Theodore Roosevelt, hijo de Theodore Roosevelt Sr y de Martha Bulloch, creció en una familia pudiente con grandes empresas comercializadoras. Su vida desde pequeño estuvo expuesta a una salud variada debido a los constantes ataques de asma que lo llevaron a ser devoto de la actividad física. En su juventud vio la procesión del funeral de Abraham Lincoln en 1865. Asimismo, asistió desde 1876 a la Universidad de Harvard, graduándose en 1880. Ese año también se unió al partido republicano y se casó con Alice Hathaway Lee. Entre 1880 y 1882 asistió a la escuela de leyes de Columbia, en donde no se graduó pero -sin importar- fue elegido como miembro de la asamblea de Nueva York hasta 1884.
Ese mismo año apoyó la candidatura presidencial de James Blaine y estuvo viviendo en un rancho de Dakota, escribiendo artículos para revistas. Cabe destacar que Theodore también se destacó como escritor, en 1882 publicó su primer libro, llamado La Guerra Naval de 1812. Seguidamente en 1886 regresó a Nueva York y reinició su carrera política, escribió tres libro más y se vovió a casar con Edith Kermit Carow.
En 1888 se postuló como alcalde de Nueva York, hizo campaña para ser candidato por el partido republicano y fue director de la comisión del servicio civil /1889-1895/ y de la policía de Nueva York -1895-. Tras presentarse nuevamente como candidato a la presidencia por su partido en 1896, fue secretario adjunto de Marina un año después, organizando la flota de guerra estadounidense en los momentos previos a los enfrentamientos hispano-estadounidense. Además, creó el Rough Riders, evento que fue considerado como la hazaña más celebrada de la guerra en la batalla de San Juan, en Cuba (1898), fue la hazaña más celebrada de la guerra.
Elección presidencial de Roosevelt
Después de la victoria sobre España, el partido republicano aprovechó la popularidad de Roosevelt para presentar como candidato al gobernador del estado de Nueva York en ese mismo año. En el momento que fue gobernador mostró su orientación política balanceada en el área de conservador con medidas populistas que le permitieron contar con el apoyo del electorado progresista, también impulsó la lucha contra la corrupción y defendió algunas reivindicaciones salariales.
Estratégicamente el partido lo presentó como candidato a vicepresidente en las elecciones de 1900 para evitar que aspirara directamente a la presidencia en las que resultó reelegido McKinley. El asesinato de McKinley poco después convirtió a Roosevelt en presidente en 1901 y él mismo logró la reelección en 1904, de manera que fue presidente hasta 1909.
El buen manejo con la opinión pública le permitió controlar el congreso y ejercer una presidencia enérgica. Luego dejó paso a su secretario de Estado, Taft, al cual apoyó en las elecciones de 1908. ÉL intentó que su partido lo volviera a presentar como candidato en las presidenciales de 1912 pero como en ese momento no logró el cometido fue el mismo Roosevelt quién se presentó como independiente obteniendo más votos que Taft; pero la división que introdujo en el electorado republicano facilitó la victoria del candidato demócrata, Woodrow Wilson.
Theodore fue considerado, además, como un personaje de carácter, enérgico y temido por los líderes de su propio partido estando de esa manera libre de las presiones del gran capital expuesto a su propia fortuna personal. La presidencia de Roosevelt contrastó en primera instancia con lo oscuro de todos sus antecesores en el cargo tras la guerra de secesión en 1861-1865. No obstante redefinió completamente el cargo presidencial, llenándolo de nuevas estratégias y convencido en la creciente importancia de Estados Unidos en el exterior y el surgimiento temas cerrados -con carácter económico interno- que demandaban una línea nacional, mucho más activa , que únicamente el presidente podía proporcionar.
