Principios cooperativos

Las cooperativas son herederas de una larga trayectoria histórica, configuradas entre la pluralidad y diversidad de orígenes, pero todas ellas con unos valores y principios comunes que se han ido forjando al paso de los años: desde los principios y valores formulados por los pioneros de Rochdale hasta los formulados por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) en el congreso celebrado en Manchester en 1995. Estos principios, dotan a las cooperativas de un marco ideológico propio, ya que se convierten en directrices a través de las cuales los cooperativistas se esfuerzan por desarrollar sus organizaciones cooperativas. Son inherentemente principios prácticos, actualizados y moldeados por generaciones de experiencia que enriquecen con su pensamiento filosófico.

Valores cooperativos

Las cooperativas se basan en los valores de autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Al igual que sus fundadores, los miembros cooperativos creen en los valores éticos de honestidad, actitud receptiva, responsabilidad social y respeto hacia los demás.

Principios cooperativos

1. ADHESIÓN VOLUNTARIA I ABIERTA

Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas que quieran utilizar sus servicios y que deseen aceptar las responsabilidades de la afiliación, sin discriminación de género, social, racial, política o religiosa. 

2. GESTIÓN DEMOCRÁTICA DE LOS SOCIOS

Las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, que participan activamente en el establecimiento de sus políticas y en la toma de decisiones. Todas las personas que desempeñan la función de representantes seleccionados son responsables ante los socios.

3. PARTICIPACIÓN ECONÓMICA DE LOS SOCIOS

Las personas socias contribuyen de forma equitativa al capital de las cooperativas. Una parte del capital es propiedad común de la cooperativa. Cuando corresponde, los miembros reciben una compensación limitada sobre el capital suscrito como requisito de la afiliación. Los miembros destinan los beneficios a cualquiera de las siguientes finalidades: desarrollar su cooperativa, la constitución de reservas, una parte de las cuales es indivisible, beneficiar a los miembros en proporción a sus transacciones con la cooperativa; o apoyar otras actividades aprobadas. 

4. AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA

Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda gestionadas por sus personas socias. Si se llega a un acuerdo con organizaciones externas –incluidos los gobiernos–, o se aumenta su capital de fuentes externas, deberá hacerse de forma que se asegure el control democrático de la base social y se mantenga la autonomía de la cooperativa.

5. EDUCACIÓN, FORMACIÓN E INFORMACIÓN

Las cooperativas ofrecen educación y formación a sus personas socias, representantes elegidos, directores y empleados, para que puedan contribuir de forma efectiva al desarrollo de sus cooperativas. Asimismo, informan al público general –particularmente a los jóvenes y a los líderes de opinión– sobre la naturaleza y los beneficios de la cooperación.

6. COOPERACIÓN ENTRE COOPERATIVAS

Las cooperativas sirven de forma más efectiva a sus miembros y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente con estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.

7. INTERES POR LA COMUNIDAD

Las cooperativas trabajan para el desarrollo sostenible de sus comunidades a través de políticas aprobadas por su base social.

Los cuatro primeros principios son la garantía y las condiciones en las que los miembros toman la propiedad, control y beneficio de la empresa. El principio de la educación es un compromiso de adhesión efectiva y, por tanto, una condición previa para el control democrático. Cooperación entre cooperativas es una estrategia de negocio, sin la cual las cooperativas siguen siendo económicamente vulnerables. El último principio, la preocupación por la comunidad, es sobre la responsabilidad corporativa y la corresponsabilidad de las empresas en el desarrollo del territorio en el que actúan más allá del dinamismo económico; además, es la puerta para que las cooperativas, en la promoción y formación cooperativas, se vuelquen en preocupaciones socioeconómicas, como la protección del entorno, la dinamización de barrios, la creación de empleo… 

La Alianza Cooperativa Internacional, creada en 1.895, en su Congreso de Manchester de septiembre de 1995, adoptó la Declaración sobre la Identidad Cooperativa, que incluye un conjunto revisado de principios que pretende guiar a las organizaciones cooperativas a principios del siglo XXI.