A Mija�l Sergu�yevich Gorbachov, el primer y �ltimo presidente de la Uni�n Sovi�tica, le cambi� la vida cuando ten�a 11 a�os y estaba en quinto curso. Su familia era tan pobre que no ten�a dinero para comprarle zapatos. "Misha debe ir a la escuela", dijo por carta desde el frente su padre, Serguei Andr�yevich, en cuanto se enter� de aquella lamentable circunstancia. Su mujer, Mar�a Pantel�yevna, vendi� todo lo necesario para que el peque�o Mija�l pudiera continuar sus estudios. El muchacho se aplic�, recuper� el tiempo perdido y sac� muchos sobresalientes. Aquel esfuerzo vali� la pena, pero poco pod�a imaginarse lo que le deparar�a el futuro.
Corr�an muy malos tiempos por aquel entonces en la aldea de Priv�lnoye, situada en el territorio de St�vropol, en la zona meridional rusa. Los nazis ocupaban esta regi�n pr�xima al C�ucaso y todo el mundo estaba movilizado en el esfuerzo de la guerra. Cuando el padre regres� del frente en 1945, tras el fin de las hostilidades, Misha ya sab�a manejar solo una m�quina cosechadora.
En el verano de 1948 padre e hijo consiguieron una cosecha r�cord -cinco o seis veces por encima de la media- trabajando 20 horas al d�a, lo que le vali� recibir a los 17 a�os nada menos que la Orden de la Bandera Roja del Trabajo, un privilegio poco com�n para esa edad pues suele estar reservado por lo general a antiguos obreros con toda una vida de experiencia y de trabajo duro y fiel. Esa medalla, su pasado de campesino y su buen expediente acad�mico le sirvieron para ser elegido entre los que solicitaban una plaza para estudiar Derecho en la Universidad Estatal de Mosc�, la m�s prestigiosa del pa�s.
All� conoci� Gorbachov a Raisa Titorenko, una bella e inteligente joven con la que se cas� en 1953 tras un breve cortejo. Tuvieron una hija, Irina. Despu�s de licenciarse, regres� a su regi�n natal donde le ofrecieron un puesto en la Fiscal�a que rechaz�. Prefiri� hacer carrera pol�tica dentro del Komsomol, las juventudes comunistas.
La suerte de Gorbachov
Inteligencia, astucia, don de gentes pero tambi�n suerte. Esas fueron las circunstancias que llevaron a Gorbachov a ser nombrado s�ptimo secretario general del Comit� Central del Partido Comunista de la Uni�n Sovi�tica (PCUS) el 11 de marzo de 1985.
El azar hizo que Gorbachov naciera y se criara precisamente en St�vropol, una vasta regi�n sure�a, rica en cereales y apreciada por sus balnearios de aguas termales y casas de reposo (Pyatigorsk, Miner�lniye Vodi y Kislovodsk), donde descansaban altos cargos como Mija�l S�slov o Yuri Andr�pov.
Cuando ya era jefe del partido en St�vropol siempre procuraba recibir a los veteranos miembros del Comit� Central que llegaban a descansar a su tierra. Fue en esas reuniones informales donde Andr�pov vio el potencial del 'benjam�n', el reemplazo generacional que buscaba para liderar el Estado.
Dentro del delicado teatro de alianzas, Gorbachov se granje� un amigo en la c�pula sovi�tica, un buen padrino que le informaba de lo que se coc�a en Mosc�. Ese hombre se llamaba Fiodor Kulakov, y lleg� al Politbur� en 1971 tras ser el jefe del partido en St�vropol. Incluso algunos le consideraban un posible sucesor del mism�simo Leonid Br�zhnev. Por desgracia o por fortuna para Gorbachov, Kulakov falleci� repentinamente en julio de 1978. Pero entretanto su nombre ya hab�a sonado como candidato a ministro de Agricultura o para dirigir el Departamento de Propaganda.
Ascenso y jugadas maestras
Seleccionado a propuesta de S�slov y Andr�pov -�ste �ltimo oriundo de St�vropol-, la promoci�n de Gorbachov al sanedr�n del partido se debi� fundamentalmente a un intercambio de favores entre grupos adversos. Desde julio a noviembre de 1978 el futuro premio Nobel de la Paz de 1990 fue objeto de especial escrutinio por unos y otros. Y el 17 de septiembre de 1978 se hab�a producido en la estaci�n de tren de Miner�lniye Vodi una determinante "entrevista de trabajo". Br�zhnev y Chernenko ven�an desde Bak� y all� se encontraron durante dos horas con Gorbachov, que iba acompa�ado de Andr�pov. La hist�rica reuni�n supuso la primera de una serie de jugadas suyas maestras.