Liderato del partido progresista
Antes de tomar la decisión de dejar la Casa Blanca, Roosevelt escogió a William Howard Taft como su sucesor en el período comprendido entre 1909-1913, quien ya estando en la presidencia logró dar un giro contrario al espíritu cambiario que introdujo el mismo Roosevelt, en dirección a los que se postularon anteriormente como conservadores que favorecieron a la antigua guardia del partido. Luego de volver de un largo viaje por África y Europa, encontró al partido republicano sumergido en dos facciones. Colocándose velozmente en el ala progresista contribuyó a la desunión entre ambas posturas y aprovechó al candidato demócrata Woodrow Wilson (1913-1921) para ganarles, en gran ventaja, a los dos candidatos republicanos. Taft estuvo entonces con el partido republicano oficialista, controlado por los conservadores, y Roosevelt, a la cabeza de la nueva formación que fue creada para enfrentarse a Taft y Wilson, el partido progresista.
Política interior
Roosevelt día tras día recordaba la manera de cómo fue que logró llegar a la presidencia y por esa razón el objetivo principal fue asegurar la reelección en las presidenciales del año 1904. Para ello, se enfocó en atender las demandas populares de dominar a los grandes monopolios y cambiar el sistema de impuesto. De esta manera apoyó con firmeza la lucha contra las grandes compañías impulsando la Ley Anti-trust y también hizo que Wall Street se tambaleara.
En primer lugar, pidió al congreso la abolición de la poderosa Northern Securities Company, una gigantesca empresa organizada por el magnate J.P Morgan. Si bien, aunque el congreso se negó a tramitar la disolución, finalmente el tribunal supremo ratificó la decisión del presidente y dispuso la disolución definitiva de la empresa. Durante los siete años y medio de su mandato, Roosevelt, siempre se amparó en la Sherman Act y entabló juicios contra 44 grandes compañías, entre las que se encontraron:
- La American Tobacco Company
- La Standard Oil Company de Rockefeller
Otro paso importante que dio fue su intervención en una huelga de los mineros del carbón, en 1902 para lograr que empresarios y trabajadores aceptaran la solución de un arbitraje que se logró gracias a la comisión sobre el carbón de antracita que el propio Roosevelt creó, concediendno a los trabajadores un 10% de incremento salarial y una reducción del horario semanal de trabajo. Impulsado por el jefe del medio ambiente, Gifford Pinchot, Roosevelt dio inicio una estrategia exitosa para el mantenimiento de los recursos naturales, con la que puso a disposición del estado un centenar de millones de hectáreas creando también los organismos necesarios capaces de defender las tierras y el agua del oeste de una grande explotación que no fue controlada por parte de los poderosos grupos especulativos.
Una vez elegido presidente, en el año 1904, tras derrotar al candidato demócrata Alton B. Parker, Roosevelt inició una serie de reformas sociales con el apoyo incondicional de la población. Este segundo mandato tuvo dos importantes avances legislativos. En 1906, se aprobó la Hepburn Act, cuando se le autorizó a la comisión de comercio interestatal a establecer una reglamentación única para todos los ferrocarriles de la nación donde se ajustaron mínimas tarifas razonables. Ese mismo año, Roosevelt aprobó la ley sobre alimentos y fármacos junto con la ley de inspección de la carne, ambas destinadas a resguardar la pureza de los alimentos y las medicinas. De esta manera afianzó así las bases del moderno concepto de protección al consumidor, además de proponer varios programas de cobertura social y protección ante las amenazas de los grupos financieros.
Política exterior
Su política exterior fue nombrada como la política del “Gran Garrote”. Este apoyó la revolución de 1903 en Panamá que permitió a Estados Unidos adquirir el territorio del canal, interviniendo en materia militar en la República Dominicana y Cuba para controlar las economías de ambas, con el fin de favorecer los intereses estadounidenses. Hizo también uso de los canales públicos y privados cuando intervino en la Guerra Ruso-japonesa en 1905 donde obtuvo el premio Nobel de la Paz, el primero otorgado a un estadounidense.
Con la denominación de big stick, Roosevelt ejerció una política exterior activa e intervencionista que permitió la ruptura de la política aislacionista de los Estados Unidos colocando al país en la dinámica de las relaciones internacionales de aquel momento y en un puesto que no abandonó a lo largo de todo el siglo. Su filosofía iba de acuerdo a la diferencia que había entre naciones de alto poder, que disfrutaban de una civilización superior, y las naciones débiles, las cuales se vieron expuestas a dejar el lugar a las nuevas superpotencias.
