"Est�s con la gente que quieres, con los amigos que has elegido. Es tu �ltimo momento y es justo que seas t� el que elige". Con estas palabras se refer�a el a�o pasado Alain Delon al suicidio asistido. Lo hac�a en una de tambi�n sus �ltimas entrevistas. R�pidamente, el titular, s�lo era eso, se convirti� en una suerte de premonici�n. Alain Delon aprueba el suicidio, se pod�a leer como advertencia quiz� de lo que vendr�a. Y vendr�.
Ahora, otra entrevista, no a �l sino a su hijo Anthony, parece dejar claro que el m�tico actor de 'El silencio de un hombre', 'El gatopardo', 'El eclipse', 'A pleno sol', 'La piscina', 'Rocco y sus hermanos' o 'El otro se�or Klein' parece decidido a, efectivamente, ser �l el que decida. La conversaci�n tuvo lugar en la cadena RTL y en ella el tambi�n actor se limitaba a dejar claro que su padre se lo hab�a pedido, le hab�a pedido morir. Nada m�s.
El caso es que acto seguido y para despejar dudas hizo p�blica una nota. "Quisiera dar las gracias a todos los que han estado conmigo todos estos a�os; a todos los que me han dado su apoyo. Espero llegar a ser un ejemplo para futuros actores tanto en lo profesional como en lo personal, entre victorias y derrotas", se le�a en un texto que, a su manera, no hace m�s que confirmar el credo de un int�rprete esencialmente irreductible y, muy importante, residente en Suiza, donde s� es legal lo que en Francia no lo es.
Alain Delon cuenta con 86 a�os y no es ning�n secreto que atravesaba por un momento entre delicado y s�lo desolador. En 2019 era galardonado con la Palma de Oro en Cannes entre pol�micas encendidas y poco m�s tarde sufr�a un ictus severo. Un a�o despu�s, hace poco m�s de 13 meses, se conoc�a la noticia de la muerte de la que hab�a sido su mujer Nathalie Delon, la mujer de origen espa�ol nacida como Francine Canovas, el primer amor y amante siempre en la sombra. "Alain", dijo Nathalie en una entrevista, "nunca me habl� de ella pero de vez en cuando ve�a una sombra de tristeza en sus ojos". Se refer�a a Romy Schneider. Pero eso es otra historia.
Lo cierto es que a Delon no ha habido forma de domesticarlo. Se dir�a que ni siquiera entenderlo. Capaz de levantar a su paso siempre la mayor de las pasiones y el m�s entregado de los oprobios. Nunca. Pese a quien pese y menos a�n ahora, cuando ya el tiempo est� casi vencido.
Quiz� buena parte de su credo violentamente inconformista figure en toda su confusi�n en la pel�cula, de la que �l era protagonista y productor, elegida por el Festival de Cannes para honrarle. 'El otro se�or Klein', dirigida por Joseph Losey en 1976, cuenta la historia de un rico marchante de arte que un buen d�a es confundido con otro hombre de su mismo nombre. El primero se enriquece a cuenta de la desesperaci�n de los jud�os perseguidos en Francia all� en 1942. El segundo es precisamente uno de los jud�os perseguidos.
Con esta premisa tan cerca de Kafka, el director de 'El sirviente' insiste en confeccionar una f�bula turbia y opresiva sobre la fragilidad del ser humano y sobre el poder de la sociedad (as� en general o en su forma concreta de Estado) para acosar al individuo hasta la m�s clara de las humillaciones. Y es ah�, en la desatada, adem�s de ligeramente inconsciente, reivindicaci�n de la individualidad frente a todo y frente a cualquier religi�n, ideolog�a o tab� donde Alain Delon se hizo y se ha hecho siempre fuerte. Y ah�, por lo visto, sigue.
El premio en Cannes vino acompa�ado de pol�mica, quiz� la misma que siempre ha estado con �l desde el principio hasta hoy mismo. En 2013, en France 5, dijo "no tener nada en contra de que dos gays decidan vivir juntos". Pero, en su opini�n, "eso era 'contra naturam". Y sigui�: "Estamos aqu� para amar y cortejar a una mujer, no para coquetear con hombres". En otra ocasi�n, no tuvo empacho en admitir que estaba "en parte" de acuerdo con el pensamiento de Jean-Marie Le Pen. Adem�s, en noviembre del a�o pasado, declar� que no consideraba que fuera machista dar una bofetada a una mujer. Para terminar admitiendo que �l tambi�n se hab�a llevado alguna torta de alguna mujer. Y as�.
Para calmar las protestas el delegado general del festival, Thierry Fr�maux, tuvo que salir en su defensa. "No se le va a entregar el Premio Nobel de la Paz. Es un reconocimiento a su carrera... Toda existencia est� llena de contradicciones... Estamos hablando de un hombre que fue muy temprano a la guerra y que pertenece a otra generaci�n. Es muy complicado juzgar con los patrones de hoy asuntos que forman parte del pasado", dijo. A�adi� que Delon "es un actor legendario y forma parte de la historia de Cannes". Y punto.
Sea como sea, Alain Delon siempre ha reclamado para s� la virtud de ser �l contra todo. Probablemente contra naturam tambi�n. Ahora deja claro c�mo, cu�ndo y con qui�n se dispone a vivir su �ltimo momento, que no exactamente morir, de una vida exprimida hasta el �ltimo aliento.
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