Comparar la democracia y la independencia puede resultar que las dos contribuyen a destacar y rescatar los mismos valores humanitarios, permanecen en el desarrollo de las naciones. Desde la perspectiva analítica el ser humano siempre ha luchado por su libertad dentro del marco conceptual de su independencia, que es la base sólida para entender el respeto a las diferentes religiones, ideologías, razas, géneros y clases sociales; de esta manera se transforma la nación en una sociedad democrática, dando una forma de gobierno plural que representa la voluntad de todo el pueblo, creando un tejido social en paz y de desarrollo comunal, permitiendo las libertades de expresión, tránsito, credo, política o cualquier otra libertad, así como la separación entre los distintos poderes públicos y la libertad de intercambio comercial bajo el reglamento del derecho común, que permite la igualdad de derecho y deberes. Hoy en México se busca penetrar en la sociedad nuevas ideas para conservar a la democracia, ya que sin ella no existe una independencia, por ello tenemos que actuar con mucha precaución para tomar decisiones y aceptar estos cambios que acarreen intereses ajenos a los usos y costumbres del pueblo mexicano. Sin duda, la innovación democrática es cambiar a nuestro país y dar el salto hacia la modernidad, pero sobre todo conservar nuestra independencia que es el símbolo de la libertad, dignidad e identidad de todos los mexicanos. Es importante recordar que el estado de Hidalgo ha dado ejemplo a los demás estados con su forma de gobernar en los últimos tres años de aplicación de la democracia por medio de la participación ciudadana, logrando conservar su autonomía y libertad como estado, mejorando exponencialmente diversos problemas sociales como buscar erradicar la pobreza.
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