A mediados del siglo XVIII, cualquier aristócrata inglés o burgués acaulado, debía tener piezas del ebanista estrella: Thomas Chippendale (1718-1779). Su fama –que se extendió a toda Europa, sobre todo Holanda)– se debe a la creación de un estilo propio muy particular, a caballo entre el barroco tardío, el rococó y tintes neoclásicos, mezclado con influencias chinescas. Él fue, por unanimidad, el origen el "mueble inglés", tal y como hoy lo conocemos. Este año se cumplen 300 de su nacimiento y numerosas instituciones han unido fuerzas para celebrarcon exposiciones, clases magistrales, recorridos y otros eventos la trayectoria vital y artística de este diseñador, artesano y emprendedor.
Pero Thomas Chippendale fue mucho más que un ebanista o un creador de muebles. Fue el precursor del interiorismo actual porque desde su taller se asesoraba sobre toda la decoración, textiles, cortinas, detalles... Además, publicó el primer catálogo de muebles de la época, el The Gentleman and cabinet-maker’s director, un libro en el que recopilaba sus diseños e ideas.
Su estilo mezclaba líneas sinuosas y rectas en equilibrada armonía, maderas nobles, riqueza en los tejidos e introdujo gran variedad de elementos orientales, muy del gusto de la época. Como en estas piezas de Harewood House, en Yorkshire, una de las mansiones más visitadas de Inglaterra y que, como muchas otras que cuentan con tesoros del ebanista, participa en los eventos dedicados al tercer centenario Chippendale.
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