¿Quién fue Adolf Hitler?
Adolf Hitler (1889-1945) fue un político, militar y dictador alemán de origen austríaco. Es reconocido por ayudar a fundar el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (abreviado, Partido Nazi). Fue el canciller imperial desde 1933, y Führer (caudillo, conductor) desde 1934 hasta que murió, en 1945. Por lo tanto, estuvo al frente de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue el líder de uno de los regímenes totalitarios más tristemente famosos de la historia, el Tercer Reich (“Tercer Imperio”), por el genocidio étnico y sus pretensiones de expansionismo y dominación del continente europeo.
Hitler fue pintor y posteriormente escribió un libro, donde plasmó su ideología racial y todo lo que haría una vez en el poder, llamado Mi lucha (Mein Kampf), escrito en prisión en 1924. Allí también habló sobre el resentimiento que produjo en el pueblo alemán las injustas condiciones de la rendición tras la Gran Guerra.
Luchó en la Primera Guerra e, incluso, recibió una condecoración por su desempeño. A los 30 años se inscribió en el Partido Obrero Alemán. En febrero de 1920, tras un mitin, finalmente se plantearon públicamente tres aspectos fundamentales para la organización: el pangermanismo, con el que promovían la unificación de los pueblos alemanes, el antiliberalismo y el antisemitismo.
Desde entonces se propuso que el Partido Obrero Alemán adoptara el nuevo nombre de Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Un año más tarde, Hitler se había convertido en el principal líder del movimiento.
Después de un fallido intento de golpe de Estado en noviembre de 1923, Hitler fue enviado a prisión durante varios meses. Al ser liberado, su popularidad creció asombrosamente y en 1933 ostentaba el cargo de canciller alemán.
Al año siguiente logró el control absoluto del poder tras la muerte del entonces presidente alemán, Paul von Hindenburg. Hitler promovió el rearme alemán y, a partir de 1939, comenzó a llevar a cabo el plan expansionista con la invasión a Polonia.
En su avanzada por el continente europeo, mantuvo una buena racha que terminó en 1941. Finalmente, en 1945, durante la batalla de Berlín, Hitler decidió suicidarse para evitar la humillación de la derrota, puesto que él mismo reconoció inalcanzable la victoria.
Durante su gobierno, alrededor de 5 millones de judíos fueron asesinados, sin mencionar a los millones de personas que también fueron ejecutadas por considerarlas inferiores o indeseables (gitanos, homosexuales, comunistas y hasta testigos de Jehová). En total murieron más de 19 millones de civiles durante el Tercer Reich.
Biografía de Adolf Hitler
Primeros años
Nació el 20 de abril de 1889 en Braunau am Inn, Austria, que entonces pertenecía al Imperio austrohúngaro, fronteriza con Alemania.
Fue el cuarto de los seis hijos del tercer matrimonio de Alois Hitler, un trabajador de aduanas, junto con Klara Pölzl, de los cuales solo Adolf y una hermana llamada Paula vivieron hasta la adultez.
En 1900, Alois envió a Hitler a estudiar a la realschule de Linz, el equivalente a la secundaria, pues su padre deseaba que también hiciera carrera en las aduanas.
Sin embargo, por los constantes desacuerdos entre padre e hijo, el último se negaba a seguir los pasos de Alois y deseaba convertirse en artista. Su rebeldía lo llevó a mantener un bajo desempeño académico con el fin de disgustar a su padre.
Juventud
Alois murió en 1903 y, después de abandonar la escuela dos años más tarde sin graduarse, Hitler pasó un tiempo intentando conseguir trabajo en Linz, sin éxito. Decidió perseguir su sueño de convertirse en artista y se estableció en Viena, en 1907.
Allí, fue rechazado en dos oportunidades en la Academia de Bellas Artes. Le recomendaron que intentara ingresar a la escuela de arquitectura, pero por no haber obtenido el título de la realshule, resultó imposible.