En un mensaje al congreso, dado en diciembre de 1904, Roosevelt expuso el famoso Corolario Roosevelt, en el que hizo nuevamente la Doctrina Monroe, justificando el papel de "policía internacional" que Estados Unidos obligó a ejercer, especialmente sobre Latinoamérica, y el derecho a intervenir en los asuntos de cualquier nación cuando considerara que la reiteración en el proceder equivocado hicieran necesaria dicha intervención.
Roosevelt promovió una revuelta nacionalista -con el propósito de controlar el canal de Panamá- en la zona contra el dominio de Colombia por medio del amparo de los cañones de la flota estadounidense donde se justificó la acción en la hipotética incapacidad del gobierno colombiano para la permanencia del orden político y comercial en el istmo. De ese modo, mediante el pago que compensó diez millones de dólares y un alquiler anual, la nueva República de Panamá decidió dar a los Estados Unidos los derechos de construcción y explotación del próximo canal por un período de 95 años, firmado el 13 de noviembre de 1903.
El evento del canal indicó el comienzo de una decidida política intervencionista en las Antillas y en América Central que se enfocó en la invasión militar de la República Dominicana, en 1905, y de la isla de Cuba, un año después, para controlar las economías de ambas islas con la finalidad de favorecer las enormes inversiones estadounidenses. En el año 1907, Roosevelt volvió a enviar tropas a la zonas, esta vez con la misión de invadir Nicaragua y así mediar en el conflicto de este país con Honduras.
Roosevelt en sus relaciones con los países con mayor poder, actuó con una mayor cautela. Reclamado como mediador por medio de los japoneses y los rusos en la guerra que enfrentaban a ambas naciones, Roosevelt logró que los estados se pusieran de acuerdo para firmar el tratado de Portsmounth en 1905 y consiguió dar una pausa al expansionismo territorial de los dos países en la China imperial. El último gran éxito diplomático de Roosevelt se desarrolló en el marco de la Conferencia de Algeciras, del año 1906, en la que envió una delegación diplomática que participó activamente en la ratificación de un acuerdo de paz entre Alemania, Francia y España para dirimir sus respectivas zonas de influencia sobre Marruecos.
Homenajes y honores recibidos
Roosevelt fue considerado en Estados Unidos como uno de los presidentes con mayor importancia debido al impulsó que presentó en varias leyes progresistas. Este creó el 18 de marzo de 1911 una presa cerca de Phoenix que lleva -actualmente- su nombre y que es en Estados Unidos la de mayor tamaño. Fue uno de los cuatro presidentes esculpidos en el granito del Monte Rushmore junto a George Washington, Thomas Jefferson y Abraham Lincoln.
En aquel entonces una cita de la plataforma de partido progresista de 1912 de Roosevelt fue programada como un epigrama por Julian Assange, creador de WikiLeaks, en su manifiesto de 2006:
“Detrás del aparente Gobierno se sienta entronizado un gobierno invisible, no debiendo ninguna lealtad y no reconocer ninguna responsabilidad a la gente. Para destruir esta invisible Gobierno, disolver la alianza impía entre negocios corruptos y la política corrupta es la primera tarea de la habilidad política del día”.
Retirada de la política y muerte de Rooselvet
Cuando dio inicio la primera guerra mundial, Roosevelt cuestionó fuertemente la política neutral adoptada por Wilson y organizó, al mismo tiempo, una brusca campaña en todo el país con la finalidad de despertar en la población el sentimiento anti-alemán. Por otra parte También se ideó reclutar y mandar un grupo de voluntarios para pelear en el frente francés. En el año 1918, intentó ser nuevamente postulado para las siguientes elecciones pero los años de inactividad le llevaron a sufrir un estrepitoso fracaso. Asimismo, murió repentinamente el 6 de enero de 1919, mientras dormía en su casa de Oyster Bay, meses antes del debate de ratificación en el senado del tratado de Versalles y del nacimiento de la sociedad de naciones.