El destino ha querido que hoy, el día en el que el Athletic se juega el pase a semifinales de Copa en Mestalla, el jugador del que me toca escribir es Óscar de Marcos, el héroe del duelo de los octavos ante el Espanyol, el autor del gol que le dio la clasificación al Athletic ante el equipo catalán. Ha sido duda durante la semana, pero ojalá esta noche sea aún más héroe y pueda dejar al equipo rojiblanco a dos partidos de una nueva final. De Marcos, el eterno. Al que muchos, yo incluido, le habíamos retirado del fútbol hace dos temporadas y el de Laguardia sigue siendo titular indiscutible y hasta (casi) nadie discute su posible ampliación de contrato con el club de Ibaigane.
Fijaros qué frase escribí la temporada pasada entorno a De Marcos. Ojo que no tiene desperdicio. Tirando de hemeroteca y no dejándome en buen lugar, todo sea dicho de paso: Mi opinión es que su etapa como jugador del primer equipo ha llegado a su fin. Así de contundente fui. Defendía entonces que la temporada de De Marcos estaba siendo bastante irregular, y así fue. Qué el propio jugador había reconocido que la retirada se le pasaba por la cabeza, y es que las lesiones le hicieron pasar un mal momento a uno de los capitanes del equipo. “Tengo que estar aquí el tiempo que me corresponda. No voy a engañar a nadie”, explicó la temporada pasada. No lo ha dicho esta temporada, pero estoy convencido de que seguro lo piensa. En pocas cosas De Marcos es sospechoso, en esta, mucho menos.
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De Marcos cumple su decimocuarta temporada como león, entró ya en el club de los selectos y está ya entre los diez jugadores que más veces han vestido la camiseta del primer equipo masculino del Athletic. Creo que va entrar en el club de los 500. Le quedan 23 para llegar y 24 partidos oficiales son los que puede llegar a jugar el Athletic si alcanza la final de Copa. De momento ha participado en todos los partidos ligueros. Yo ya, insisto, con De Marcos de por medio no me atrevo a escribir nada. Pero si acaba renovando, que tiene toda la pinta, seguro llegará a las cifras de los 500 partidos y se colará en el grupo de los Susaeta, Iraola, Etxeberria, Muniain y Txetxu Rojo. Casi nada. Llegó con Caparrós para jugar en posiciones ofensivas y el tiempo y las necesidades del equipo le retrasaron hasta el lateral. Aquellas temporadas con Bielsa en la mediapunta será, al menos para mí, en lo deportivo, la más recordada. Era un espectáculo verle en esa posición. Y si ya llega a estar más acertado de cara a gol, ni te quiero contar.
Hoy que el Athletic puede meterse en unas semifinales de Copa, hoy que el Athletic puede estar más cerca de una final, hoy que el Athletic puede estar más cerca de volver a levantar esa ansiada Copa, me gustaría que Muniain, el primer capitán, permitiera a De Marcos levantar la Copa con él. Los dos a la vez, me encantaría ver esa imagen por muchas razones.
Repito. Puede que la temporada que viene tenga que volver a escribir de De Marcos porque sigue en la plantilla, pero por si acaso, qué vuelva a quedar escrito: se marchará un tipo, que sin mamar Lezama desde pequeño ha entendido lo que el Athletic dentro, y, sobre todo, fuera del club. Un tipo comprometido, profesional, educado, con carácter y necesario dentro de un vestuario y de una entidad como yo entiendo al Athletic. No sé si como entrenador, si como ayudante o en la Fundación. De Marcos debe ser un activo del club más allá de cuando su etapa como jugador termine. Lo sigo teniendo clarísimo. Y si el año que viene lo tengo que volver a escribir, lo haré. Y, por cierto, mi respuesta a la pregunta que lanzó en el titular es, no. No será cosa del otro jueves.
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