Klara, su madre, falleció a finales de 1907, lo que le sumió en una crítica situación económica. Vivía de lo que lograba ganar vendiendo algunas de sus pinturas, y se interesó por la arquitectura y la música.
En esa época se volvió admirador del político austríaco Karl Lueger, cuyo discurso estaba cargado de antisemitismo. Igualmente, Georg Ritter von Schönerer tuvo influencia en Hitler por su defensa del pangermanismo.
En 1913, Hitler se trasladó a Múnich, tras recibir la herencia de su padre. Luego se unió al ejército alemán como voluntario, al estallar la guerra. Fue enviado al frente occidental en Francia y Bélgica y en 1914 se le otorgó la Cruz de Hierro de segunda clase por su valentía. Cuatro años más tarde, le otorgaron el mismo honor pero de primera clase. Nunca lo ascendieron de rango (llegó a cabo), porque sus superiores no le vieron dotes de mando.
Inicios políticos
Durante un tiempo, intentó quedarse en el ejército tras el fin de la Gran Guerra. En 1919 inició labores de inteligencia para el ejército, en las que se requería que se infiltrara en el Partido Obrero Alemán, un pequeño partido de extrema derecha (a pesar de su nombre) y de ideología racista. Este fue el embrión del Partido Nazi.
Anton Drexler, su presidente, admiró el talento para la oratoria que poseía Hitler y lo invitó a unirse al partido tras una reunión a la que había asistido. En marzo de 1920 dejó de trabajar con el ejército y se dedicó completamente a la actividad política. Hitler estuvo a cargo de la propaganda y se encargó de diseñar la bandera del partido, que constaba de una esvástica negra sobre un círculo blanco en un fondo rojo.
También colaboró con el nombre que tomó el antiguo Partido Obrero Alemán cuando se convirtió en el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.
En 1921, Hitler hizo un mítin frente a más de seis mil personas en Múnich, y criticó duramente el Tratado de Versalles, que era visto como una traición al pueblo alemán.
También habló contra los comunistas y los judíos y a favor del pangermanismo, lo que le hizo ganar muchos adeptos, que se sintieron identificados con el discurso reivindicador ante la derrota alemana.
Golpe de Múnich
El Putsch de Múnich es el nombre que se le dio al intento de golpe de Estado perpetrado por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Sucedió el 8 de noviembre de 1923, en una cervecería llamada Bürgerbräukeller.
Allí se encontraba el gobernador de Baviera, Gustav von Kahr, en medio de un discurso frente a alrededor de 3.000 personas.
Llegaron aproximadamente 600 miembros de las Sturmabteilung, conocidas como SA, o camisas pardas, un grupo de choque nazi. Esos paramilitares se dirigieron a las salidas del recinto en el que se realizaba el acto y cerraron las puertas.
Hitler entró acompañado por otros miembros del Partido Nazi y, después de disparar un arma hacia el techo, gritó que la revolución nacional había iniciado. Declararon un gobierno provisional y las estaciones de policía fueron ocupadas. Además, mantuvieron al gobernador como rehén.
Después de liberar a los funcionarios que mantenían cautivos, el gobierno finalmente restituyó el control sobre la ciudad. Mientras tanto, Hitler y sus partidarios marchaban hacia los centros de poder y hubo un enfrentamiento entre las SA y la policía en el que Hitler y Göring fueron heridos. A los pocos días, Hitler fue apresado y enviado a Landsberg.
Prisión
Tras capturar a los líderes del Putsch de Múnich, la sede del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán fue clausurada, y prohibida la circulación de sus publicaciones.
Sin embargo, los sublevados fueron tratados con clemencia, y a pesar de que Hitler fue condenado a 5 años de prisión, solo cumplió 9 meses. Mientras tanto, otros líderes como Wilhelm Frick y Ernst Röhm fueron liberados y Erich Lundendorf fue absuelto.
En ese tiempo, Hitler pudo recibir visitas regularmente en la prisión y allí organizó sus ideas, que dictaría a varios secretarios. En este libro, Mi lucha, plasmó su ideología racial, la expansión hacia el este del poderío alemán y la “inevitable” desaparición de los pueblos eslavos y semitas. También hubo datos autobiográficos.
