De cómo Adam Driver desafía la percepción de Hollywood de ‘sex symbol’ 

Inmerso en la dualidad de la masculinidad moderna, Adam Driver domina las pantallas con su atractivo natural y sensibilidad actoral en Hollywood.
Adam Driver usando esmoquin negro con camisa blanca
El actor, Adam Driver, desafía los arquetipos de un sex symbol en la actualidad. Getty Images

Tras décadas de protagonistas masculinos que encajarían a la perfección en los anuncios de Calvin Klein (pensemos en Brad Pitt y Leonardo DiCaprio), una nueva generación de actores estadounidenses está aquí para cambiar las cosas. No podemos evitar pensar en Timothée Chalamet, el joven actor de fisonomía esbelta y piel blanca que consiguió robarle el protagonismo al rubio y musculoso actor californiano, Armie Hammer, en ‘Call Me By Your Name’, y también Adam Driver, quien nunca había sido tan popular como ahora.

Tal vez sea su rigurosa elección de papeles lo que le ha permitido convertirse, en un abrir y cerrar de ojos, en uno de los favoritos de Hollywood. De hecho, recientemente ha participado en grandes producciones como ‘Marriage Story’, ‘Annette’ y ‘House of Gucci’ junto a Lady Gaga. Sin olvidar que ha conquistado todo Cannes este año, donde tuvo el gusto de mostrarse como una figura aún más grande ante el público. Sé lo que están pensando, que la suya es una historia de éxito más, sin embargo, no he podido evitar preguntarme qué es exactamente lo que tiene Adam Driver que nos hace quererlo tanto, y cómo está desafiando el concepto de un ‘sex symbol’. 

En 2019, Adam Driver fue nominado al premio de la Academia como Mejor Actor por Marriage Story.

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Nada destinaba a Adam Driver a convertirse en actor, y menos aún en el más prometedor de su generación. No, en serio, ¡nada! Nacido en el seno de una familia baptista, se vio inmerso en la tradición y las creencias religiosas desde una edad temprana (no hay nada malo en ello). A los 18 años, se alistó en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y en el Cuerpo de Marines. Su destino parecía estar marcado. Dos años más tarde y tres meses antes de partir para una misión en Irak, fue dado de baja de Camp Pendleton (California) por motivos médicos. En ese momento, la vida y las aspiraciones del ahora actor dieron un nuevo giro.

Desde 2005 y hasta 2009 estudió actuación en Juilliard School en Nueva York. Siendo el ambicioso y trabajador aspirante a actor que era, al principio le costó conseguir castings, pero más tarde apareció por primera vez en algunas series policiales como ‘The Unusuals’ y ‘Law & Order: Special Victims Unit’ (en mi opinión, una serie de culto), pero realmente fue la serie ‘Girls’ la que lo impulsó al éxito. Pasar de un papel en una serie americana a las alfombras rojas del Festival de Cannes, los Golden Globes y otras ceremonias de premios en tan solo unos pocos meses es algo fenomenal.

La definición de un sex symbol

Si nos adentramos en el tema, la noción de ‘sex symbol’ es impulsada por Hollywood a través de un ideal de perfección, que también incluye la apariencia. En los años 50, James Dean era un actor radiante, rebelde y notorio, idolatrado por la generación anterior al rock and roll como símbolo de la América de los años cincuenta. No podemos olvidar a Marlon Brando, quien forjó una personalidad notoria, construyó su estilo personal en los años sesenta y ha trascendido las décadas, además de Brad Pitt (cómo no mencionarlo), el eterno playboy rubio con un encanto irresistible.

Por otro lado, debemos decir que Adam Driver no es el arquetipo del ‘sex symbol’ a primera vista, sin embargo, parece reunir todos los requisitos. De acuerdo, no es particularmente ‘bello’, pero su exquisita actuación, la profundidad que aporta a sus personajes, y la modernidad de un hombre que tiene algo más que un cuerpo atlético y atractivo, lo sitúan en un punto que sacude los propios ideales que rodean la noción de un ‘sex symbol’, haciéndolo aún más atractivo. Con su singular belleza física y su encantadora personalidad, ofrece una nueva visión del concepto mismo de masculinidad, tan válida como la perfección de Marlon Brando o la de Leonardo DiCaprio. 

