotros no somos más que un grupo de amigos que tiene una edad similar”. Alejandro González Iñárritu (Ciudad de México, 1963) conversa distendido entre micrófonos y grabadoras durante una charla con la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, allá por 2014 con motivo de la presentación de Birdman. La cinta, protagonizada por Michael Keaton, se alzó con cuatro Oscar y dos Globos de Oro sólo un año después de que su amigo Alfonso Cuarón (Ciudad de México, 1961) pusiera patas arriba el Kodak Theatre de Los Ángeles con su aclamada Gravity, logrando hacerse con siete estatuillas. El tercero en discordia, Guillermo del Toro (Guadalajara, 1964) conquistaría la Meca del Cine tan sólo tres años más tarde gracias a The Shape of Water.

Ellos son “Los tres amigos”. 

Cuarón, Iñárritu y Del Toro

Cuarón, Iñárritu y Del ToroShutterstock

Los orígenes y recorrido de estos creadores de mundos posibles

Alfonso Cuarón nació en Ciudad de México en el seno de una familia acomodada. Hijo de un reputado físico nuclear,el director de Niños del hombre creció en la colonia Roma, donde desde los 12 años era habitual verle con la cámara de super 8 de un lado para otro haciendo sus pequeños periplos fílmicos que le llevarían más adelante al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM. Más allá de algunos roces con la dirección de la escuela tras la realización del cortometraje Vengeance Is Mine, el verdadero —y providencial— motivo de su abandono en el último año de sus estudios fue la necesidad de encontrar un trabajo como consecuencia de su recién estrenada paternidad. Y es que será en su puesto del Museo Nacional de Arte donde conocerá a un productor de televisión que le ofrecerá la posibilidad de trabajar como asistente de dirección en producciones locales.

Entre la década de los 60 y los 70, en una de las zonas más conflictivas de la capital mexicana, que más tarde quedaría retratada en su ópera prima, Amores perros, un chico un par de años menor que Cuarón aprende a sobrevivir en medio de los contratiempos económicos en los que su padre, un importante banquero defeño, metió a su familia. Hablamos de Alejandro González Iñárritu, el que sería de “Los tres amigos” quien, hasta la fecha, más nominaciones registrara a los Oscar por su papel como director de cine en su haber. A los 17 años se marchó a trabajar como marino mercante en Europa y África, de donde regresaría posteriormente para estudiar Comunicación en la Universidad Iberoamericana y comenzar su carrera como locutor de radio, en la que alcanzaría cierto reconocimiento a nivel nacional. De la radio pasó a Televisa, donde empezó a escribir y dirigir spots publicitarios, y donde tuvo la ocasión de conocer al reputado director de fotografía Emmanuel Lubezki, quien era a su vez amigo de Cuarón y Del Toro, propiciando así el triple encuentro que los mantiene unidos hasta la fecha tanto en el plano personal como profesional.

Alfonso Cuarón se dio a conocer en México a inicios de los 90 con su ópera prima

Alfonso Cuarón se dio a conocer en México a inicios de los 90 con su ópera prima "Sólo con tu pareja".Shutterstock

Por último, Guillermo del Toro, viviría marcado por la rigidez religiosa de la familia en la que creció, conformando una singular forma de interpretar el mundo, lo onírico y los monstruos que transitan entre la realidad y la imaginación. Tras estudiar en el Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos de la Universidad de Guadalajara, especializándose en un primer momento en el diseño de maquillaje, aunque, tal y como él ha sostenido en diversas entrevistas, su pasión y vocación estuvo siempre orientada hacia el cine fantástico. Sería un trabajo como asistente técnico en una serie local el momento de encontrarse con Cuarón, fraguándose de este modo una de las amistades más singulares de la historia del cine hispanoamericano.

El desembarco en el paseo de las estrellas, el boom del 2007 y el gran chasco

Ya a mediados de los 90, Del Toro y Cuarón comenzaban a dar sus primeros pasos en Hollywood. El de Guadalajara se había labrado con precocidad la etiqueta de director de culto gracias a Cronos (1993), mientras que su amigo Alfonso daba sus primeros pasos con producciones modestas que tuvieron una acogida amable por parte de la crítica como fue La princesita. Sin embargo, ambos regresarán a casa con una sensación agridulce para trabajar en sus nuevos proyectos sin saber si aquella puerta volvería abrirse. De hecho, su entrada definitiva en la industria del cine estadounidense no se consolidará hasta el estreno de El espinazo del Diablo o la reconocida Y tu mamá también, que, junto a Amores perros de Iñárritu, acabarán por reivindicar definitivamente no sólo su cine, su propuesta estética y su universo narrativo, sino también la visión personalista y reivindicación del español como lengua vehicular para contar las historias que años más tarde cautivaron al mundo entero. 

Aclarado el mensaje, recogido el prestigio y acordado el respeto, los tres vuelven a suelo estadounidense para quedarse. Guillermo del Toro comienza la saga Hellboy mientras Cuarón acepta rodar una de las películas más cuidadas de Harry Potter (El prisionero de Azkabán) que previamente Del Toro había rechazado. Iñárritu y el guionista Arriaga se juntan de nuevo para escribir 21 gramos, esta vez en inglés.