Hitler recibió el perdón de la Corte Suprema de Baviera y fue liberado el 20 de diciembre de 1924. Al año siguiente salió a la venta Mi lucha. En la obra comentó extensamente sus planes de establecer una sociedad con principios raciales.
También tocó el tema del antisemitismo y expuso su teoría de cómo los judíos dominaban el mundo a través de los medios de comunicación, y cómo lograban mantenerse en el poder, ya que, según él, eran los dueños de las grandes fortunas, que les permitían financiar movimientos tanto de derechas como de izquierdas. Para él, el comunismo era una invención judía.
El 7 de abril de 1925, Hitler renunció a la ciudadanía austríaca. Eso sucedió después de que intentaran deportarlo a su país de origen en vano.
Reformas al partido
Tras salir de la cárcel, no solo el Partido Nazi y su propaganda habían sido prohibidos, también las participaciones públicas de Hitler.
En las elecciones para el Parlamento de diciembre de 1924 se notó la magnitud de la caída de popularidad de los nazis, quienes perdieron alrededor de la mitad de sus votos.
En 1925, Hitler se reunió con el primer ministro de Baviera y le prometió que se mantendrían apegados al marco constitucional si les permitían nuevamente la legalidad del partido. Esa solicitud fue concedida, puesto que Heinrich Held consideró que Hitler ya no era un peligro.
Con lo que no contaba el primer ministro era con que el propósito de Hitler y su propuesta seguía siendo la misma, lo único que había cambiado era la forma de llegar al poder. Los miembros de las SA no apoyaron la nueva vía legal e, incluso, se burlaron de Hitler.
Después de que sus discursos incendiarios continuaran, se le prohibió hablar en público por un par de años más. Desde ese momento, comenzó a desarrollarse el aparato de propaganda nazi, uno de los más efectivos del siglo XX.
Nuevas organizaciones
Dentro de los planes para hacer crecer el partido, se crearon grupos ciudadanos, como las Juventudes Hitlerianas, la Liga de Muchachas Alemanas y las SS (Schutzstaffel). La última organización era parte de las SA, pero su lealtad estaba dirigida específicamente a Hitler.
La idea de Hitler fue la de crear un aparato organizado dentro del partido, lo suficientemente grande y eficiente como para tomar las funciones del Estado cuando lograran ascender al poder.
Hitler sabía que la mayor parte de la fuerza del Partido Nazi se hallaba en Múnich, por lo que le propuso a Gregor Strasser que trabajara en la instauración del mismo en el norte de Alemania, tarea que emprendió junto con su hermano Otto y Joseph Goebbels.
Cancillería
La popularidad de los nazis aumentó después de la Gran Depresión, el crac económico que inició en los Estados Unidos en 1929, cuyas consecuencias afectaron a todo el mundo en diferentes medidas.
En ese momento, Hitler aprovechó para repudiar en su discurso el Tratado de Versalles y dar a entender al pueblo alemán que se les había estafado, y que los responsables debían pagar las consecuencias, un discurso que tuvo aceptación en gran parte de la población.
En 1930, el Partido Nazi ya era el segundo más grande de Alemania. Dos años más tarde, Hitler se presentó a las elecciones presidenciales contra Hindenburg y llegó de segundo con, aproximadamente, el 35% del apoyo popular.
El 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado canciller. Wilhelm Frick obtuvo el Ministerio del Interior y a Hermann Göring se le asignó el puesto de ministro del Interior para Prusia.
Fue así como el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán se convirtió en una de las grandes fuerzas dentro del gobierno constituido de forma oficial. Unido a eso, Hitler veía las posiciones como oportunidades de controlar las policías del territorio.
Incendio del Reichstag
El 27 de febrero de 1933 ocurrió un evento que cambió el curso de la historia política en Alemania. El edificio del Reichstag, en el que funcionaba el Parlamento alemán, fue incendiado.