Ahora que lo pienso, ¿no sería más fácil que Adam Driver encajara en la concepción francesa del ‘sex simbol’?

Adam Driver, un nuevo arquetipo

Algunos dirán que no tiene suficientes papeles para alcanzar el estatus de ‘sex symbol’. Dicho esto, a lo largo de su carrera ha conseguido seducir a los más grandes directores de cine: Steven Soderbergh ('Logan Lucky'), los hermanos Coen ('Inside Llewyn Davis'), Jim Jarmusch ('Paterson'), Noah Baumbach ('Why We're Young'), Spike Lee y Martin Scorsese ('Silence'). De hecho, el director de Taxi Driver, Martin Scorsese, incluso llegó a calificar a Adam Driver como ‘uno de los mejores actores, si no el mejor, de su generación’. Por si fuera poco, compartirá escenario con Lady Gaga en ‘House of Gucci’, una película que profundiza en los secretos de tres generaciones de la dinastía Gucci, cuyo estreno está previsto para otoño de 2021.

El pasado mes de julio, durante el Festival de Cannes, todas las miradas estaban puestas en Adam Driver. El actor causó gran revuelo al encender un cigarrillo entre la multitud tras la proyección de la película inaugural ‘Annette’ de Leos Carax, en la que comparte pantalla con la actriz francesa, Marion Cotillard. Quizás esto contribuyó a su ascenso a la fama, pero ciertamente el actor ya estaba en el camino correcto.

Adam Driver no solo desafía la propia idea e imagen del ‘sex symbol’, sino también la interpretación que tenemos de su perfección física y su impecable comportamiento. En ‘Girls’, por ejemplo, rodó escenas de sexo con la otra estrella de la serie, Lena Dunham (Hannah Horvath), que fueron percibidas por algunos como escandalosas. 

El embajador ideal de Burberry

En julio de este año, el actor, Adam Driver, protagonizó la campaña Hero by Burberry, la nueva fragancia de la firma.

Cortesía: Burberry

En julio de 2021, se reveló que Adam Driver sería el rostro de la nueva fragancia de la casa Burberry titulada Hero (¿será el destino?). En la campaña, su físico es totalmente diferente al visto en ‘Girls’, incluso en las películas de Star Wars de J. J. Abrams. En el anuncio, el actor no usa playera y, para nuestro deleite, luce sus abdominales de acero mientras corre por una playa antes de transformarse en una criatura mística y mítica: ¡Un centauro! Riccardo Tisci, director creativo de la firma, describe la fragancia diciendo: ‘Quería que Burberry Hero encapsulara la masculinidad moderna, que jugara con la esencia de los instintos primarios humanos y animales, canalizando la dualidad entre fuerza y sensibilidad’. 

Una cosa es segura, ¡Adam Driver hizo arder Internet! Los usuarios de Twitter e Instagram no podían dejar de hablar de la campaña, haciendo divertidos memes. Como dicen, la imitación es la forma más sincera de adulación. De cualquier manera, esto no hizo más que reforzar el nuevo furor y la admiración que rodea al actor. Es un poco como cuando pones a tu ‘cita’ en un pedestal porque tienes una fantasía de quién es, excepto que en este caso, es legítimo. Aún con todo, Burberry ha acertado al proponer lo que, por fin podría definirse como el ‘anti-sex symbol’.

Al desafiar la noción del ‘sex symbol’, Adam Driver contribuye a cambiar la propia imagen de lo que es, sacudiendo la narrativa dominante en torno a la masculinidad. Y se siente bien. Nos guste o no, sigue siendo uno de los mejores actores de su generación.

Este artículo fue publicado originalmente en Vogue Francia. vogue.fr