Realizar alguna actividad al aire libre aporta muchísimo beneficio físico y emocional. Es recomendable reservar un tiempo a la semana para salir y compartir salidas al campo o paseos en la naturaleza.
Bienestar físico y emocional
Las últimas investigaciones demuestran que practicar actividades al aire libre aporta mayor nivel de bienestar, autoestima y motivación que entrenar o hacer lo mismo en un recinto cerrado. Por tanto, no nos limitemos a actividades indoor e intentemos encontrar 30 minutos al día para hacer actividades al aire libre, disfrutando del sol, el viento y el contacto con la naturaleza. Esta práctica aumenta los niveles de vitalidad y energía, disminuye la ansiedad y nos hace más felices.
Los beneficios de la luz solar en las actividades al aire libre
A pesar de vivir en un país soleado, una gran parte de la población presenta déficit de vitamina D. Sabemos que esta sustancia es fundamental para regular muchísimas funciones orgánicas, del sistema inmune y de la salud ósea. La vitamina D se sintetiza en la piel tras la exposición solar y se absorbe una pequeña parte por la dieta. Realizar actividades al aire libre ayuda a mantener unos niveles óptimos obteniendo grandes beneficios sobre la salud de los huesos, músculos y la función del metabolismo, así como en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Cada vez más la deficiencia de vitamina D se relaciona con alteraciones del estado del ánimo. Se recomienda una exposición mínima de unos 10 minutos al día al sol para cumplir los requerimientos mínimos de vitamina D. Además, la exposición durante el día a la luz solar nos puede ayudar a dormir mejor por las noches, mejorar la función inmunológica e incrementar la producción de las “hormonas del bienestar”. La luz solar regular nuestros ciclos circadianos o de sueño-vigilia.
El aire puro y las actividades al aire libre
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) estima que en los ambientes cerrados la polución puede llegar a ser más de dos veces superior comparada con los ambientes en el exterior. Realizar ejercicio, pasear o meditar en familia al aire libre en ambientes poco contaminados es beneficioso para respirar aire puro y aumentar el grado de bienestar global de nuestro organismo.
Beneficios psicológicos y manejo del estrés
Las actividades al aire libre consiguen ayudarnos a gestionar mejor el estrés y aliviar estado de ansiedad provocados por nuestro frenético ritmo de vida. La sensación de espacio, libertad en un entorno sin ruidos ni aglomeraciones es la clave para lograrlo. Se ha demostrado que las personas tienen menores niveles de cortisol (una de las hormonas relacionadas con el estrés) después de realizar actividades al aire libre. Además, aumentamos los niveles de dopamina, serotonina y endorfinas, hormonas relacionadas con el bienestar. Dicho bienestar psicológico y gestión emocional está directamente relacionado con un bienestar físico, aumento del umbral del dolor y mejora del sistema inmunitario.
Estimular el cerebro
La naturaleza ofrece múltiples estímulos de forma constante, está llena de oportunidades, retos y escenarios distintos. Esto es muy interesante para estimular el cerebro de toda la familia, niños y adultos, mientras se practica una actividad al aire libre.
Quemar más calorías y con mayor creatividad
Hacer actividades al aire libre cuando hace frío aumenta el gasto energético si lo comparamos al realizarlo en un espacio cerrado a temperaturas más agradables. Además, realizar ejercicios cardiovasculares al aire libre, como por ejemplo correr, podría suponer un mayor gasto de calorías que hacerlo en el gimnasio. Al correr o caminar por la naturaleza nos encontramos con caminos irregulares, la resistencia del viento, diferentes desniveles y con esto, además de realizar un esfuerzo mayor, ejercitamos una gran variedad de grupos musculares.
Ponernos en forma en familia y evitar el sedentarismo
Es una manera muy fácil de realizar deporte al aire libre con los más pequeños, obteniendo un beneficio doble para padres e hijos. Además, se favorece que los niños vivan y aprendan hábitos saludables directamente a través de sus progenitores.
Actividades al aire libre o como cubrir una necesidad básica del ser humano
El ser humano necesita de la naturaleza y de las actividades al aire libre para sentirse bien. Tiene lo que se llama biofilia, es decir, una profunda e innata afinidad a la naturaleza, así como una conexión intrínseca y emocional con otros seres vivos. Esto explicaría que, cuando el contacto con la naturaleza es nulo o insuficiente, comiencen a presentarse ciertas enfermedades y condiciones patológicas. Dado que las actividades al aire libre exponen a los sistemas sensoriales del cuerpo a la multitud de estímulos naturales, se satisfacen esas necesidades innatas biofílicas del ser humano logrando un bienestar físico y emocional.
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