Shirley MacLaine, cómica, glamurosa y de enorme corazón - Gente YOLD

Cine Yold. Semblanza de la maravillosa y dulce Shirley

Shirley MacLaine, cómica, glamurosa y de enorme corazón

Angel Domingo
21 abril, 2024

El 24 de abril, la grandísima actriz Shirley MacLaine cumple 90 años, nada menos. La ascensorista de El apartamento; Irma, la prostituta de ropa interior verde; la valiente monja de Dos mulas y una mujer… Interpretaciones que todos los yolds aficionados al cine tenemos grabadas a fuego en nuestra memoria. Ángel Domingo y todos nosotros nos alegramos infinito de su aniversario.

Conocida entre sus compañeros como Shirley, la dulce, o una fantástica bola de nieve, si existe alguna persona que haya sido capaz de cambiar el guion de su vida es la actriz a la que voy a dedicar este artículo.

También es cierto que cuando fue consciente de que sus padres eligieron su nombre en honor de la actriz Shirley Temple, se preguntó: “¿Cómo no voy a ser mágica?”.

En la época de una de sus mejores películas, El apartamento

Shirley nació en Richmond (Virginia, Estados Unidos) en 1934, de unos padres trabajadores y cariñosos con orígenes irlandeses y escoceses. Hermana mayor del galán Warren Beatty fue una niña pelirroja, con el rostro repleto de pecas, que le concedieron un aire de ingenuidad e inocencia.

En un avión de la TWA con Gene Kelly

Su sueño era ser bailarina y, obsesionada con conseguirlo, no faltaba a ninguna clase del conservatorio donde cursó estudios artísticos, siendo su pesadilla infantil más repetida que perdía el autobús que la llevaba a la academia. Por ser notablemente más alta que sus compañeras en la academia siempre le asignaban el papel de hombre. Sin embargo, un día, sin ninguna razón aparente, le dieron el papel de hada madrina en una versión de La Cenicienta; pero el mismo día del estreno, mientras calentaba tras el telón, tropezó y se rompió el tobillo. ¿Pero pensáis que una lesión de tobillo estropearía su sueño? Sin dudarlo un instante ató sus zapatillas de ballet con gran fuerza y salió al escenario; al acabar su actuación, tuvieron que llamar a una ambulancia para devolverla a su casa. Puede parecer una muestra de terquedad sin importancia en una niña de su edad, pero también es un ejemplo muy evidente de cómo perseguir un sueño superando cualquier obstáculo. Una persona que sabe reírse de sí misma nunca dejará de divertirse”, opinaba.

 

Con Dean Martin

Y, demostrando que el destino tiene sentido del humor, su primera oportunidad surgió cuando la actriz Harold Hayne se fracturó un tobillo y ella subió a escena. Para mayor casualidad, entre el público ese día se encontraba el productor cinematográfico Hal B. Wallis, que impresionado por el atrevimiento de esa pequeña desconocida le propuso ir a Hollywood y firmar un contrato con la Paramount.

Fotograma de Pero… ¿quién mató a Harry? 

Pese a estos antecedentes, su carrera en la gran pantalla comenzó con muy buen pie: nada menos que a las órdenes de un divertido Alfred Hitchcock en una de sus cintas más desenfadadas: Pero… ¿quién mató a Harry? (1955). Después, ya consolidada en Hollywood, protagonizó algunas de las obras maestras de Billy Wilder, como El apartamento (1960), e Irma la dulce (1963), ambas junto a Jack Lemmon.

En la inolvidable Irma la dulce

Amiga íntima de Frank Sinatra, Dean Martin y sus Rat Pack, a los que describió como “dos italianos con mafiosos comienzos”, confesó haber estado enamorada de Martin aunque sin llegar a nada, “porque era demasiado jovencita”. Actualmente, es recordada como una leyenda del cine, de esas a las que hemos visto envejecer en la gran pantalla sin trucos estéticos, orgullosa de sus arrugas, un verdadero puente entre generaciones. Como curiosidad, Shirley fue una enamorada de lo paranormal (sus amigos más íntimos aseguran que predijo los atentados del 11-S).

