Francia: muerte de Adama Traoré, cronología de una batalla de valoraciones

El 19 de julio 2016, durante un día particularmente caluroso, Adama Traoré falleció en la estación de policía de Persan, casi dos horas después de su detención en Beaumont-sur-Oise, en el Valle del Oise, al cabo de una persecución. No hubo testigos ni videos que dieran cuenta de la escena, únicamente reconstruida a través del testimonio de tres policías y de las conclusiones de los médicos. 

2016 - Autopsia y contra-autopsia se contradicen

El forense que realizó la primera autopsia no confirmó ningún rastro de violencias e identificó un “síndrome de asfixia”, al igual que “lesiones de apariencia infecciosa”, particularmente en el pulmón y en el hígado, sin lograr establecer la “causa inmediata” del fallecimiento. “Empleamos la fuerza estrictamente necesaria para controlarlo, pero fue necesaria nuestra fuerza corporal”, le explica uno de los policías a los investigadores. 

En ese momento, tras varias noches de violencias urbanas, el procurador de Pontoise, Yves Jannier, habló sobre “una infección muy grave”, “que afectó varios órganos”, pero no mencionó la asfixia. Una semana después, una contra-autopsia realizada por un colegio de expertos descartó la pista de la infección y confirmó la presencia de un “síndrome de asfixia”, el cual debía rectificarse a través de un examen anatomopatológico. El procurador fue acusado de mentir deliberadamente, despertando desconfianza. El asunto fue confiado a jueces parisinos. 

2017 - Muerte “por asfixia”, relacionada con fragilidades anteriores

En septiembre 2016, se realizó una valoración solamente sobre los órganos, la cual adelantó la hipótesis de una miocardiopatía “exponiendo al señor Traoré a riesgo de muerte súbita”, y dio cuenta de varias anomalías que pudieron haber contribuido al fallecimiento. 

El 3 de julio 2017, una contra-valoración sobre los órganos confirmó la presencia de una asfixia pero concluyó que la miocardiopatía “no puede aceptarse con certeza”: “la muerte es secundaria a un estado de asfixia agudo, ligado a la descompensación —durante un episodio de esfuerzo y de estrés— de un estado anterior plurifactorial”, escribieron los médicos. 

Entre estos factores, citaban en particular una hipertrofia cardíaca (una “cardiomegalia” moderada) y una enfermedad inflamatoria, sin hacer alusión a la pregunta por la responsabilidad de los policías en el desencadenamiento de estos síntomas. 

2018 - “un pronóstico vital comprometido de manera irreversible”

El 14 de septiembre 2018, una valoración de síntesis descartó la responsabilidad de los policías. Concluyó que “el pronóstico vital” del joven hombre estaba “comprometido de manera irreversible” antes de su llegada al lugar de la detención. Según los cuatro expertos, fue una enfermedad genética, la drepanocitosis, asociada a una patología poco frecuente, la sarcoidosis, lo que provocó una asfixia durante un episodio de estrés y esfuerzo.

Los médicos se apoyaron particularmente sobre el testimonio del individuo en casa de quien Adama Traoré se escondió mientras trataba de escapar de los policías. Según este local, al joven hombre le “faltaba el aire” cuando lo encontró sentado contra su puerta. “Lo único que me dijo fue: ‘sácame’. Nunca lo había visto en un estado similar. No podía hablar. Respiraba con dificultad”, le describió este hombre a los investigadores el 1 de agosto 2016.

2019 - Una contra-valoración privada reabre el caso

A finales de 2018, los jueces concluyeron las investigaciones sin examinar a los policías, dando paso a un sobreseimiento. 

Pero el 11 de marzo 2019, la familia reveló el informe médico que le pidió realizar a cuatro profesores de hospitales en París. Estos últimos, entre los cuales había un especialista en drepanocitosis y uno en sarcoidosis, descartaron las conclusiones de sus pares, consideradas como “especulaciones teóricas” e invitaron a “preguntarse por la asfixia posicional o mecánica”, reabriendo el cuestionamiento sobre la técnica de intervención de los policías. 

2020 - La última valoración judicial exonera a los policías y la familia protesta

Los jueces no consideraron que esa valoración fuera válida pero aceptaron ordenar una nueva valoración de síntesis, entregada el 24 de marzo. “Adama Traoré no murió por ‘asfixia posicional’ sino por un ‘edema cardiogénico’”, concluyeron los tres médicos. 

Sin ser categóricos, consideraron que “la combinación de una sarcoidosis pulmonar, de una cardiopatía hipertrófica y de un rasgo drepanocítico probablemente pudieron contribuir en un contexto de estrés intenso y de esfuerzo físico, bajo concentración elevada” de cannabis. 

Ante estos resultados, revelados el 29 de mayo, la familia Traoré respondió cuatro días después con una nueva valoración privada realizada por un médico. Este último también sostiene la hipótesis de un edema, que atribuye “a una asfixia posicional inducida por un placaje ventral”, técnica de intervención que los policías afirman no haber utilizado.

El caso de Adama Traoré se reavivó en Francia en los últimos días debido a las protestas por la muerte de George Floyd en Estados Unidos a manos de la policía de Minneapolis, descontento que ha valido concentraciones y manifestaciones en varias ciudades del mundo.

Con AFP

Este artículo fue adaptado de su original en francés