Muere el marido de Carolina de Mónica al volcar su motora en una competición | Internacional | EL PAÍS
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Muere el marido de Carolina de Mónica al volcar su motora en una competición

Stefano Casiraghi, esposo de la princesa Carolina de Mónaco, murió ayer, al volear el intraborda que tripulaba, en un accidente motonáutico registrado durante la segunda manga del Campeonato del Mundo de offshore, disputado en aguas del Principado. Patreci Innocenti, que pilotaba la embarcación, sufrió heridas leves al volcar el Pinot di pinot cuando, a más de 150 kilómetros por hora, intentaba sortear una ola. Stefano Casiraghi, de 30 años, era un hombre de negocios italiano con empresas de. exportación que saltó a la popularidad al casarse con Carolina, la hija mayor de¡ príncipe Raniero.

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El planeador

El naufragio de la motora que ocupaba Casiraghi, experimentado piloto de embarcaciones a motor y actual campeón del mundo de la especialidad, se produjo por la mañana, poco después de comenzada la manga, mientras Carolina se encontraba en París. Su muerte tuvo, al parecer, carácter inmediato, y el cuerpo fue trasladado al tanatorio situado junto al hospital Grace de Mónaco, llamado así en recuerdo de la ex actriz norteamericana Grace Kelly, madre de Carolina y esposa de Raniero, fallecida en 1982 en un accidente de tráfico.Testigos presenciales del accidente informaron de que los equipos de socorro acudieron con rapidez al lugar donde tuvo lugar el hundimiento, en Saint -Jean-Cap-Ferrat, y rescataron con vida a su compañero, Patreci Innocenti, que fue proyectado fuera de la motora al volcar ésta hacia atrás cuando los tripulantes intentaron superar la ola. El esposo de la princesa Carolina quedó atrapado en su asiento al sumergirse la motora.

El comunicado oficial de su muerte fue divulgado a la una de la tarde de ayer, cuatro horas después de producido el accidente. La carrera, denominada también la fórmula 1 de la motonáutica por las grandes velocidades alcanzadas por las embarcaciones, quedó suspendida. Stefano defendía el título mundial, conseguido el año pasado en Atlantic City (EE UU). La competición se desarrollaba en tres pruebas: Dos cortas, sobre una distancia cada una de 172 kilómetros, que se disputaban de lunes a miércoles, y una tercera de 263 kilómetros, el próximo sábado. El campeonato se celebra a lo largo del litoral monegasco entre Saint Laurent du Var y San Remo con la participación de 40 embarcaciones.

Cinco toneladas de peso

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La clase I, en la que estaba enclavado el catamarán (embarcación de dos cascos unidos) Pinot di pinot de Casiraghi, es la de barcos supermotorizados con motores de 1.500 a 2.000 caballos de potencia y una largura de casco entre 10 y 15 metros y cinco toneladas de peso. Sobre mar, la embarcación de Casiraghi, con cuatro motores, podía alcanzar los 200 kilómetros por hora, gracias a sus motores Seatek turbo diesel. Casiraghi era un apasionado de los deportes náuticos de velocidad, que practicaba desde 1984, con 12 victorias en 80 pruebas. El pasado lunes había socorrido a una embarcación en la que se había declarado un incendio, pese a que en esos momentos disputaba la primera manga del campeonato.

La familia de Stefano Casiraghi hizo fortuna con una empresa de equipos de aire acondicionado, y, posteriormente, Stefano consolidó su propio negocio en el sector textil, con exportaciones a Estados Unidos.

El comienzo de una serie de desgracias para la familia monegasca tiene una fecha precisa: el 14 de septiembre de 1982. Ese día, el coche en que viajaban la princesa Grace de Mónaco y su hija Estefanía, que entonces tenía 17 años, cayó a un barranco de unos 40 metros de profundidad cuando transitaba por una curva en las proximidades del Principado, dio varias vueltas de campana y quedó boca abajo, según la versión oficial. Grace y su hija quedaron aprisionadas mientras su vehículo ardía.

El accidente costó la vida a la princesa Grace.

Con la desaparición de la princesa, la familia monegasca empezó a presentar síntomas de disgregación.

Después de una serie de ¡dilios poco oficiales, Carolina se casó en 1978 con el francés Philippe Junot, un hombre de negocios que nunca ha renunciado a su fama de playboy. La pareja, cuya unión desde poco después de su matrimonio era ya conflictiva, se separó en 1980.

En 1983, Carolina se volvió a casar civilmente con el industrial italiano Stefano Casiraghi, ya que no consiguió la anulación canónica del Vaticano. De su matrimonio con Stefano nacieron tres hijos: Andrés Alberto, Carlota, y Pierre Raniero Stefano.

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