Víctima de Kubrick
Reconocible por su cabello castaño rojizo, Adrienne Corri pasó de interpretar a Shakespeare en el teatro a películas de terror, y aunque trabajó con grandes realizadores como Jean Renoir y David Lean, se la recordará sobre todo como víctima de violación en una de las más duras secuencias de “La naranja mecánica”. La actriz ha falleció el 13 de marzo de 2016, en su residencia londinense, a los 84 años.
Adrienne Riccoboni (su nombre real) nació en Glasgow, el 13 de noviembre de 1930, siendo la hija mayor del italiano Luigi Riccoboni, y de Olive Smethrust, una inglesa de la que heredó su característico pelo. Cuando era adolescente se matriculó en la Royal Academy of the Dramatic Arts, de la capital británica, tras lo que empezó a convertirse en habitual de la escena de la ciudad.
Tras debutar con la olvidada The Romantic Age, fue reclutada por Jean Renoir para El río, donde interpretaba a la hermana mayor de la familia que recoge a un ex combatiente mutilado. Pasó las décadas de los 50 y 60 alternando el teatro, la televisión y el cine, donde destacan títulos como El rapto de Bunny Lake y Doctor Zhivago, donde encarnaba a la madre de Lara, el personaje de Julie Christie.
Se casó con el productor Patrick Filmer-Sankey, con el que tuvo dos hijos, Patrick y Sarah. Posteriormente dejó a su marido por el el también actor Daniel Massey.
No fue nada fácil rodar la violenta secuencia de La naranja mecánica en la que intervino. Adrienne Corri se incorporó al proyecto después de que otras dos actrices abandonaran, debido a que tenían que permanecer desnudas durante varios días, mientras el particular Stanley Kubrick se pensaba minuciosamente cada plano. Ella no tenía escrúpulos en permanecer sin ropa, y aguantar los golpes reales de Malcolm McDowell. Una escena se rodó 39 veces, hasta que este actor dijo a voz en grito: “No puedo golpearla más”.
Poco después encarnó a una gitana en el film de terror El circo de los vampiros. Se retiró en 1992, tras finalizar la serie Lovejoy.