Por si fuera poco, declaró: “mi primera experiencia extraterrestre fue a los dieciocho años”, cuando contempló un par de escuadrones de ovnis planearon sobre la Casa Blanca. En México, donde se ha retirado a vivir sus últimos años, “los platillos estaban por todas partes”. Por último, cree en la reencarnación, y asegura que en otra época “viví en la Atlántida”.

Dos mulas y una mujer

Tras su flamante década de éxitos en los sesenta, supo adaptarse a los nuevos vientos del cine. A principios de los setenta rodó Dos mulas y una mujer (1970), de Don Siegel, un título que si bien en un primer momento fue relativamente considerado, tuvo posteriormente revisiones que lo valoraron mejor; con Clint Eastwood como protagonista masculino, se trataba de un filme del oeste que aportaba al cine de este género elementos que procedían de los aspectos y enfoques propios de las películas que rodaba en Italia Sergio Leone, iniciador del llamado spaghetti western.

La fuerza del cariño

A partir de la década de los setenta la actividad cinematográfica de Shirley MacLaine se fue espaciando, aunque precisamente en este período consiguió el Oscar de la Academia a mejor actriz por su inolvidable trabajo en La fuerza del cariño (1983), de James L. Brooks. Shirley había sido propuesta para el premio en cinco ocasiones, y terminó obteniéndolo por una buena película, aunque, en mi opinión, inferior a otras en las que había actuado.

Entre 1971 y 1972, ya alejada de la gran pantalla, protagonizó su propia serie de televisión, Shirley’s World, en la que interpretaba el papel de una fotógrafa que viaja por todo el mundo. En 1973 viajó junto a un grupo de mujeres por China continental, y más tarde relató sus impresiones en el documental The Other Halt of the Sky: A China Memoir (1975), escrito, producido y dirigido en colaboración con Claudia Weill, y que fue nominado para el Oscar.

En la década de los ochenta alternó su trabajo cinematográfico con su dedicación a la escritura (faceta en la que destaca la publicación de sus memorias) y su gran pasión: el teatro, que tuvo apartado durante sus grandes éxitos cinematográficos.

Muy bien equipada, en el Camino de Santiago

En la década de los noventa, como ha ocurrido con otros actores de Hollywood, Shirley MacLaine sufrió algunas crisis de carácter religioso, lo que le hizo, entre otras cosas, visitar España para recorrer el Camino de Santiago.

Con su famoso hermano, Warren Beauty

Pero como no podía ser de otra manera, Shirley MacLaine asumió con naturalidad el paso del tiempo, adaptándose a los papeles que su edad fue requiriendo. Entre sus últimas interpretaciones cabe mencionar la de Postales desde el filo (1990), que protagonizó con Meryl Streep. Dirigida por Mike Nichols, la película se basa en las relaciones entre la galáctica princesa Carrie Fisher y su madre, la actriz Debbie Reynolds, protagonista, entre otras obras, del famoso musical Cantando bajo la lluvia. En Tess y su guardaespaldas (1994), de Hugh Wilson, mantuvo un pulso interpretativo con un joven Nicholas Cage, y  demostró que ambos disponían de buenos resortes dramáticos y cómicos para salir airosos de situaciones comprometidas.

Actualmente, Shirley se encuentra alejada de las cámaras, y lo último que se ha sabido de ella fueron unas explosivas declaraciones donde deja claro que la edad no ha hecho mella en su carácter: “a mis ochenta y cinco años descubrí que mi marido gastaba mi dinero junto a su amante japonesa”.

Shirley, un hombre así no merece seguir acompañándote en tu viaje por la vida.

Ángel Domingo Pérez

 

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