En el sitio fue hallado un comunista llamado Marinus van der Lubbe, que fue imputado como responsable de las acciones terroristas. Posteriormente, se apresaron a otros supuestos cómplices. Después de un juicio, el muchacho fue condenado a muerte.
Sin embargo, la autoría de este crimen ha sido debatida, puesto que los que ganaron con el atentado fueron los miembros del Partido Nazi, quienes tuvieron argumentos para ir contra el partido comunista alemán.
Al día siguiente del incendio se suspendieron los derechos y garantías básicas establecidas en la Constitución de Weimar. Los comunistas fueron perseguidos y apresados, incluyendo a los miembros del Parlamento.
El 6 de marzo se realizaron nuevas elecciones y el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán aumentó su poder al obtener el 43,9% de los votos. Con eso consiguieron la mayoría dentro del Parlamento, aunque no se alcanzó una mayoría absoluta.
Tercer Reich
El 23 de marzo de 1933 se dio el visto bueno a una ley habilitante mediante la cual Hitler podía aprobar leyes sin el consentimiento del presidente Paul von Hindenburg, ni del Reichstag.
Dicha ley obtuvo 444 votos a favor y 94 en contra, pero la mayoría del apoyo fue conseguido al presionar a los parlamentarios con las SA y las SS, fuerzas del Partido Nazi. Hitler aseguró a los socialcristianos que el presidente Hindenburg mantendría el derecho de veto, y de esa forma consiguió su respaldo.
Gracias a la ley habilitante, Hitler obtuvo legalmente, durante un período de cuatro años, las funciones del Parlamento a través de las cuales podría aprobar leyes que, incluso, se “desviaran de la Constitución”. A pesar de eso, las funciones presidenciales permanecieron intactas.
Sin embargo, uno de los primeros pasos que dieron los nazis fue prohibir el Partido Social Demócrata, y se demolieron los sindicatos que no simpatizaban con el Partido Nazi. Para julio del mismo año, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán se convirtió en el único legal en la nación.
Como previamente estaban ya vulneradas de forma legal la libertad de expresión, de reunión, la privacidad de las comunicaciones o el domicilio, que podía ser allanado en cualquier momento, fue fácil tomar el control para el partido oficial.
La noche de los cuchillos largos
Para conseguir asegurar su posición como líder de la nación, Hitler decidió organizar una purga dentro de sus propias filas y erradicar a todos los miembros de las SA que pudieran oponerse a su autoridad.
Uno de los líderes de las SA fue Ernst Röhm, quien fue crítico con las políticas que había empleado Hitler para llegar al poder. No apoyaba lo que consideraba debilidad y se sentía desengañado al darse cuenta de que la revolución no se producía de la forma que hubiese deseado en principio.
Los decesos totales se calculan de cientos a miles de personas durante 3 días, sin mencionar los miles de arrestos que se efectuaron.
La purga
El 30 de junio comenzó el operativo con el que Hitler se deshizo de sus críticos, al tiempo que creaba una alianza con el ejército oficial al complacer a los miembros de alto rango de la Reichwehr. Los principales actores en esa serie de ejecuciones extrajudiciales fueron las SS y la Gestapo, la policía secreta alemana.
En un hotel de Bad Wiessee se encontraban los miembros más importantes de las SA. Allí arrestaron a Röhm y ejecutaron a Edmund Heines. En esos mismos eventos se dio muerte al jefe de las SA en Berlín, Karl Ernst.
Röhm fue asesinado el 1 de julio, además de a varios hombres de confianza del vicecanciller Franz von Papen, a quien apresaron por varios días. Otro de los que resultó eliminado fue Kurt von Schleicher, que había servido previamente como canciller alemán.
Otra de las víctimas fue el antiguo nazi Gregor Strasser. También fue asesinado Gustav Ritter von Kahr, que había frenado el golpe de Estado que intentó perpetrar Hitler en 1923 y lo hizo preso.
