En 1989 Rowdy Herrington dirigió a Patrick Swayze en una película sobre un “duro” que se encargaba de la seguridad del Double Deuce, un bar de mala muerte de un pueblo de Misuri, y debía enfrentarse con los hombres más poderosos y corruptos del lugar. El productor de aquel film que se convirtió en un inesperado éxito comercial fue Joel Silver, por entonces de 37, y es el propio Silver quien lideró también esta remake, ahora con 72 años.

Ya no estamos en Misuri (aunque de allí proviene el personaje de Elwood Dalton, un ex luchador de la UFC caído en desgracia) sino en los Cayos de Florida, adonde llega el desdichado y solitario protagonista para hacerse cargo de la seguridad de Road House, una cantina con mesas de pool, bandas en vivo y, sobre todo, innumerables peleas nocturnas. Dalton (un Gyllenhaal con un cuerpo impresionante trabajado con muchas horas de entrenamientos y profusión de anabólicos) pronto estará protagonizando duelos a los golpes y sabiendo que no es bienvenido por prácticamente nadie, salvo tres mujeres: Frankie (Jessica Williams), la dueña del lugar que es quien lo contrata, Ellie (Daniela Melchior), una atractiva médica que para más datos es la hija del corrupto jefe de policía local (Joaquim de Almeida); y Charlie (Hannah Love Lanier), la joven hija del dueño de una librería.

Y del otro lado están, claro, los villanos, todos tan torpes, brutos y malísimos que parecen salidos de un cómic: desde el mafioso Brandt (Billy Magnussen), que quiere quedarse con el bar para engrosar sus negocios en la zona, hasta el Knox de Conor McGregor (el irlandés que es campeón del mundo de la UFC), quien se convertirá en la némesis de Dalton (hay que admitir que su personaje desbordado y engreído funciona bien).

Hay algunas peleas cuerpo a cuerpo y persecuciones en lanchas filmadas por Liman con su habitual destreza, varios guiños al western (contemporáneo en este caso) y no mucho más. Ah, y Gyllenhaal está todo el tiempo sin camisa como para justificar que su esfuerzo para la transformación física a sus 43 años valió la pena.


Sumate a la comunidad OtrosCines/Club

Las suscripciones son la mejor manera para que las lectoras y los lectores apoyen directamente a los emprendimientos periodísticos independientes y ayuden a sostener un producto de calidad que mantiene el acceso a todos sus contenidos de forma gratuita. Además, se accede a una amplia oferta de beneficios y contenidos exclusivos.

MÁS INFORMACIÓN
SOBRE BENEFICIOS
Y SUSCRIPCIONES