Todo sobre mi padre (2023), de Laura Terruso

El italoamericano Sebastian, gerente de un humilde hotel de Chicago, se enamora de Ellie, que aspira a triunfar como pintora. La muchacha pertenece a una familia conservadora asentada en Estados Unidos desde la llegada del Mayflower, con la que Sebastian compite profesionalmente, pues el clan posee un imperio del sector del alojamiento. Cuando le invitan a celebrar con ellos el Día de la Independencia, el chico se lleva consigo a su adorado progenitor, el peluquero viudo Salvo, que conserva el anillo de bodas de su difunta esposa, para su vástago.

Sebastian Maniscalco arrasa como cómico en Estados Unidos. Aparece como secundario en diversos títulos como El irlandés, donde daba vida a un gángster al que liquidaba el personaje de Robert De Niro. Hizo buenas migas con él, pues le ha convencido para que protagonice a su lado un largometraje que supone su debut como guionista. De carácter bastante autobiográfico, se puede describir como un cruce entre Mi gran boda griega, pero con una familia italiana, y Los padres de ella, en donde también estaba De Niro. La realización ha recaído en Laura Terruso, responsable de un capítulo de la serie Dickinson y varios trabajos menores

Tiene a su favor un sentido alegato a favor de la unidad familiar, y su agradecible voluntad de homenajear a la figura paterna. Y también que a Robert De Niro se le da bastante bien la comedia, lo que demuestra en un par de escenas. Lo malo: todo lo demás no funciona. Resulta difícil creerse que un italoamericano albergue temores de que no le acepte una familia de WASP como si fuera Sidney Poitier en Adivina quién viene esta noche, y que cobren importancia las supuestas diferencias de clase, cuando el futuro novio parece de familia media alta, no tan pudiente como la de sus suegros, pero en la vida real nadie le daría importancia a esto. A veces se abusa de algún chiste escatológico, o se intenta hacer reír con clichés mil veces vistos, se abusa de la voz en off del protagonista, y no se ha logrado el tempo rápido que pide el género de las risas.

Sobre todo pesa el trabajo con poca chispa del propio Sebastian Maniscalco. Le sacó buena tajada Scorsese, especialista en reconvertir a cómicos en actores serios desde que rodó El rey de la comedia, con Jerry Lewis, pero un papel protagonista le viene grande, y no tiene ni de lejos la gracia de Ben Stiller, tronchante al lado de De Niro, pese a que su trabajo conjunto no era especialmente brillante. No parecen muy entusiasmados con el proyecto David Rasche y  Kim Cattrall, los futuros suegros.