Alemania nazi
El 2 de agosto de 1934 falleció el presidente alemán Hindenburg. El día anterior se había establecido que en caso de que eso sucediera, dicho cargo sería eliminado, puesto que sus funciones serían asignadas al canciller, es decir, a Hitler.
Desde entonces comenzaron a referirse a Hitler como Führer, líder o caudillo. Así se convirtió en jefe del gobierno, del Estado y de las fuerzas armadas, que le tuvieron que jurar lealtad directamente.
A pesar del carácter totalitario del régimen nazi, se celebraban elecciones constantemente, y los únicos candidatos permitidos eran los del Partido Nazi o los “pro nazi”, y la población era obligada a votar de forma favorable mediante amenazas.
Hjalmar Schacht fue apuntado como ministro de Economía en 1934 y, luego, para Economía de Guerra. El gobierno sostuvo sus políticas, como las del rearme alemán, con la expropiación de los bienes de enemigos del nazismo y de judíos. Además, imprimían dinero sin respaldo.
En cuanto al modelo social, se insistía en el papel que debían desempeñar la mujer como ama de casa y el hombre como proveedor.
Durante el gobierno de Hitler el desempleo cayó, mientras que los salarios bajaron y el nivel de vida fue en ascenso. Se desarrollaron grandes obras de infraestructura en toda Alemania.
Muerte
Adolf Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945. El líder nazi supo que los soviéticos se encontraban a escasos metros de su refugio subterráneo, y para evitar la humillación de la captura, decidió acabar con su vida de un disparo en la cabeza.
La madrugada anterior se había casado con su pareja hasta el momento, Eva Braun, que también se suicidó. Hitler ordenó que ambos cuerpos fuesen incinerados para evitar ser exhibidos en el futuro por los soviéticos como un premio.
Segunda Guerra Mundial
Inicio
En 1938, Hitler se anexionó a Austria, evento conocido como Anschluss, en alemán, y de esa forma comenzó su plan pangermanista. A finales del mismo año se produjo la crisis de los Sudetes.
Sin consultarle a la nación, se llegó a un acuerdo entre Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. En el mismo se establecía que Alemania se anexaría el territorio de aproximadamente 30.000 km2 de los Sudetes, que hasta entonces era parte de Checoslovaquia.
Un año más tarde, Hitler decidió terminar de anexarse el resto del país y ordenó la ocupación de Praga y el protectorado de Moravia y Bohemia.
Alemania comenzó a presionar a Polonia, exigiendo, entre otras cosas, que Danzig volviese a ser parte del territorio alemán, con una carretera extraterritorial que comunicara a Prusia con el resto del país.
En agosto, Hitler y Stalin firmaron un tratado secreto de no agresión en el que se planteaba la división de Polonia entre ambas naciones. El 1 de septiembre comenzó la invasión alemana a Polonia.
Francia y Gran Bretaña se habían comprometido a actuar en caso de que el territorio polaco fuese atacado, por lo que dos días más tarde declararon la guerra a Alemania, el 3 de septiembre de 1939, dando inicio al conflicto que se convirtió en la Segunda Guerra Mundial.
A mediados de mes también la Unión Soviética entró en el territorio de Polonia, cumpliendo lo acordado con Hitler.
Desarrollo
Alemania líder
Al principio, los otros países realmente no se tomaron en serio la guerra y no participaban activamente en la defensa de los territorios atacados por la Alemania nazi.
En abril de 1940 los alemanes entraron en Noruega y Dinamarca, puesto que según la visión racial del nazismo, los países cuyos individuos eran puros debían unirse para liderar al continente. En mayo, parecían indetenibles las tropas nazis que atacaron Francia y ocuparon Luxemburgo, Holanda y Bélgica.
Italia, bajo el mando de Benito Mussolini, decidió aliarse con Hitler a partir de junio de 1940. En junio, Alemania y Francia firmaron un acuerdo de cese a las hostilidades. Fue en ese momento cuando las tropas británicas fueron evacuadas del territorio francés.
