LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA TRIPLE ALIANZA
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LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA TRIPLE ALIANZA

La asociación política y militar de los tres reinos más poderosos de la Cuenca de México modificó el escenario de esa región. El minucioso estudio de Pedro Carrasco mostró que cada uno de esos reinos conservó su propio gobierno y autonomía territorial y vio nacer, a su lado, una entidad imperial dotada de un poder militar, político y económico que transformó la situación de la Cuenca y afectó al resto de los reinos y pueblos. En la zona nuclear, las tres capitales (Tenochtitlan, Tezcoco y Tlacopan) mantuvieron el gobierno de su territorio y de este modo la región sobre la que se asentaba la Triple Alianza “quedó dividida en tres partes, cada una definida geográficamente como el dominio de uní de las tres ciudades aliadas” (figura VIII.9). En cada una de estas partes había: “I) el distrito de la capital; 2) una serie de ciudades

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con reyes propios sujetas al gran rey de la capital; y 3) pueblos de campesinos (‘como renteros’), administrados por mayordomos”.25

CUADRO.VIII.1. Reyes, Ciudades y pueblos en el “Mapa Quinatzin”.

Basado en Carrasco, 1994, p. 247.

Sin leyenda Teotihuacan Otampa Huexotla Coatlichan Chimalhuacan

Cuxuhtlazinco Ahuatepec Netzahualcóyotl y Nezahualpilli Reyes de Texcoco Tepletlaoztoc Chiuahtlan Axapocho Rey de Teotihuacan Rey de Acolman Rey de Otompan Rey de Huexotla Rey de Coatlichan Rey de Chimalhucan Tezoyoacab Acolman Tepepolco Rey de Tepechpan Rey de Tepetlaoztoc Coyoac Rey de Chiucnahtlan Rey de Chiuautla Tepechpan Aztaquemecan Rey de Tollanzinco Rey de Cuauhchinanco Rey de Xicotepec Rey de Tezoyacan Chiucnauhtlan Ilegible Papalotlan

Roto Roto Roto Roto Roto Roto

Como lo indica su nombre, la Triple Alianza surgió de la unión poli tía de tres reinos preexistentes en la Cuenca de México. “Las tres capitales [...] tenían cada una su propia dinastía, que procedía de las que reinaban desde antes en sus mismos dominios. En Tenochtitlan reinaba la dinastía de antecedentes colhuas fundada por Acamapichtli. En Tezcoco el linaje real descendía del caudillo Xólotl, y en Tlacopan gobernaba un miembro de la dinastía tepaneca”. Cada uno de estos reinos tenía bajo su dominio una serie de ciudades políticamente organizadas en un altépetl o estado territorial y un número mayor de pueblos de campesinos. A la cabeza de los reinos y altepeme estaba el tlatoani y debajo de éste una estructura social jerárquica cuya principal división separaba a los nobles (pipiltin) de la mayoría de los macehuales, los trabajadores y campesinos.26

El plano del palacio de Nezahualcóyotl en Tezcoco, que aparece en el “Mapa Quinantzin”, ofrece una representación gráfica de la división de los reinos gobernados por un tlatoani y de los pueblos campesinos, ambos sujetos a una cabecera o reino principal, en este caso Tezcoco (figura VIII.10). En el patio central aparecen los 14 tlatoque que gobernaban en Acolman, Tepechpan, Chiucnauhtlan, Tollantzinco y Cuauhchinanco (en el lado derecho, el norte), y Huexotla, Cuatlichan,

25Carrasco, Estructura político-territorial del Imperio tenochca, pp. 43 y 78.

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Chilmalhuacan, Tepetlaóztoc, Chiauhtlan, Tezoyocan y Xicotepec (en el lado izquierdo, el sur), según el cuadro elaborado por Pedro Carrasco (cuadro VIII.1). Se distingue con claridad que los lugares “gobernados por reyes tienen el topónimo en glifo y en leyenda”, mientras que “los pueblos de campesinos se pintan como un cerro con una coa [...] y una leyenda que da el nombre del lugar”. Arriba, en el este, aparece Nezahualcóyotl y su hijo Nezahualpilli, sentados en su icpalli. Abajo, en el poniente, estaban “los reyes de la sierra: el de Cuauhchinanco, el último del lado norte, y el de Xicotepec, el último del lado sur”.27El territorio dominado por Tenochtitlan se regía

por los mismos rangos políticos señalados en el palacio de Nezahualcóyotl, pero con una jerarquía de tres niveles: primero el huey tlatoani de la capital del reino, luego los ocho tlatoque, señores del mismo número de altepeme, y por último los 15 gobernadores de altepeme de menor importancia.28

27 Carrasco, Estructura político-territorial del Imperio tenochca, pp. 247-252. El historiador de esta región, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, registra esta misma distribución en sus Obras históricas, II, p. 94. En las páginas 44-48 Carrasco describe distintos casos de reyes dependientes de las tres capitales. 28 Hodge, “Political Organization of the Central Provinces”, pp. 36-37. Según esta autora, en la región tepaneca había una jerarquía de mando dividida en cuatro niveles.

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FIGURA VIII.12. Extensión del Imperio mexica hacia 1500, con las

conquistas de sus principales tlatoque.

