Verónica Sanz, fuera de la televisión: de su famoso marido a la paella de los domingos

Nada hace prever que la vida de Verónica Sanz vaya a cambiar desde que Antonio García Ferreras la eligió para ocupar su silla en el informativo ‘Al rojo vivo’. Todoterreno, ha demostrado su versatilidad delante y detrás de las cámaras. Especializada en economía, empezó en tertulias deportivas, primero en Barça TV y después en ‘Punto pelota’. Y tras pasar por los matinales de Cuatro y Telemadrid aterrizó en La Sexta.

Con gran capacidad para el disfrute, para ella cualquier cambio en su vida es susceptible de celebración, como esta última etapa profesional. Verónica Sanz, de 41 años, comparte todo su tiempo libre con sus dos hijas de 9 y 6 años. Le gusta disfrutar en familia, el sol y la cocina, otra de sus habilidades, además de la comunicación.

Es habitual verla en redes sociales con unos guantes protectores y al mando de la barbacoa del jardín de su casa para elaborar su plato estrella: la paella. Y como embajadora de su tierra, también prepara platos típicos de Cataluña, como unos calçots, y lanza recomendaciones para un sabroso resultado.

Además de la cocina, otra de sus pasiones es la moda, con el rojo como color favorito. Aunque se fía siempre de la elección de su estilista, Rosa Lobo. Y para mantenerse en forma acude al gimnasio con frecuencia, donde se machaca con entrenamientos “dignos de un Oscar”, asegura. Además, Verónica Sanz es asidua a la bicicleta y cuando puede se escapa a la nieve, eso sí, siempre en familia; la última reunión en marzo en Sierra Nevada.

Cuida mucho su alimentación y sigue las pautas que le indica su nutricionista, Verónica Chazín, quien la ayuda desde hace un año a desarrollar una vida saludable. Habitual en los informativos nocturnos de La Sexta, está poco acostumbrada a madrugar. Pero al tomar las riendas de ‘Al rojo vivo’ tiene que levantarse todos los días a las 5:30 y no regresa a casa hasta las 16:00. Para hacer más llevadera la jornada, se ayuda de frutos secos, siempre al natural y sin sal. “Nada industrial, sin pasar hambre”, asegura.

Verónica Sanz está casada con el también periodista Óscar Rodríguez. Coincidieron en ‘La columna’, espacio de sobremesa de Julia Otero en TV3, y él continuó trabajando con la comunicadora catalana en distintos espacios de su productora tanto en la autonómica como en TVE. Ahora comparten de nuevo cadena, ya que él, como experto en clima, dirige ‘Estación La Sexta’, espacio de meteorología. Repite la situación sentimental de su jefe, Antonio García Ferreras, casado también con la periodista Ana Pastor, y compañera de La Sexta.

Mientras, Verónica Sanz ha pasado por varios espacios. Antes de ‘Al rojo vivo’, presentó ‘La Sexta noche’, espacio de debate reconvertido en ‘La Sexta Xplica’, y más recientemente ‘Sábado clave’. El matinal no es un espacio desconocido para ella, ya que ha estado como colaboradora en la mesa de economía. Pero nunca había ocupado la silla principal desde que arrancó el programa en 2001; sí lo han hecho Cristina Pardo, María Llapart, Roberto Bláquez y, más recientemente, Inés García Carballo.

La catalana, que estudió Periodismo y Empresariales, además de un máster en análisis económico, ejerce también de maestra de ceremonias de importantes convenciones bancarias. Aunque en televisión aborda y conoce bien la actualidad política y social, lo suyo son la geopolítica y la economía. Asegura que le “persigue” una vocación: “explicar cosas”. Así pues, Verónica Sanz no duda en convertirse en influencer y contar a sus seguidores por qué han subido los precios de la cesta de la compra o la factura de la luz, hablar de impuestos o márgenes empresariales en divertidos vídeos en los que aparece caracterizada.