Winston Churchill rechazó un posible acuerdo de paz con Hitler, y el 7 de septiembre los alemanes comenzaron a bombardear Londres, capital del reino.
Sin embargo, no fue posible para los alemanes igualar la fuerza de la aviación inglesa y decidieron detener su ataque, excepto por operaciones nocturnas contra varias ciudades.
Ese mismo año, a Italia y Alemania se les unió Japón y luego Hungría, Rumania y Bulgaria, conformando el grupo de naciones conocidas como el Eje. Hitler no pudo llegar a ningún acuerdo con la Unión Soviética y decidió que, en consecuencia, tendría que invadirla.
El descenso del nazismo
El 22 de junio de 1941, las fuerzas del Eje se lanzaron contra la Unión Soviética. Comenzaron con buen pie, pues capturaron Bielorrusia y Ucrania, pero no pudieron concluir en el tiempo estimado la travesía hasta Moscú.
El invierno ruso se adelantó y resultó ser el más frío en cincuenta años, cosa que afectó el desempeño de las tropas alemanas en el terreno. Mientras tanto, los rusos contaban con refuerzos siberianos dirigidos por el general Zhúkov, especializados en el frío extremo.
Las tropas del Eje decidieron tomar un descanso antes de atacar Moscú y de esa forma los soviéticos consiguieron renovar su fuerza y conseguir reservas nuevas, lo que llevó a la operación alemana directo al fracaso.
En diciembre de 1941, Japón atacó la base de Pearl Harbor en Hawái. El 11 de diciembre Hitler declaró la guerra a Estados Unidos debido a su pacto con Japón, pero ese fue uno de los peores errores que cometió el dictador durante la guerra.
Hitler no tuvo éxito en la campaña con la que pretendió tomar control del canal de Suez. Poco a poco, el Ejército Rojo fue expulsando a los alemanes de sus territorios a partir de 1943. Entonces el panorama no era tan brillante para los nazis.
Derrota
Pietro Badoglio, nombrado presidente de Italia por Víctor Manuel III en sustitución de Mussolini, decidió llegar a un acuerdo en 1943 con los aliados tras el desembarco que se había llevado a cabo en Sicilia.
El 6 de junio de 1944 se efectuó el desembarco de Normandía, una de las operaciones militares más grandes en la historia. A partir de entonces la victoria de los aliados quedó asegurada aunque se siguieron librando batallas durante un tiempo.
A finales de 1944, Alemania fue invadida por ambos frentes. De un lado, la Unión Soviética, y del otro, los Aliados. Hitler consideró que las tropas occidentales serían más fáciles de vencer, por lo que dirigió contra ellas lo que le quedaba de fuerza militar.
Sabiéndose vencido, Hitler ordenó destruir todas las edificaciones e infraestructura ,antes de caer bajo las fuerzas aliadas.
Durante sus últimos días, Hitler permaneció en un búnker y salió por última vez para condecorar a unos jóvenes que luchaban en Berlín contra el ejército ruso. El 22 de abril los rusos habían entrado en la capital alemana, aunque los ciudadanos todavía eran presionados para defenderla por las armas.
Hitler se suicidó en su búnker. En mayo de 1945, se llevaron a Moscú un conjunto de dientes que permanecieron en el más absoluto secreto. Como no había pruebas físicas del suicidio de Hitler, comenzaron a rodar toda clase de teorías sobre la supuesta huida del Führer.
En 2018, los rusos permitieron por primera vez a un grupo de patólogos franceses analizar los dientes, cuyo resultado fue contundente: los dientes pertenecieron a Hitler, lo que derrumbó la teoría de su sobrevivencia.
Referencias
- Adolf Hitler. Biography, Rise to Power, & Facts. Recuperado de britannica.com.
- Adolf Hitler. Recuperado de en.wikipedia.org.
- Adolf Hitler. Recuperado de history.com.
- Toland, J. Adolf Hitler: The Definitive Biography. New York: Anchor Books.