Cuando Gorbachov lleg� a Mosc� como secretario del Comit� Central, en diciembre de 1978, ten�a s�lo 47 a�os y era el m�s joven de una elite sovi�tica que sufr�a un envejecimiento galopante. Con esos 'galones' pod�a asistir a las reuniones de Politbur�, pero no votar las resoluciones.
Como si tratara de una partida de ajedrez, que se prolong� durante a�os, manej� los peones propios y contrarios, con jugadas precisas y otras no tanto, para conseguir finalmente convertirse, reci�n cumplidos los 54 a�os, en el hombre m�s poderoso del pa�s m�s grande de la Tierra. Y sab�a ser inflexible cuando deb�a. "Al contrario que Jrushchov, no tiene complejo de inferioridad. Conf�a mucho en s� mismo, en su capacidad de mando y est� muy seguro. Es tan duro como Br�zhnev pero m�s culto, m�s h�bil, m�s sutil... Br�zhnev se serv�a de un cuchillo de carnicero para negociar. Gorbachov utiliza un estilete. Pero bajo el guante de terciopelo que siempre lleva se esconde un pu�o de acero". Ese es el comentario que le hizo el expresidente Richard Nixon a Ronald Reagan tras entrevistarse en julio de 1986 con el l�der sovi�tico.
Gorbachov se plante� ejecutar una tit�nica tarea, aunque lo hizo con desigual fortuna. No triunf� en la reforma econ�mica ni en la espinosa cuesti�n de las nacionalidades, pero s� logr� forjar la transformaci�n pol�tica de la URSS y fundamentar una nueva etapa en las relaciones internacionales. Aunque fue incapaz de hacer frente plenamente a la agon�a de un dinosaurio, pas� con sobresaliente la prueba b�sica: se neg� a usar la fuerza para cumplir sus objetivos. Y eso fue un golpe decisivo a la l�gica del totalitarismo.
En el plano pol�tico impuls� la democratizaci�n interna del PCUS, la modificaci�n de la Constituci�n para permitir el pluripartidismo y la conversi�n del pa�s en una rep�blica presidencialista. En pol�tica exterior, retir� en 1989 las tropas sovi�ticas de Afganist�n, normaliz� las relaciones con China, firm� acuerdos de desarme nuclear con Estados Unidos, y repleg� unilateralmente a miles de soldados del Ej�rcito Rojo despegados en Europa. Lanz� medidas que llegaron tarde para acercar el sistema a la econom�a de mercado, promoviendo la liberalizaci�n de los precios fijados por el Estado o la creaci�n de cooperativas. No le prest� suficiente atenci�n a las tensiones inter�tnicas. Cuando se quiso dar cuenta del peligro que eso supon�a para la misma existencia de la Uni�n Sovi�tica, la secesi�n de las Rep�blicas B�lticas ya era un hecho consumado.
Los tropiezos
La Perestroika o reestructuraci�n y la Gl�snost o transparencia informativa descarrilaron porque implicaban una transformaci�n cu�druple y simult�nea del r�gimen sovi�tico. Pero sobre todo no alcanzaron sus objetivos porque los cambios fueron torpedeados implacablemente tanto por reformistas como por conservadores.
Los primeros, capitaneados por el imprevisible presidente ruso Boris Yeltsin, porque quer�an que el proceso se acelerara al m�ximo. Los segundos, aliados de Yegor Ligachov, porque tem�an perder sus privilegios.
El principal error de Gorbachov fue que no actu� con m�s rapidez y firmeza. Dej� que gran parte de sus colaboradores conspirara contra sus planes y perpetrara un golpe de Estado en agosto de 1991 que tuvo a todo el mundo tres d�as en vilo. La asonada fracas� porque algunos no estaban dispuestos a volver al pasado. �l so�aba con �un socialismo con rostro humano� y era sincero cuando pensaba que �a m�s democracia, m�s socialismo�. Luego la experiencia le demostr� que eso era imposible en su pa�s.
Como apunta la polit�loga del Carnegie Moscow Center, Lilia Shevtsova, "hay muchos nombres c�lebres que han moldeado el curso de la historia reciente: Winston Churchill, Charles de Gaulle, Margaret Thatcher, Helmut Kohl, Ronald Reagan, Vaclav Havel, y Lech Walesa. Todos son l�deres que en momentos decisivos determinaron el curso de la historia de sus pa�ses. Pero solo un l�der -Gorbachov- determin� la historia del orden global a largo plazo". �l fue sin duda el personaje principal de un drama griego; transform� el tablero mundial y en favor de la paz, pero en su patria fue considerado un Terminator o incluso un traidor a la patria.
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