Y así, tras años frenéticos, llega el boom del 2007. Aquel fue el año en donde El laberinto del fauno (dirige Del Toro, produce Cuarón), Hijos del hombre (dirige Cuarón, asiste Del Toro) y Babel (escribe Arriaga, dirige Iñárritu y colaboran en montaje Cuarón y Del Toro) estarían en la terna para hacerse con el galardón más deseado de la industria fílmica.

Por primera vez en su historia, México entero se empotra frente al televisor para seguir la gala de unos premios donde 10 artistas mexicanos, contando a los ya mencionados, pelean por hacerse con alguna de las estatuillas en las categorías más destacadas como Fotografía, Guion Original, Dirección o Mejor Película Extranjera.

Alejandro González Iñárritu “el Negro” tal vez el más ‘realista’ de los tres, pues la mayoría de sus filmes se inclina por una crónica urbana sin concesiones e impactante crudeza

Alejandro González Iñárritu “el Negro” tal vez el más ‘realista’ de los tres, pues la mayoría de sus filmes se inclina por una crónica urbana sin concesiones e impactante crudezaShutterstock

Pero la noche acabaría en un tremendo chasco al no conquistar ninguno de los tres los principales premios. Este hecho levantó polvaredas y titulares incendiarios en la prensa mexicana, muy crítica con el comité de los Academy Awards por mostrar “cierta actitud discriminatoria hacia los mexicanos”, al no haber sido reconocidos con los Oscar de primera línea. Sin embargo, es bueno destacar que los espectadores nacionales nunca antes habían tenido tal representación en la Meca del Cine. De Babel, Gustavo Santaolalla fue el único quien destacó por su colaboración musical. El laberinto del fauno fue el largometraje de “Los tres amigos” que más sobresalió por sus premios en Cinematografía, Dirección de Arte y Maquillaje.

Pero el camino hacia el éxito, que años más tarde terminaría por conformarse, ya estaba marcado. Los tres amigos habían logrado cautivar a la crítica y el público con su forma de abordar libremente temáticas tan dispares y complejas como la Guerra Civil Española, el drama migratorio mexicano o la distopía de la Gran Bretaña condenada a morir por la falta de relevo generacional que se presenta en la cinta sobre un futuro cercano decadente de Cuarón. 

La intermitencia de los encuentros, “Puñaladas por la espalda” y el futuro del cine mexicano

Cuarón, Iñarritu y Del Toro han reconocido que por muy amigos que sean, en ocasiones, dadas las apretadas agendas de este trío, pueden pasar años hasta que coincidan de nuevo. Eso no quita que no dejen de compartir sus impresiones del trabajo que hacen unos y otros, muy al estilo de las sesiones y encuentros que Spielberg, Scorsese, George Lucas, Coppola o De Palma sostuvieron durante el tiempo. Directores, todos ellos, que influirían en su forma de entender el cine en “Los tres amigos”. “Alejandro puede ser y es un crítico muy afilado y yo también lo puedo ser con su trabajo o con el de Alfonso. Siempre con respeto, aunque aceptando los comentarios porque es nuestro apoyo mutuo en una industria que está llena de traiciones y puñaladas por la espalda”, apuntaba Guillermo del Toro en un encuentro reciente con la prensa.

Hace un par de años los tres se sumaron a la defensa del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), programa que desde 2002 había respaldado hasta entonces 300 películas mexicanas y que pretendía ser eliminado. Del Toro fue un paso más allá, creando el Centro Internacional para la Animación en Guadalajara, su ciudad natal. Cuarón, por su parte, en la presentación de Roma, en 2018, señaló la hoja de ruta para el futuro del cine mexicano: “No aboguemos por nosotros, sino por los que vienen detrás. Hay miles de jóvenes que vienen con fuerza e ideas nuevas. Queremos reactivar la animación como forma alternativa de contar historias. Estamos estimulando la creatividad para dar salida a esas voces. Pero decir que la evolución del cine mexicano se debe a nosotros es pedante. Sería quitar el mérito a las nuevas generaciones que pegan muy fuerte, cada una mejor que la anterior”, aseveró entonces.

Con estos tres grandes maestros del cine y la ficción, quienes alcanzaron El Dorado a lo largo de las recientes décadas a través de sus mundos narrativos; en la actualidad parece que no faltarán jóvenes discípulos para retomar la estafeta de una increíble historia de constancia, trabajo, sacrificio y reconocimiento a nivel internacional. En definitiva, la senda ya está marcada.

Uno de los consentidos por el público juvenil es Guillermo del Toro, pues siempre ha declarado ser fanático de los monstruos y los seres fantásticos.

Uno de los consentidos por el público juvenil es Guillermo del Toro, pues siempre ha declarado ser fanático de los monstruos y los seres fantásticos.Shutterstock

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