La mayoría de los altepeme de la Triple Alianza era gobernada por un tlatoani, pero en algunos casos (Xochimilco, Chalco, Cuitláhuac), dos, tres y hasta cuatro tlatoque gobernaban conjuntamente. Estas formas de gobierno databan de tiempo atrás, y los tlatoque mexicas las respetaron, como una forma necesaria para mantener la estabilidad (figura VIII.11).29Pata consolidar su dominio sobre el variado

conjunto de antiguos pueblos apegados a sus propias tradiciones, los gobernantes de la Triple Alianza desarrollaron diversas estrategias. En primer lugar continuaron y ampliaron la antigua tradición mesoamericana de fortalecer los lazos políticos mediante alianzas matrimoniales. Así como Acamapichtli, su primer tlatoani, casó con las hijas de los jefes de los 20 calpolli de Tenochtitlan y enlazó a sus hijos con mujeres colhuas y tepanecas, sus sucesores casaron a sus hijas con nobles de los distintos reinos conquistados.30

Otra estrategia adoptada durante la expansión de la Triple Alianza fue la de recompensar a los nobles y capitanes que participaban en la conquista de pueblos con tierras, terrazgueros (campesinos sujetos a la tierra), tributos, botín de guerra;

29Ibid., pp. 40-42.

30 Benavente (Motolinía), Memoriales o libro de las cosas de la Nueva España y de los naturales de ella, p. 8; Hassig, Aztec Warfare, p. 125. Según los datos aportados por Carrasco en su obra citada, “varias ciudades del dominio tlacopaneca tenían reyes de la dinastía tenochca”; “en el caso de Tollan es notable que sus reyes fueron de la dinastía tenochca desde antiguo”; “dos hijos de Itzcóatl fueron a reinar a lugares situados probablemente en esta región tlacopaneca” (pp. 158-159). Más adelante (p. 313), dice que “hijas de reyes tenochcas fueron como esposas de los reyes de Tecuantepec, de Tecamachalco y de Tepexic”.

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ascensos en la carrera militar y en la jerarquía política, y otros premios. De estas recompensas, el otorgamiento de tierras y de campesinos que las trabajaran fue decisivo para consolidar la posición económica y social de los nobles mexicas y su adhesión al huey tlatoani. Los cronistas de las hazañas mexicas narran que bajo el mando de Itzcóatl y Tlacaélel “los señores, guerreros, templos y barrios de Tenochtitlan recibieron tierras”, y lo mismo asientan las fuentes tezcocanas cuando describen los repartos de tierras hechos por Nezahualcóyotl.31

Se ha debatido si este reparto de tierras era a título personal, por los servicios prestados en la guerra, o si se trataba de tierras asignadas a la función que desempeñaba la persona en el gobierno. Las fuentes citadas informan con claridad, en el caso de Tenochtitlan y Tezcoco, que esas tierras recayeron en Itzcóatl, 32

Tlacaélel y los capitanes mexicanos y tezcocanos por su desempeño personal en la guerra contra los tepanecas. Es decir, en Tenochtitlan, como en los reinos anteriores, el poder de los nobles y su jerarquía social provenían de las grandes propiedades de tierras que habían acumulado, del número de campesinos que las trabajaban y de los productos derivados de ellas.

FIGURA VIII.13. Las provincias tributarias y estratégicas del Imperio mexica.

31 Durán, Historia de las Indias de Nueva España, II, pp. 83, 101-102; Alvarado Tezozómoc, Crónica mexicáyotl, pp. 253-254, 271, 277; Carrasco, Estructura político-territorial del Imperio tenochca, pp. 49-52.

32 Hodge, “Political Organization of the Central Provinces”, p, 43; Carrasco, Estructura político- territorial del Imperio tenochca, pp. 53-54 y 593.

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La tercera estrategia puesta en acto para consolidar el poder de la Triple Alianza combinó la expansión territorial con la sustentabilidad económica. La ruta de las conquistas dibuja una expansión guiada por la adquisición de variados pisos ecológicos, productos agrícolas básicos (maíz, algodón, cacao, etc.), materias primas, mercados y rutas comerciales estratégicas para la economía de la Triple Alianza. Esta estrategia económica fue la dínamo que llevó a crear el ámbito imperial que hizo de la Triple Alianza, en menos de 100 años, el Estado más extendido y poderoso en su tiempo, quizá sólo superado por Tollan-Teotihuacan en la Época Clásica (figura VIII.12). La economía mexica se edificó sobre una base agrícola: la producción de los campesinos, dedicada a satisfacer las demandas de la mayoría de la población y los requerimientos del erario estatal y de los linajes nobles; esta economía básica se diversificó considerablemente en la época imperial.33

Los instrumentos para alcanzar estos fines fueron también variados y provenían de la antigua experiencia política de los pueblos. Los dirigentes de la Triple Alianza pusieron en juego una extensa gama de procedimientos para restar poder a los tlatoque de los pueblos conquistados y fortalecer el poder central. La eliminación de las antiguas autoridades por medio del asesinato, la expulsión o la mera sustitución, fue una práctica común. Otra fue la división territorial de los altepeme conquistados y el nombramiento en ellos de autoridades fieles al gobierno central. En varios casos los mexicas crearon nuevos puestos políticos en las áreas conquistadas, los cuales fueron ocupados por funcionarios que venían de Tenochtitlan y eran miembros de la familia del huey tlatoani.34 La expansión

territorial se acompañó del crecimiento correlativo de una clase de funcionarios expertos en el gobierno, la administración y el manejo de las provincias sometidas, cuyas' características se describen adelante.