Estudio de las creencias y prácticas religiosas en Europa - Protestante Digital

Estudio de las creencias y prácticas religiosas en Europa

A menudo se piensa que el mayor reto de la evangelización es llegar a los no creyentes. Lejos de negar la importancia de este enfoque, sospecho que los que abandonan la iglesia constituyen un desafío aún mayor.

  · Traducido por Rosa Gubianas

09 DE JULIO DE 2021 · 12:15

Foto de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@kalimullin?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Ilnur Kalimullin</a> en Unsplash CC. ,
Foto de Ilnur Kalimullin en Unsplash CC.

El Índice Nova de Secularidad que se presenta en este número de la revista Vista se basa en la Encuesta de Valores Europeos (EVS, por sus siglas en inglés), que trata de comprender (entre otras dimensiones) las creencias y prácticas religiosas en Europa.

Sin embargo, hay muchos factores que afectan a los resultados de estas encuestas y de otras similares, como los Estudios Sociales Europeos (ESS, por sus siglas en inglés) y los Informes de Investigación del Foro Pew. Debemos tenerlos en cuenta para comprender los matices del panorama religioso en Europa.

En este artículo examinaremos algunos de estos componentes. Además, combinaremos los resultados de estas encuestas con las tendencias demográficas que influyen en la evolución religiosa.

La estrategia de un paso frente a la de dos pasos

El primer factor es que las encuestas utilizan diferentes métodos para preguntar sobre la identidad religiosa que inducen a los encuestados a dar respuestas diferentes. En muchas encuestas hay una sola pregunta: “¿a qué religión pertenece?”.

Normalmente, se añaden varias opciones entre las que los encuestados pueden elegir, incluida la opción indefinida “otra”. Distintas encuestas, especialmente en Europa, adoptan un enfoque de dos pasos: primero una pregunta de filtro como: “¿es usted religioso?”, o: “¿pertenece usted a alguna religión?”, y luego, si la respuesta es positiva: “¿a qué religión pertenece?” (dando algunas opciones para elegir) y diversas preguntas sobre las creencias y la práctica religiosa.

El investigador de Pew, Conrad Hackett, señala que las encuestas en las que se ha utilizado esta estrategia de medición en dos pasos tienden a encontrar un número considerablemente mayor de personas que declaran no pertenecer a ninguna religión que en los sondeos con una medición directa de la identidad religiosa en un solo paso.

Por ejemplo, en Austria, la ESS de 2002 reveló que el 28% de los encuestados afirmaba no ser religioso; esta cifra era más del doble del 12% de los encuestados en esta categoría en el censo austriaco de 2001, que incluía una pregunta simple sobre la afiliación religiosa (Religionsbekenntnis), con una serie de categorías de respuesta que incluían “sin afiliación religiosa”, así como una casilla de respuesta escrita.

En muchos casos, dice Hackett, “las preguntas de dos pasos parecen filtrar a los encuestados que podrían afirmar una afiliación religiosa pero que no se consideran a sí mismos con un nivel significativo de pertenencia religiosa. En algunos países en los que la religión se mide con una pregunta de un solo paso, se obtienen estimaciones más elevadas de la cuota de afiliación religiosa del país”.[1] 

Basado en el enfoque de una sola pregunta, el informe de Pew Research de 2018, Ser cristiano en Europa Occidental, dice que el 71% de la población de Europa occidental y septentrional afirma su identidad cristiana, y que el 22% asiste regularmente a la iglesia (al menos una vez al mes).

Estos porcentajes son más elevados que el panorama general que se desprende de las encuestas EVS y ESS, que utilizan una estrategia de preguntas múltiples.

¿Qué significa “ser religioso”?

Un segundo factor a tener en cuenta es que la respuesta a la pregunta: “¿es usted religioso?”, o: “¿pertenece usted a una religión?”, depende de lo que los encuestados entiendan por ser “religioso”. Representa cosas diferentes para cada persona y el significado puede variar incluso entre los seguidores de una misma religión.

Para algunos, significa tener creencias religiosas. Por ejemplo, los franceses suelen decir que son “creyentes” o “religiosos”, lo que significa que creen en Dios. Para otros, ser religioso quiere decir más bien practicar ciertos ritos y prescripciones de las instituciones religiosas.

Dicho esto, el enfoque en dos fases nos permite ir más allá de la imagen binaria de una población dividida en una parte religiosa y otra no religiosa.

