Ayer, 14 de julio, la princesa Victoria de Suecia celebró en compañía de su familia su 44º cumpleaños. La Covid-19, tal y como sucediera el pasado 2020, impidió que una multitud acudiera a los jardines del palacio de Solliden para festejar con la monarca en una fecha tan especial como marca la tradición. Pero no evitó el posado frente a las cámaras ni la presencia de algunos miembros de Familia Real sueca, como el rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia.
Y a pesar de que la heredera al trono de Suecia era la gran protagonista, fueron sus hijos, la princesa Estelle y el príncipe Oscar, de 10 y 6 años, respectivamente, los que lograron acaparar la atención. En concreto, la hija mayor de la monarca que no solo dio muestra de sus simpatía y carisma frente a las cámaras sino que conquistó a los allí presentes gracias a un look con historia.
La princesa lució un delicado vestido corto con estampado a rayas con el lila y el blanco como protagonista en el que destacaba un llamativo cuello bobo, una de las tendencias al alza de esta temporada. Un aspecto que podría indicar que es nuevo, pero todo lo contrario: lleva más de tres décadas en el armario de la princesa Victoria.
La monarca lo llevó en esta misma fecha hace, nada más y nada menos, que treinta y cuatro años, para su décimo cumpleaños. Ahora, de nuevo con el 14 de julio como telón de fondo, ha sido su hija mayor la que lo ha lucido de nuevo ante las cámaras.
Un homenaje a su madre y a esta fecha tan señalada que nos ha llenado de nostalgia. Que confirma además que como muchas de nosotras la princesa Victoria también mantiene en perfecto estado aquellas piezas icónicas que ha llevado en ocasiones especiales. Ojalá no sea la única que rescata la pequeña Estelle de su armario.