3,5 estrellas
7
Ángeles con caras sucias
Título original: Angels With Dirty Faces
Año: 1938
País: Estados Unidos
Duración: 97 min.
Género: Cine negro
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Michael Curtiz
Guion: John Wexley, Warren Duff
Música: Max Steiner
Fotografía: Sol Polito
Reparto: James Cagney, Pat O’Brien, Humphrey Bogart, Ann Sheridan, George Bancroft, Billy Halop

Rocky Sullivan y Jerry Connelly son dos colegas de la infancia que han seguido caminos muy diferentes. Mientras Rocky es un famoso delincuente, Jerry hizo sus votos como sacerdote y trabaja para mantener alejados de la violencia a los jóvenes de su parroquia. Esta labor se verá comprometida por el regreso al barrio de Rocky, tras salir de la cárcel. Su presencia allí despierta el interés de los muchachos, que comienzan a sentirse atraídos por el gánster. Ante esta situación, al padre Connelly no le quedará otra alternativa que tratar de apartarlos de la mala influencia que su amigo ejerce sobre ellos.

La acción nos traslada hasta East Side, una zona del distrito neoyorquino de Manhattan. Nos presenta a dos viejos conocidos, cuyas vidas corrieron distintas suertes a raíz de un pequeño hurto cuando eran unos críos. Rocky fue capturado por la policía y la fechoría le condujo hasta un correccional, donde cargó en solitario con la culpa, sin delatar a Jerry.

Años más tarde, ambos siguen profesándose un sincero afecto y el párroco es muy consciente de la fortuna que tuvo con respecto a su compañero, convertido en una víctima del sistema. Al sentirse en deuda con él, le cuesta argumentar en contra suya delante de los chavales. Sin embargo, no encontrará otra solución para evitar que estos sigan la senda del crimen, viendo cómo el mafioso capta la atención de estos chicos de un entorno oprimido.

Ángeles con caras sucias fue dirigida por Michael Curtiz, unos años antes de firmar su obra cumbre con Casablanca. Una de las estrellas de aquel clásico, Humphrey Bogart, desempeñó un papel secundario en la película que nos ocupa. Aún sin la popularidad que posteriormente alcanzaría este intérprete, el protagonismo se lo repartieron entre James Cagney y Pat O’Brien, que representan las opciones entre las que deben elegir los adolescentes de East Side.

El notable guion, escrito conjuntamente por John Wexley y Warren Duff, da en el clavo al dotar de humanidad al personaje de Rocky y al mostrar el mal como la elección aparentemente más fácil. Igualmente acertado es el contrapunto plasmado con el padre Connelly, pues no hay ingenuidad en su búsqueda del bien, ya que el religioso conoce de primera mano los peligros de la calle. En el reencuentro con su buen amigo surgirá una intensa disputa, que les forzará a seguir separados.

Ángeles con caras sucias (fotograma)