Algunas personas se declaran religiosas, o indican que creen en Dios, oran con mayor o menor regularidad y se interesan por los temas religiosos, pero no afirman pertenecer a una religión concreta. Los científicos sociales están desconcertados por esta categoría, que se ha apodado “creer sin pertenecer” o “comportarse sin pertenecer”. David Voas ha introducido el término “fidelidad difusa”.[2]

La comparación de diferentes encuestas muestra que se trata de una parte considerable de la población, especialmente en Europa Occidental. ¿En qué creen exactamente estas personas? ¿Por qué se aferran a determinadas prácticas religiosas? ¿Cuál es su relación con la religión cristiana (o musulmana)?

A la inversa, algunos reivindican una identidad religiosa al mismo tiempo que indican que no son religiosos en términos de creencias y/o prácticas. Pertenecen a los llamados cristianos nominales, culturales o sociológicos, musulmanes o judíos.

En el evangelicalismo es habitual distinguir entre “religión” y una “relación de fe con Dios, o sea, fe verdadera”. Muchos se inclinan por decir que “no son religiosos”, aunque se identifican definitivamente como cristianos.

La disminución frente a la recuperación

Un tercer factor que hay que tener en cuenta es que cada encuesta presenta una imagen estática de la situación en un momento dado, en un lugar determinado, tomada desde un cierto ángulo, como una foto. Pero la vida, incluida la experiencia y la práctica religiosa, es dinámica, más parecida a una película que consiste en una serie de imágenes que cambian con el tiempo.

Por lo tanto, es necesario comparar diferentes encuestas. Y también repetir las mismas al cabo de cierto tiempo, utilizando las idénticas preguntas, o al menos similares, lo que nos permite ver las tendencias.

Por ello, este número de Vista compara el Índice Nova de Secularidad, basado en los últimos datos de la EVS, con los de hace ocho años. En algunos países se observa un descenso muy rápido en los últimos 10 a 20 años, mientras que otros países se mantienen más estables durante el mismo período.   

Es interesante ver que Francia, Reino Unido, Noruega y Suecia no muestran un gran aumento de la laicidad, ni en las encuestas Pew ni en la EVS. En cambio, hay un aumento considerable de la secularidad en los Países Bajos, Bélgica, Finlandia, España, Suiza y Dinamarca, por ejemplo.

Curiosamente, algunos países muestran un ligero descenso del laicismo, que en el Índice Nova es notable en Alemania, pero también en Hungría y Bulgaria.

El siguiente gráfico del informe de Pew de 2018, Ser cristiano en Europa Occidental, muestra las diferentes trayectorias en varios países europeos entre 2002 y 2014, con respecto al porcentaje de la población que reivindica la identidad cristiana. Varían desde un fuerte descenso hasta un repunte.[3]

Estudio de las creencias y prácticas religiosas en Europa

La secularización y el declive de la religión cristiana, en particular, se han ido produciendo desde hace mucho tiempo y se han acelerado desde los años setenta. ¿Qué nos dicen estas trayectorias recientes?

Tal vez podamos concluir provisionalmente que el fuerte declive de algunos países es una cuestión de ponerse al día con los países vecinos y que la caída se ralentizará y posiblemente se detendrá.

Tal vez los países con un declive lento, como Francia y el Reino Unido, han tocado casi el fondo del mismo y ahora se están aplanando. Y, por último, esa bajada no es un proceso inevitable, porque en algunos países se observa un aumento de la religiosidad.

Esto se hace aún más evidente cuando miramos a Europa en su conjunto. Observamos una llamativa diferencia entre la parte occidental y la oriental. En otro informe de investigación reciente de Pew se preguntó cuántas personas que fueron formadas como cristianas siguen identificándose como tales.

La diferencia entre las dos cifras equivale al declive del cristianismo. Vea a continuación las estadísticas, basadas en encuestas realizadas en 2015-2017.[4] 

Estudio de las creencias y prácticas religiosas en Europa

En todos los países de Europa Occidental, el número de personas que han conservado su identidad cristiana ha descendido, desde el 6% en el Reino Unido hasta el 28% en Bélgica, Noruega y los Países Bajos. En Europa Central, el cristianismo se mantiene más o menos estable, excepto en la República Checa y Eslovaquia, mientras que en Europa del Este muestra un aumento, incluso considerable, en Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

Por lo tanto, no se puede decir “bueno, Europa se está secularizando cada vez más”, hay que matizarlo y destacar que hay diferentes trayectorias en Europa con respecto a los distintos países.

Dinámica del cambio

Desde el punto de vista pastoral y de la evangelización, no basta con concluir que el porcentaje de no creyentes ha aumentado o disminuido tanto. Necesitamos encuestas más afinadas en las que se pregunte si las personas han pasado de la incredulidad a la creencia, o viceversa, y en qué momento de su vida.

Eso saca a la luz la dinámica del cambio (abandonar la religión, cambiar de religión, convertirse de no religioso a una religión). En los debates públicos, la identidad religiosa se trata como un rasgo estable.

