sólo

sólo

(Del lat. solus, solo.)
adv. Solamente, sin otra cosa deseo sólo una cosa, la salud.
NOTA: También se escribe: solo
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

sólo

jen

sólo

kun

sólo

vain

sólo

samo

sólo

単に

sólo

다만 ...뿐

sólo

slechts

sólo

bare

sólo

tylko

sólo

somente

sólo

bara

sólo

เท่านั้น

sólo

chỉ

sólo

仅仅

sólo

solo2 ADV & ADV (= únicamente) → only; (= exclusivamente) → solely, merely, just
sólo quiero verloI only o just want to see it
es sólo un tenientehe's only a lieutenant, he's a mere lieutenant
no sólo A sino también Bnot only A but also B
sólo con apretar un botónat the touch of a button
me parece bien sólo que no tengo tiempothat's fine, only o but I don't have the time
ven aunque sólo sea para media horacome even if it's just for half an hour
con sólo que sepas tocar algunas notaseven if you only know how to play a few notes
sólo con que estudies dos horas diariasby studying for as little as two hours a day
tan sóloonly, just
sólo queexcept that ...
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005

sólo

adv only; sólo una vez..only once
English-Spanish/Spanish-English Medical Dictionary Copyright © 2006 by The McGraw-Hill Companies, Inc. All rights reserved.
Collins Multilingual Translator © HarperCollins Publishers 2009
Ejemplos ?
Significa tan sólo que los caminos de la Providencia son inescrutables para la razón humana; doctrina que, a mi juicio, no puede ser más ortodoxa.
ntre conversaciones y pendencias por este orden, pasaron quince o veinte días, y adelantó mucho la curación del Capitán. En la frente sólo le quedaba ya una breve cicatriz y el hueso de la pierna se iba consolidando.
-Pues esta es tan buena, y, diré más, tan excelente, que otra así no la habrá recibido nadie de la parroquia, y pocos, muy pocos, en el mundo; sólo los escogidos, los designados por Dios y favorecidos con su especial misericordia, podrán recibirla igual.
Jamás intentó aquella sagaz diplomática un golpe contra los castillos y pazos; al revés de los bandidos andaluces -¡profunda diferencia de las razas!-, Pepona sólo robaba a los pobres trajinantes, arrieros o labriegos que llevaban al señor su canon de renta.
Cuando se supo en Auriabella el suplicio atroz del que llama el vulgo San Antonio de Illaos; cuando se tuvieron pormenores de aquella admirable constancia del joven mártir, que repetía en las torturas, al sentir las agudas cuñas hincársele en los dedos apretados por tablillas y en las piernas sujetas al cepo: «Jesús mío, sólo te pido que los salves...
-se atrevió a preguntar don Jorge, no concibiendo que Angustias supiese cosas que sólo a él, y momentos antes de expirar, había referido doña Teresa.
Sabía Gayoso que Inesiña era la víctima, la oveja traída al matadero; y con el feroz egoísmo de los últimos años de la existencia, en que todo se sacrifica al afán de prolongarla, aunque sólo sea horas, no sentía ni rastro de compasión.
Manda por opio a la Coruña.... Y cayó de rodillas. Sólo entonces comprendieron los vecinos del Padrón que el boticario estaba también envenenado.
Reinaba, pues, el terror entre la gente tonsurada, que sólo bien provista de armas y con escolta se atrevía a asomar en romerías y ferias, cuando acertó a tomar posesión del curato de Treselle un jovencillo boquirrubio, amable y sociable, eficazmente recomendado por el arzobispo a los señores de diez leguas en contorno.
A éste le había dado aquella mañana por callar. Sólo había abierto hasta entonces la boca, antes de comenzarse la dolorosa operación, para dirigir las breves y ásperas interpelaciones a doña Teresa y a Angustias, contestando a sus afectuosos buenos días.
Con verdadero delirio se abrazaron y besaron madre e hija, precisamente sobre el arroyo de sangre vertida por el capitán, y entraron al fin en la casa, sin que en aquellos primeros momentos se enterase nadie de que las faldas de la joven estaban agujereadas por el alevoso trabucazo que le disparó el hombre de la buhardilla al verla atravesar la calle... La gallega fue quien, no sólo reparó en ello, sino que tuvo la crueldad de pregonarlo.
¿Tiene su merced noticia de alguna zorra que sepa tantas picardías como nosotros? Repito, mi General, que, no sólo he visto a Parrón, sino que he hablado con el.