Relato de Prospet Merimée (1803-1870), publicado en 1829. Mateo Falcone es un propietario corso que vive en el monte bajo de Porto Vecchio, con su esposa y un hijo de diez años. Un día, el muchacho, mientras los padres han salido a visitar uno de sus rebaños, queda solo en casa. Llega un bandido, al que los soldados han herido y andan persiguiendo; a cambio de una moneda de cinco francos, Fortunato lo oculta bajo un montón de heno; aparecen poco después los soldados, y tentado por la oferta de un reloj de oro, el muchacho indica, al comandante el escondrijo. Regresa entonces Mateo, que oye las imprecaciones del bandido contra el pequeño traidor y contra su casa. Como fulminado, permanece mudo. Pregunta seguidamente a su mujer si Fortunato es verdaderamente su hijo, ya que es el primero de su raza que ha sido traidor. Lo conduce al bosque, le hace rezar sus oraciones y lo mata inmediatamente de un tiro de fusil. Es uno de los primeros relatos de Merimée, no superado por las grandes novelas siguientes, por su intensidad y clásica medida. El protagonista, con sus escasas palabras, es inolvidable; con un marcado perfil, aparece ya allí la Córcega de la admirable aunque un poco difusa Colomba (v.).
V. Lugli
Merimée va derecho al asunto y lo pone por completo en acción; la palabra persigue de cerca cada una de las situaciones, cada uno de los caracteres. Su relato es claro, airoso, despierto e incisivo. (Sainte-Beuve)