No obstante, las investigaciones demuestran que la identidad religiosa (y el compromiso) fluctúa a lo largo de la vida y del tiempo. De los dos informes de investigación de Pew a los que hemos hecho referencia, se desprende que un número considerable de europeos se convierte de la no religión al cristianismo, pero que relativamente pocos europeos autóctonos se convierten al islam.

El cambio también se produce dentro de una religión, por ejemplo, de ser nominal o no practicante a ser un creyente comprometido y practicante, o viceversa.

¿Por qué los europeos (occidentales) “cambian” de religión?

Mucha gente hace un cambio de religión a lo largo de su vida, pero no siempre es definitivo. Algunas personas son religiosamente liminales, diciendo un año que no son religiosas y al año siguiente que sí lo son o pertenecen a una determinada religión. Otras pasan de ser religiosas a no religiosas.

¿Por qué ya no están afiliados a la religión en la que crecieron? Esta fue una de las preguntas que se plantearon en el mencionado estudio de Pew Research Ser cristiano en Europa Occidental.[5]

He aquí los porcentajes medios de personas no afiliadas que citan una de las siguientes razones importantes por las que abandonaron la religión en la que se educaron.

  • 68% Se aleja gradualmente de la religión/la iglesia
  • 58% No están de acuerdo con sus posiciones en cuestiones sociales (aquí deberíamos incluir sin duda las cuestiones de sexualidad, matrimonio y género)
  • 54% Ya no creen en las enseñanzas de la religión / la iglesia
  • 53% Descontento por los escándalos que involucran a instituciones y líderes religiosos
  • 26% No se satisfacen las necesidades espirituales
  • 21% La religión/la iglesia les falla en momentos de necesidad
  • 8% Se casan con alguien ajeno a su religión/iglesia

Esto me lleva a un punto importante que deben tener en cuenta los pastores, los trabajadores juveniles y otros líderes de la iglesia: ¿cuáles son los factores que llevan a los cristianos nominales o incluso a los practicantes a adoptar un estilo de vida y una visión del mundo no religiosos?

A menudo se piensa que el mayor reto de la evangelización es llegar a los no creyentes o a los que no van a la iglesia fuera de la circunscripción cristiana. Las estadísticas sobre el creciente número de “no creyentes” tienden a reforzar esta posición.

Lejos de negar la importancia de este enfoque, sospecho que los que abandonan la iglesia constituyen un desafío aún mayor. Por un lado, resulta bastante difícil despertar el interés por Dios, Jesús y el Evangelio entre personas que ya han abandonado la iglesia.

En muchos casos es demasiado tarde, ya han tomado una decisión. Pero lo que sí podemos y debemos hacer es identificar las causas por las que la gente “se sale” y pensar en los potenciales desertores en nuestras iglesias, no sólo entre los jóvenes sino en todas las categorías de edad.

El estudio de estas razones y de las historias individuales de las personas que han “abandonado el redil” puede convertirse en un recurso para la predicación, la enseñanza y la atención pastoral.

¿Tenemos en cuenta los factores que han llevado a otros a cambiar de religión? ¿Somos conscientes de que los miembros de nuestra iglesia podrían hacer lo mismo en el futuro por las mismas razones?

¿Nos damos cuenta de que algunos ya están en este proceso, en silencio y en privado, mientras no lo vemos todavía? ¿Cómo podemos advertirlo mejor? ¿Abordamos los problemas que hacen que la gente se vaya? ¿Cómo podemos satisfacer las necesidades subyacentes, responder a las preguntas profundas y evitar así que se produzca un proceso de distanciamiento religioso definitivo en sus vidas?

Al plantear estas preguntas, nuestra reflexión sobre las encuestas y las estadísticas puede resultar provechosa para la práctica pastoral y de evangelización.

 

Este artículo apareció por primera vez en la edición de mayo de 2021 de Vista Journal.

 

Notas

[1] Conrad Hackett, “Seven things to consider when measuring religious identity”. ["Siete cosas a tener en cuenta al medir la identidad religiosa".] Religión, 2014, p. 5.

[2] Jo Appleton, Reflexiones sobre una encuesta europea de valores: Entrevista al Profesor David VoasVista 38 May 2021

[3] Pew Forum, Being Christian in Western Europe [Ser Cristiano en Europa Occidental] (2018), p. 37.

[4] Pew Forum, Eastern and Western Europeans Differ on Importance of Religion, Views of Minorities, and Key Social Issues [Foro Pew, Los europeos del este y del oeste difieren en la importancia de la religión, la opinión sobre las minorías y las cuestiones sociales clave] 2018, p. 19. h

[5] Pew, Being Christian in Western Europe [Ser Cristiano en Europa Occidental], p. 41

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