Objetivo indiscreto: famosas pilladas desnudas en playas, piscinas y yates (y las consecuencias millonarias)

Dice la teor�a que si la serpiente se mantiene en tu campo visual, no te morder�. Para los famosos -las famosas mayormente- los 'paparazzi' tienen m�s peligro que las culebras. Si te tienen a tiro de c�mara, �zas!, no te libras.

Sus v�ctimas tambi�n son t�os, como tuvieron ocasi�n de comprobar Orlando Bloom, Justin Bieber, Jes�s V�zquez, el conde Lequio, Sergio Dalma y hasta Juli�n Mu�oz. Menudos palos. Pero en este mercado cotizan m�s las chicas cuando son famosas y casi siempre bellas.

Algunas, siliconadas o tatuadas con flores o mariposas; otras, con la piel a cuerpo gentil. Todas confiadas. Cuando comulgan en la arena con el sol voluptuoso del verano -�qu� luz, qu� luz!- resultan adorables con sus cuerpos de bronce que, desnudos o casi, en la calma azulada del mar se exponen sin saberlo a la mirada indiscreta de los objetivos de los fot�grafos emboscados, desafiando el paso de las horas, que trafican con un material goloso.

La playa suele ser p�blica, aunque a veces es un 'beach club', un recinto exclusivo como una piscina privada. Pero los ladrones de im�genes venales no tienen l�mites. Es la ley del oficio, es la ley de la selva: las famosas tienen proyecci�n p�blica y, por lo tanto, las fotograf�as tienen inter�s informativo. Tanto que se paga por ellas un past�n. Por eso, los mismos mares de todos los veranos se convierten en el lugar de trabajo de hordas de mirones profesionales que, c�mara en ristre, acechan los descuidos de los famosos que, como todo quisque, bajan la guardia en vacaciones.

Ya sea que las 'celebrities' reivindiquen la justicia, la reputaci�n o simplemente sentar un precedente, algunas han dejado su huella en los tribunales y han trazado una l�nea roja entre su anatom�a y el oficio de la fotograf�a.

Sarah Ferguson, Ladi Di y Kate Middleton: 'cuerpos' objetivo de las c�maras

El matrimonio del pr�ncipe Andr�s y Sarah Ferguson termin� en esc�ndalo en 1992 por unas fotos comprometedoras publicadas en el 'Daily Mirror' que, entre otras im�genes para adultos, mostraban al millonario texano John Bryan chupando el dedo gordo del pie a una Sarah en 'topless' en una villa de la Costa Azul.

En agosto de 1997, 'The Daily Mail', 'The Sun' y 'France Dimanche' pagaron 450.000 euros por unas fotos de Lady Di en el Jonikal, el fastuoso yate del empresario Dodi Al Fayed, fondeado en las aguas de Portofino. A la princesa s�lo le quedaba una semana entre los vivos. La revista 'Hello!' hab�a programado para su primer n�mero de septiembre una portada con una de esas im�genes con el t�tulo 'La soledad de Diana'. No se public� por su muerte inesperada.

Quince a�os despu�s, en 2012, la revista 'Closer' pag� mill�n y medio de euros por un topless de Kate Middleton, robado mientras la duquesa de Cambridge tomaba el sol en una piscina privada del ch�teau d'Autet, la mansi�n decimon�nica del vizconde de Linley en la Provenza francesa. Un tribunal conden� a 'Closer' a pagar 190.000 euros a la duquesa.

Ni siquiera esa indemnizaci�n mitig� la verg�enza y la rabia, la ofensa y la indignaci�n, de la nuera de Lady Di. Son sentimientos normales cuando exhiben tu intimidad sin tu consentimiento.

�Tienes tus activos cubiertos?

Normalmente, las 'celebrities' son sorprendidas en verano en situaciones delicadas. El momento habitual es el de tomar el sol a calz�n quitado o a pecho descubierto, generalmente en una playa, un yate o una piscina. Por lo com�n, las fotos se toman con teleobjetivo desde lejos y rara vez captan m�s que senos, aunque algunas famosas son sorprendidas desnudas como caballos. ("No hay nada m�s desnudo que un caballo", dec�a Robert de Musil). Para la preservaci�n de la intimidad -ya lo dije- no hay nada m�s peligroso que un 'paparazzo'.

Lo supo Kylie Minogue cuando, en 2003, tras una sesi�n de fotos en una playa en St. Tropez, vio publicado su trasero. Las im�genes aparecieron en varios diarios brit�nicos, pero 'The Sun' llev� las ant�podas de Kylie a su m�xima expresi�n de hiperrealismo al publicar un p�ster a color y tama�o natural -seg�n el tabloide med�a 30 cent�metros-. Entre los fans, los Peeping Toms y legiones de mujeres verdes de endivia, la edici�n, claro, se agot�. La cantante puso una demanda y reproch� a los ladrones de su intimidad que ella "ya no ten�a edad para esas cosas".

