Sparkle (2012), de Salim Akil

La película póstuma de la tristemente fallecida Whitney Houston, remake de un film de 1976. El afroamericano Salim Akil sigue los avatares sentimentales y profesionales de tres hermanas negras que desearían triunfar en el mundo de la música allá por 1960, aunque las facilidades que encuentran en su casa son más bien escasas. Y es que su preocupada madre, que llevó una vida disipada en el pasado, y ha tenido que sacrificarse mucho para sacarlas adelante, apoyada en su reencontrada fe, no desea que su mala experiencia se repita.

Cinta bienintencionada en su mirada al vértigo de la fama y a las relaciones familiares, pero irregular y previsible, recuerda mucho a la superior Dreamgirls. De hecho la cinta tiene casi más interés por el subtexto del personaje de Houston y experiencia en la vida real, que estrictamente por lo que se nos cuenta. Dos de las canciones las canta esforzadamente pero la diva, muy baqueteada por la vida por las adicciones, no era la de antaño. Sea como fuere siempre nos quedará El guardaespaldas, la película en que, pese a quien pese, brilló.