'Abre los ojos', una Gran Vía fantasmagórica y otras curiosidades de la película
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'Abre los ojos': una Gran Vía fantasmagórica y otras curiosidades de la película

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'Abre los ojos', ya en RTVE Play
'Abre los ojos', ya en RTVE Play

Con Abre los ojos (1997) Alejandro Amenábar consiguió algo insólito, dejar vacía la Gran Vía de Madrid. Una imagen que años después, muchos recuperaron durante la pandemia, pero que por entonces supuso una de las escenas más recordadas del cine español. La película, que ahora llega a RTVE Play, fue un auténtico bombazo a finales de los 90. El joven cineasta venía de debutar con Tesis, otro éxito rotundo, y nadie quiso perderse el estreno de su segundo largometraje.

Protagonizada por dos rostros icónicos de la época, como Eduardo Noriega y Penélope Cruz, esta desconcertante historia transita entre el pasado y el presente, entre la fantasía y la realidad. Una rara avis, un thriller con tintes de ciencia ficción. Un juego cinematográfico, cargado de dualidades contrapuestas (vida y muerte, fealdad y belleza), en el que Amenábar se atrevió a mezclar géneros y cuya trama exige la implicación del espectador.

Eduardo Noriega en 'Abre los ojos' (1998)

Eduardo Noriega en 'Abre los ojos' (1998)

La premisa sigue la vida de un atractivo joven que ha heredado de sus padres una enorme fortuna. Vive en una espléndida casa en la que organiza lujosas fiestas y no conoce límites. Cuando una noche conoce a Sofía y se enamora de ella, Nuria, su antigua amante, se deja llevar por los celos. Al día siguiente, yendo en coche con él, Nuria provoca un accidente intentando suicidarse.

¿Cómo consiguió Amenábar vaciar La Gran Vía?

Puede que mucha gente aún no la haya visto, pero lo que seguro que ha podido ver es esa escena impactante con Eduardo Noriega en mitad de la Gran Vía madrileña desierta. La escena se rodó un año antes del resto de la película, en el día que menos transito suele tener esta calle, un 15 de agosto. Dicen que por entonces, Amenábar no tenía claro que el protagonista de la película fuera a ser Noriega y le pidió rodar de espaldas a la cámara. No sabemos si hubo varias tomas o si Noriega, muy listo, quiso asegurar su presencia en la película, pero en la escena final que aparece en la película, podemos verle girándose por completo, para que se le viese la cara. Ya no había marcha atrás.

Eduardo Noriega en las calle desierta de Gran Vía, 1996

Eduardo Noriega en las calle desierta de Gran Vía, 1996

Todo parece perfecto en la toma, pero si el espectador se fija, podrá comprobar que se les coló un par de curiosos asomados a la ventana. Es imperceptible para la mayoría, pero Amenábar quiso remediar el fallo años más tarde. Coincidiendo con su 25 aniversario, en 2022 se lanzó una remasterización de la película, sus laboratorios arreglaron ésa y otras disonancias que no han trascendido, bajo la supervisión del propio Amenábar.

'Abre los ojos'

'Abre los ojos'

Mismo equipo, misma producción y con Penélope

A Alejandro Amenábar le gusta estar en familia. Por eso, suele repetir equipo. En el caso de Abre los ojos, el equipo era prácticamente el mismo que el de Tesis. También quiso contar con Eduardo Noriega, a quien le unía una gran amistad desde sus primeros cortometrajes juntos. Por su parte, con Penélope Cruz tenía una cuenta pendiente. Ella, y no Ana Torrent, era la elegida para protagonizar Tesis, pero un cambio de agendas hizo imposible su presencia en el rodaje. Con Abre los ojos, Amenábar se desquitó del deseo de trabajar juntos.

Y, por supuesto, no podía faltar José Luis Cuerda. El cineasta de Amanece que no es poco, ya produjo su ópera prima y fue él quien el descubrió. A él debemos que Amenábar haya hecho cine. Todo fue por casualidad. Cuerda estaba revisando un cortometraje, para ver el trabajo de la actriz que lo protagonizaba, pero quien le llamó la atención fue el muchacho que estaba detrás de la cámara. Hablamos de Himenóptero, de 1992, su segundo corto.

Un innecesario remake: Vanilla Sky

Hay remakes que no hacen falta en absoluto. Este era uno de ellos. Su película original estaba perfecta como estaba, pero en Hollywood tuvo que estrenar Vanilla Sky (2001). Quien se empecinó en ello fue el mismísimo Tom Cruise, que llevó la propuesta con él como protagonista, pero manteniendo a Penélope Cruz. Conserva mucho de la primera versión, pero cambian cosas como el director, Cameron Crowe, o la banda sonora que, en este caso, corre a cargo de Paul McCartney. Con todo, nosotros, nos quedamos con la original. Abre los ojos, ya puede verse en RTVE Play.