Para lo que no ten�a edad, ni ganas, era para que se entrometieran en sus cosas. De hecho, prest� su imagen al �ltimo v�deo de la artista brit�nica Katerina Jebb, en el que marcaba paquete trasero, para denunciar el mercadeo de los cuerpos gloriosos. Una voz en 'off' preguntaba: "�Tienes tus activos cubiertos? Protege aquello que m�s quieres. No esperes a ma�ana".

La anatom�a de la int�rprete de 'I Should Be So Lucky' fue descrita como "uno de los monumentos m�s queridos de Australia, una instituci�n nacional". El furor por Kylie hizo que la cadena de supermercados Woolworths le ofreciera protagonizar un v�deo de ejercicios para ense�ar a las mujeres c�mo lograr el tafanario perfecto.

El antes y despu�s de Elsa Pataky

Pen�lope Cruz fue fotografiada en 'topless' durante unas vacaciones con el atl�tico c�mara checo Thomas Obermaier, a quien hab�a conocido en el rodaje en Praga de 'La ni�a de tus ojos'. Las fotograf�as dieron la vuelta al mundo sin escalas y, tiempo despu�s, enfadaron a otra de sus parejas, Tom Cruise.

Id�ntico peaje por la fama tuvo que pagar Mercedes Mil� hace diez a�os cuando captaron su desnudo a bordo de un barco en Menorca. Dio que hablar y Mil� demand� a 'Intervi�', que public� las im�genes. Gan�.

Elle McPherson y Kate Moss son de las que se lo ponen a huevo a los fot�grafos, ya que suelen quitarse el top del biquini para ofrendar las tetas al sol. De la misma guisa pillaron a la princesa Natalia de Prusia, cuyo 'topless' sucumbi� a los reporteros gr�ficos.

El 'toples's robado de la 'top model' Laura Ponte llev� por primera vez al Tribunal Supremo una demanda por violaci�n del derecho a la intimidad y la propia imagen. Era el a�o 2008 y el alto tribunal absolvi� a 'Intervi�' de la demanda interpuesta por Ponte. La revista continu� publicando fotos robadas de famosas sin ropa. No ser�a por mucho tiempo.

En marzo de 2007, Elsa Pataky estaba realizando un reportaje en la Rivera Maya para la revista 'Elle'. Posaba sin la parte de arriba del biquini, pero se tapaba el pecho con una mano. La playa era privada, de un hotel. Escondidos en las inmediaciones, dos fot�grafos que no eran de la revista captaron la imagen del desnudo y otra en la que aparec�a cambi�ndose de ropa. Ediciones Zeta pag� 40.000 euros por las fotos.

La actriz interpuso una demanda de protecci�n de su derecho a la intimidad personal. Perdi� en el primer juicio. Recurri� ante la Audiencia Provincial, que mantuvo la resoluci�n del juzgado de primera instancia. Finalmente, en 2012, el Tribunal Supremo conden� a Ediciones Zeta a abonar a la modelo una indemnizaci�n de 310.000 euros por da�os y perjuicios a su imagen y reputaci�n. Hasta entonces la m�xima sanci�n que se hab�a interpuesto rondaba los 10.000 euros, lo cual hac�a que fuese rentable publicar las fotos.

El r�cord de Maril� Montero

La doctrina se consolid� en 2014 con una sentencia del Constitucional ganada por la actriz Melani Olivares, a quien, sin su consentimiento, la misma revista sac� en 'topless', en 2005, mientras se solazaba en una playa de Ibiza. Tras nueve a�os de litigio, el Constitucional, que no apreci� inter�s p�blico en las fotos, oblig� a 'Intervi�' a pagar 70.000 euros a Olivares y sent� jurisprudencia.

Las sentencias de Pataky y Olivares metieron el miedo en el cuerpo a ciertas publicaciones despechugadas, que no tuvieron otra que aceptar que la informaci�n tiene l�mites y que un reportaje robado no siempre es de inter�s p�blico. Si una comunidad decide de forma democr�tica sancionar a quienes se niegan a circular por la derecha o detenerse ante un sem�foro en rojo, se est� sometiendo al mismo sentido com�n que si decide castigar a quienes se entrometen en la intimidad de los otros.

La presentadora y modelo Maril� Montero hizo saltar la banca cuando recibi�, a comienzos de este a�o, una indemnizaci�n de 340.000 euros por unas fotograf�as en topless robadas durante unas vacaciones en Maldivas y Bora Bora. Una condena de r�cord en compensaci�n por la intromisi�n en los derechos a la intimidad y el honor, que son valores sin precio. O, m�s exactamente, el precio se lo pone uno. Eso es lo que viene a decir la ley espa�ola de protecci�n civil del honor, de la intimidad y de la propia imagen.

Total, que las famosas se han bebido la ley en vaso largo y luchan como panteras por su dignidad o por los derechos exclusivos a su propia imagen. El cuerpo de bomberos nos pertenece a todos, el propio cuerpo, 'va de soi', es privativo. Y punto.