El Atlético de Madrid empató su partido ante el Real Mallorca gracias a un gran gol de Álvaro Morata. Corría el minuto 21 del partido, ya con el cuadro colchonero por debajo en el marcador. Un pase medido de De Paul al hueco, larguísimo el pase, para que el internacional español cruzase de la mejor forma a la red de la meta del cuadro balear.
Hasta ahí bien. El problema para él es que, de nuevo, el VAR le anuló el gol, que no subió al marcador. El jugador madrileño estaba ligeramente adelantado, estaba en fuera de juego por poco.
Y en este curso es el tercer gol que le anulan por la actuación del VAR. El primero fue en San Sebastián, donde anularon un gol a Álvaro Morata por una mano previa de Joao Félix, pero una acción calcada sí que fue dada por válida en el tanto de Sadiq que significó el empate.
El segundo, en San Mamés, Morata se llevó un balón a la espalda de la defensa del Athletic, pugnó con Yeray, que cayó al suelo, y resolvió a la perfección en el mano a mano ante Unai Simón. Figueroa Vázquez concedió el gol, pero mientras los jugadores rojiblancos lo celebraban, Alberola Rojas, que estaba en el VAR, avisó al colegiado de que podía haber habido una infracción del delantero madrileño. En la imagen se aprecia un leve contacto en la carrera, después Yeray tropezó y se fue al césped.
UN VIEJO PROBLEMA
Morata ya se tenía que haber olido algo así. En su segundo partido de rojiblanco, en el derbi de su primera temporada le anularon por fuera de juego un gol ante el Real Madrid, en el Metropolitano, que revisiones independientes desvelaron que no estaba en posición ilegal a pesar de que el VAR -que entonces no contaba con la actual tecnología- no dio por válido el tanto.