Cinco años después, el polémico final de Calle Cloverfield 10 todavía sorprende (y funciona)

La película cumple cinco años y echamos un vistazo a su polémico final y por qué nos parece tan necesario.

Calle Cloverfield 10, la segunda entrega de la saga Cloverfield del productor J.J. Abrams, llegó hace cinco años a los cines de todo el mundo. Celebramos su particular aniversario recordando la película y, sobre todo, su polémico final.

Atención: El artículo incluye spoilers de la película al completo.


Todo lo que tiene que hacer es salir fuera.

Las luces se encienden y se apagan. Un fuego eléctrico consume la sala de estar. Los gritos de dolor de Howard resuenan a través de las rejillas de ventilación mientras su carne se quema por la exposición al ácido perclórico. Cualquier forma de vida que Michelle conocía en ese búnker está muerta hace mucho tiempo. El reloj avanza hacia su inevitable destrucción. El búnker del fin del mundo de Howard, un monumento a su monstruosa necesidad de control, se vaporiza por una explosión pocos minutos después de que ella consiga escapar dentro de un traje de seguridad que ella misma construye con cortinas de baño y cinta adhesiva. Da sus primeros pasos hacia un mundo que le contaron que ya no era habitable.

Se quita la máscara y respira. El aire es limpio. Por un segundo, está a salvo. Entonces, ve una nave alienígena en la distancia. Dado el polémico final de Calle Cloverfield 10, es evidente que no todos los espectadores quedaron satisfechos.

Pero ese final fue absolutamente necesario.

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Michelle (Mary Elizabeth Winstead) conoce la verdad sobre lo que ocurre fuera de la casa de Calle Cloverfield 10.

Atrapada en una caja

Las mayores objeciones al final de la película parecen provenir de la sensación de que el cambio de género del thriller contenido al ámbito de la ciencia ficción fue un paso demasiado grande, que salió de la nada y que deshace el estilo lógico y realista que posee la película hasta ese momento. Cómo siente cada espectador esta transición es, por supuesto, subjetivo y personal. Lo que se puede argumentar es qué tipo de película estamos viendo hasta el final, porque deja en evidencia que quizás nos equivocamos.

Ya en el vuelo de Michelle en las escenas iniciales de la película, Calle Cloverfield 10 deja claro que cualquier evento catastrófico que esté ocurriendo es a gran escala: la radio menciona una "subida de tensión" que ha provocado apagones en muchas ciudades de la costa sur. Emmet (John Gallager Jr.) le habla a Michelle acerca de unos destellos rojos gigantes que no se parecen a nada que haya visto hasta ahora. La mujer que intenta irrumpir en el búnker claramente se ha visto afectada por algún tipo de ataque químico debido a las intensas quemaduras de su piel. Se escuchan vehículos extraños moviéndose sobre el búnker varias veces, insinuando una presencia militar, algo que Howard (John Goodman) teoriza con la presencia de "señales extraterrestres". Si bien la mayor parte de lo que vemos se centra en las tres personas que está dentro del búnker, la historia más allá sobre una invasión alienígena se presagia en numerosas ocasiones antes de la revelación. Siempre fue una película de ciencia ficción, pero hay que asimilar los detalles para darse cuenta.

Corriendo hasta el final

Durante la mayor parte del tiempo, Michelle se presenta como una mujer astuta, ingeniosa y decidida que, sin embargo, se ve obstaculizada por una perenne necesidad de huir de sus problemas. No sabemos exactamente qué pasó con su prometido más allá de una "pelea", pero lo primero que vemos hacer a Michelle es dejar atrás toda su vida y huir. Ella elabora este aspecto de sí misma cuando le cuenta a Emmett una historia en la que dice ver a una niña pequeña en una ferretería que estaba siendo abusada físicamente por su padre, y cómo le recordó a su propia relación paternal. Michelle dice que quería ayudar a la niña, intervenir como lo hacía su hermano cuando su padre era abusivo, pero no pudo. "Hice lo que siempre hago cuando las cosas se ponen difíciles", dice. "Entré en pánico y corrí". Es una autoacusación que tiene un impacto en el resto de la película.

Lo que se nos comunica con esto es más complicado que la simple culpa por evitar situaciones difíciles. Antes, cuando Michelle se despierta por primera vez e intenta escapar de Howard por su cuenta, él comenta que tiene una pelea interna. Michelle no es indefensa ni pasiva; tampoco le falta coraje. Su problema es el miedo a tener que arriesgarse para ayudar a los demás. Vivir en el búnker de Howard es una situación abusiva y peligrosa, y huir de él es el curso de acción correcto, pero tampoco desafía sus convicciones sobre sus limitaciones. Revelar si Howard estaba en lo cierto acerca de lo que sucedía en el exterior no funciona como final de la historia porque no resuelve el conflicto interno de nuestra protagonista. La supervivencia no es el único objetivo. Para que la historia de Michelle llegue a su fin, necesita cambiar.

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Houston, tenemos un problema

Cuando Howard se enfrenta a Michelle y Emmet por el uso de las herramientas, los amenaza y exige saber qué están haciendo. Ambos son cómplices, pero Emmett asume la culpa, alegando que estaba fabricando un arma. Michelle sabe que se está sacrificando por ella, pero se queda callada. Mary Elizabeth Winstead interpreta la angustia a la perfección, transmitiendo con sus expresiones la confusión de saber que, al igual que con su hermano, está perimitiendo que otra persona tome el abuso en su nombre, y no es lo suficientemente valiente para detenerlo. Howard mata a Emmett por esto, lo que significa que el posterior escape de Michelle solo puede ser para su único y propio beneficio. Ella logra mantenerse con vida.

Sin embargo, después de ser atacada por los extraterrestres (y una vez más, usar la astucia para salvarse), Michelle se enfrenta a una elección genuina. Mientras se aleja de la casa de Howard, una transmisión de radio llama a los supervivientes para que acudan a Baton Rouge para ponerse a salvo o que vayan a Houston para combatir la invasión. Michelle no tiene casa. Nadie ni nada la obliga a tomar una decisión. No tiene ningúna obligación de intervenir. Es por eso que un desastre natural o alguna otra situación trágica en la que esté involucrada no podría ayudar hacer funcionar a su personaje de la misma manera. Una fuerza tremenda está hiriendo y matando a otras personas, y Michelle puede optar por la huida o, por primera vez en su vida, arriesgarse para ayudar a los demás.

Pone rumbo hacia Houston y los rayos revelan más naves alienígenas en la distancia. Lo que ocurrirá después no lo sabemos.

Pero ella ya no tiene miedo.

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