Misión hostil (2024), de William Eubank

Un comando de operaciones especiales de élite del ejército estadounidense debe acometer una misión de rescate en la selva de Filipinas, un agente de la CIA ha caído en manos enemigas. Lo que parecía seguir un orden muy bien establecido toma un giro inesperado sobre el terreno, con varias bajas, de modo que el sargento Kinney deberá colaborar muy estrechamente con el capitán piloto de drones ubicado en Las Vegas Reaper para lograr ser evacuado.

William Eubank es un director que comenzó cumpliendo su sueño de hacer películas con una de bajo presupuesto rodada en el jardín de su casa en 2011, Love, y luego siguió con títulos apañados que se movían entre el thriller y la ciencia ficción, La señal y Underwater. En esta ocasión acomete una cinta de acción con tintes bélicos, pero donde vuelve a jugar con el suspense y la idea de romper el saque al espectador con situaciones que no espera.

Misión hostil maneja con habilidad elementos conocidos y arquetípicos en su trama, pero dejando margen a la sorpresa. La idea de acciones militares basándose en drones la hemos visto en títulos como Espías desde el cielo, mientras que el rescate de personas que corren el riesgo de quedar atrapados tras las líneas enemigas ha formado parte del argumento de filmes como El único superviviente o Tras la línea enemiga. Dicho esto, el libreto de Eubank y David Frigerio está desarrollado con inteligencia, sobre todo al trenzar la relación a distancia que se establece entre Kinney y Reaper, ambos de Ohio, y que tratan de destensar la peliaguda situación que afrontan, estableciendo puntos para la conexión humana. El modo en que se combina la acción entre las ubicaciones de la selva y Las Vegas es inteligente, jugando con esos militares distraídos por un partido de baloncesto, a veces las pantallas, todos podemos decirlo, apartan nuestra atención del lugar donde deberíamos ponerla. Lo hacen bien los dos actores, Russell Crowe sabe introducir además un punto humorístico con su hartazgo indisciplinado manejando el dron que lanza misiles, y Liam Hemsworth da el tipo de soldado preparado, pero al que falta experiencia de campo. También están bien los otros actores, el hermano de Liam, Luke Hemsworth, o Chika Ikogwe como la sargento de Reaper, al que quería pedir un favor muy especial al arrancar el film, cuyo contenido no sabremos hasta los últimos compases de la película.

Hay que reconocer que Eubank rueda bien y logra escenas de acción potentes, de modo que el espectador entiende las acciones bélicas y de combate que tienen lugar, con buenas tomas aéreas y explosiones muy vistosas. De todos modos se excede en la violencia de las escenas de torturas con el enemigo, y puede resultar difícil suspender la incredulidad en algún momento, en lo relativo a las acciones sobre el terreno. Lo que no impide que el balance permita hablar de cinta muy entretenida en su género.